El Jueves pasado, IAG publicaba una serie de cifras relativas al crecimiento y rentabilidad de las aerolíneas que forman el grupo, o al menos de las más relevantes del mismo. A saber: British Airways, Iberia, Vueling y AerLingus.

De estos escuetos datos es posible confirmar la información que en Turama hemos estado haciendo llegar a todos nuestros seguidores desde hace tiempo.

AerLingus se sale

Tal y como decimos en el título de este artículo, podríamos considerar a la aerolínea irlandesa como la gran sorpresa del pasado 2017.

AerLingus ha logrado el mayor crecimiento de tráfico entre sus «primas hermanas», con un 11,6% sobre el año pasado. Le sigue Iberia, con un 7,6%, Vueling en tercera posición con una mejora del 3,8% y en último lugar British Airways, con un escaso 1,5%.

La que fue durante muchos años compañía estatal de Irlanda y objetivo principal de Michael O´Leary, CEO de Ryanair, el cual intentó hacerse con ella por todos los medios posibles, sin conseguirlo, pasó a manos de IAG en el año 2015, tras una operación de más de 1.300 millones de euros.

Junto con Iberia, mantuvo el discutible estatus de compañías aéreas menos rentables de Europa, tendencia que ha cambiado radicalmente para ambas en los últimos años.

Actualmente, AerLingus opera como una aerolínea de semi bajo coste, es decir, combina por un lado tarifas y condiciones de lowcost, pero por otro también trabaja exactamente igual que cualquier otra compañía tradicional.

Esta enorme facilidad para mutar su filosofía empresarial de acuerdo con las necesidades de las rutas que opera y el tipo de pasajero que compra sus vuelos, le ha servido para ganarse un puesto de privilegio en su país de origen, así como en la mayoría de naciones con las que tiene relación comercial.

Junto con los típicos ATR que utiliza para cubrir algunas rutas regionales dentro de Irlanda, AerLingus está operando principalmente con el Airbus A330 para el largo recorrido, marca de la casa IAG y modelo que se está quedando muy por debajo de los que utilizan sus competidoras en el sector.

En breve se espera la entrega del primer A350XWB, lo que marcará un salto de calidad indudable en la oferta de esta compañía.

La buena elección de destinos también ha sido un punto clave en el resurgir de AerLingus.

Además de su amplia oferta de vuelos económicos por toda Europa, se suman, como no, las Islas Canarias, Madrid, Barcelona y ciudades muy bien escogidas de los Estados Unidos, como Nueva York, Los Angeles y San Francisco, Miami y Orlando, y la canadiense de Toronto.

Esta enorme dinamización del aeropuerto de Dublín ha servido también para animar a otras compañías aéreas a aprovechar el tirón de AerLingus, y Cathay Pacific se ha sumado a la buena racha inaugurando una ruta directa entre Irlanda y Hong Kong. Con esto, los pasajeros irlandeses acostumbrados a tener que volar hasta Londres para poder encontrar un operador que realizase vuelos transcontinentales, han visto sus deseos hechos realidad (gracias también a Norwegian).

La flexibilidad que ha demostrado AerLingus, que tiene una calificación de compañía 4 estrellas para la consultora Skytrax y el mejor feedback de sus pasajeros de todas las que componen el grupo IAG, podría hacer suponer que durante el 2018 llegase a alcanzar cifras de récord nunca antes vistas, lo que sin duda es una diferencia abismal con la posición que tenía hace tan solo 5 años, cuando tenía que escapar de las garras de varios compradores y acababa formando parte del grupo IAG.

Iberia

Por su parte, Iberia sigue jugando al despiste.

Mientras anuncia un importante crecimiento del 7,6% sobre el 2016, se sigue negando a facilitar los números correspondientes al pasado ejercicio sin contar a la nueva Level.

Mientras la lowcost nacida el año pasado todavía carezca de la correspondiente certificación de operador aéreo, Iberia seguirá contabilizando conjuntamente los ingresos de ambas marcas, lo que dificulta enormemente el conocer la situación real de la aerolínea española, ya que la salida de Level ha tenido un impacto brutal entre los pasajeros más jóvenes de nuestro país.

Por esta razón, sería necesario sacar de la ecuación los números referidos a Level y estudiar exclusivamente la situación comercial de Iberia como tal, ya que además es presumible que la bajo coste obtenga su certificación propia y se «independice» de Iberia este mismo año.

En ese momento podremos saber con certeza el estado de Iberia, su crecimiento y rentabilidad reales y lo que nos puede deparar en el futuro más próximo.

Vueling

Poco más se puede añadir ya a todo lo comentado estos días de Vueling, mientras seguimos a la espera de confirmar si la operación de compra de la austriaca NIKI se puede realizar, o no.

En el caso de que finalmente IAG se haga con la quebrada NIKI, entregaría a Vueling sus aviones, personal y slots más importantes, con lo que el crecimiento esperado de la española podría subir como la espuma.

A esto hay que añadir la reciente proclamación de Vueling como la compañía aérea lowcost más puntual del mundo, según los datos de Statista, que sin embargo cae al puesto 16 en el ranking de las mejores bajo coste, según Skytrax.

Sea lo que sea, ya que tampoco somos muy fans de este tipo de publicaciones, lo que parece claro es que Vueling se ha centrado para no repetir la catástrofe del Verano del 2016, y parece que finalmente lo ha conseguido.

British Airways

La compañía aérea bandera del Reino Unido no ha tenido un buen 2017. A los efectos nocivos del Brexit sobre la libra inglesa, se han unido auténticas meteduras de pata, como el fallo informático que el año pasado dejaba en tierra a cientos de miles de pasajeros británicos.

British Airways, al igual que Iberia, sigue un lento pero constante proceso de conversión al bajo coste, pero a diferencia de la compañía española, los ingleses siguen anteponiéndola a cualquier otra opción.

El año pasado estuvo a punto de perder una estrella en la valoración de la consultora Skytrax, que finalmente y por causas que a día de hoy desconocemos, pero sospechamos, dicha degradación no llegó a acontecer.

Sin embargo, para este mismo año cuenta con implementar una medida típica de las bajo coste que ha contado con una férrea oposición de parte de sus pasajeros, pero que a nosotros nos parece una idea brillante: la eliminación de los asientos reclinables en los vuelos de corto alcance.

Lo que para otros es una muestra más del declive en la calidad de British Airways, sumado a la eliminación de centímetros en la separación de los asientos, a nosotros nos parece un detalle necesario y que sería recomendable adoptar en este tipo de vuelos.

Si a las distancias cada vez más reducidas le sumamos el egoísmo de nuestros vecinos de los asientos delanteros, que necesitan reclinar los mismos en vuelos de menos de dos horas, tenemos la tortura aérea garantizada.

Nos parecería mucho mejor que no se redujese más la distancia entre asientos, pero al menos para los vuelos cortos creemos que la imposibilidad de reclinar el mismo e incrustarlo en las rodillas del pasajero de atrás, es una noticia excelente.

Malos tiempos para British Airways, que a pesar de todo esto sigue contando con el indiscutible favor de IAG, que destina a la inglesa los últimos modelos de aviones, como el Boeing 787, o el Airbus A380, mientras que Iberia sigue recibiendo A330, mucho menos eficientes en lo que se refiere a gasto de combustible y también menos cómodos para tripulaciones y pasajeros.

Una vez más, confirmamos lo que venimos anunciando desde hace tiempo, que no es otra cosa que la promoción de todas las lowcost del grupo, el intento de blindaje de British Airways y el olvido intencionado de Iberia.

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