DESCUBRE CÓMO TE TIMAN CUANDO VIAJAS

No conocemos a ningún viajero habitual al que en algún momento no hayan estafado mientras se encontraba pasando sus vacaciones fuera de casa. Es lo que tiene, salir del entorno habitual y moverse en distintas ciudades o países, a veces con costumbres muy diferentes a las nuestras, es el momento propicio que esperan algunos para aprovecharse del visitante foráneo.

Podíamos hablar también de cómo se estafa, en ocasiones, a turistas que vienen a visitar nuestro país, pero esta vez y bajo nuestra perspectiva de más de 25 años dando vueltas por el mundo adelante, os contamos los timos más habituales que os váis a encontrar, o que ya os habéis encontrado, cuando salgáis de casa:

La agencia de viajes

Algunos desafortunados ni siquiera llegan a poner un pie fuera de su ciudad, ya que la agencia de viajes a la que habían comprado sus vacaciones cierra sus puertas de un día para otro.

Aunque afortundamente este último año no se han declarado tantos casos como en los precedentes, no hay un solo Verano en el que no salte la noticia del negocio de venta turística que decide de la noche a la mañana que ya no puede seguir operando, cerrando la persiana y llevándose los ahorros y las ilusiones de muchos clientes que habían puesto su confianza en sus dueños.

Cuando esto ocurre, el proceso para reclamar y conseguir la devolución de lo abonado puede llevar mucho tiempo, y en el peor de los casos acaba siendo totalmente en vano.

No hay reglas ni métodos que permitan anticiparse a estos hechos, ya que en muchas ocasiones se trata de pequeñas empresas que nunca han dado ningún tipo de problema y que sólo ellas conocen el estado real de sus arcas.

Lo único que podríamos recomendar en estos casos es el desconfiar cuando se nos presentan productos a precios extraordinariamente bajos. Es cierto que muchas agencias saben buscar y consiguen auténticos chollos, pero si la diferencia es realmente importante es necesario poner en duda tanto al producto que se nos intenta vender, como a la persona que está intentando hacerlo.

Es cierto que lo barato, en ocasiones, acaba saliendo caro, así que en caso de que exista la más mínima duda, mejor asegurarse antes de abonar ningún tipo de cantidad.

Puedes echarle un vistazo a este artículo: «¿Necesitamos a las agencias de viajes?».

Las aerolíneas

Cuando hablamos de las compañías aéreas, hablamos de palabras mayores.

Después de los tres grandes fiascos de este año, sufridos con los cierres de AirBerlin, Monarch y Niki, muchos ya sabrán qué se siente cuando se tiene un billete comprado y, de repente, la aerolínea que va a operar el vuelo desaparece del mapa.

Al contrario que con las agencias de viajes del punto anterior, en algunos de estos casos se puede ver venir el problema de lejos.

Desde Turama avisamos antes del cierre de AirBerlin de que esta aerolínea iba a dar muchos problemas y, efectivamente, así ha sido. En el caso de Niki, también estábamos esperando la sentencia final, aunque siempre tuvimos esperanzas de que no llegase la sangre al río. Sin embargo, el asunto Monarch nos pilló tan de sorpresa como a todo el mundo.

Dado el entorno totalmente cambiante que rodea en la actualidad al sector aéreo, si se quiere estar informado al día de todos los cambios, noticias y novedades que se producen, lo mejor es seguir algún tipo de publicación que trate este tipo de asuntos sin intereses partidistas.

Además de los cierres fulminantes, que seguirán durante el año 2018, las compañías aéreas también se han encargado de elaborar sus propias listas de procedimientos para sacar el máximo dinero posible a sus clientes.

Desde los cobros de 40€ por imprimir una tarjeta de embarque, declarados ya ilegales y que se siguen haciendo con total normalidad, hasta los cargos de más de 100€ por corregir algún dato erróneo del pasajero en la reserva, totalmente absurdos y abusivos, el ramillete de posibilidades es bastante largo.

Ahora se ha implantado la moda de separar deliberadamente a los pasajeros para obligarles a comprar los asientos antes del vuelo, comunicarles un overbooking pero no facilitarles opciones de traslado en otras compañías, cobrarles tasas por conceptos absurdos y no avisados con anterioridad, o simplemente dejarlos tirados sin proporcionales el alojamiento y manutención a los que obliga la ley.

Puedes leer más sobre esto en este artículo: «Descubre cómo te estafan las aerolíneas».

Los hoteles

En Turama todavía estamos muy escocidos después de una pésima experiencia que tuvimos que soportar el mes pasado en Australia. Hacía ya muchísimos años que no teníamos que lidiar con asuntos de este tipo, y la verdad es que resultó especialmente desagradable.

Puedes leer lo ocurrido en este artículo: «Hotel Four Seasons: la gran estafa».

Todavía hay muchísimos países en los que algunos hoteles siguen timando y estafando a sus clientes, a base de publicitar unos servicios de los que luego carecen. Independientemente de que al final se puede arreglar la situación, o no, recomendamos siempre de manera encarecida presentar la correspondiente reclamación, sea en forma escrita o verbalmente.

Si crees que te han dado gato por liebre, házlo saber, nunca dejes pasar la situación, ya que de esa manera la cadena de estafados se seguirá extendiendo hasta el infinito y más allá.

Otra forma que se sigue utilizando para sacar dinero al viajero son los cargos extra una vez acabada la estancia.

A nosotros nos han llegado a cargar conceptos como el consumo de bebidas de un minibar, sin haber llegado nunca ni a ocupar la habitación, lo que es una muestra evidente de que en algunos lugares es una práctica que se hace de manera automática y sin ni siquiera pararse a mirar si el cliente llegó a hacer el check in.

Otro engaño habitual que se sigue haciendo en algunos países, sobre todo de Africa y Asia, es comunicarse con el cliente por teléfono para informar de un error con los datos de la tarjeta de crédito y solicitar que este lea los mismos a la persona que hace la llamada. Algunos hoteles están «compinchados» con este tipo de sujetos, los cuales una vez consiguen este tipo de información la utilizan para la realización de compras fraudulentas de todo tipo.

Por supuesto, no nos podemos olvidar de los robos que se producen dentro de las habitaciones de algunos establecimientos, en los cuales personal del hotel o incluso personas ajenas al mismo, acceden al interior de las mismas y se llevan objetos como cámaras de fotos, dinero o tarjetas, y lo que es peor, la documentación del viajero.

En muchas ciudades y dependiendo del tipo de alojamiento que se escoja, hay que prestar especial atención a este tipo de hechos, que se repiten con una gran frecuencia, y evitar dejar cosas de valor al alcance de cualquiera. Utilizar la caja fuerte de la habitación, si la tiene, y en caso contrario solicitar al propio hotel que custodie en la suya propia nuestros documentos.

Por supuesto, dejar siempre las maletas cerradas, y si estas no disponen de sistemas de seguridad utilizar un candado y evitar hacer ostentación de joyas, relojes u otros objetos de valor.

Como recomendación final que a nosotros nos ha servido en más de una ocasión, cuando surge un problema de este tipo hablar siempre con el máximo responsable del establecimiento en cuestión y solicitar que este mismo, o vosotros si no lo quiere hacer, requiera la presencia policial a la mayor urgencia.

En estos casos y de manera misteriosa, muchas cosas desaparecidas vuelven a aparecer antes de que se personen los policías.

Los taxis

A quien no le haya preguntado un taxista alguna vez en su vida si quiere ir por un lado o por otro, es que nunca se ha subido a un taxi.

Aunque en la mayoría de ocasiones las intenciones son buenas, otras veces sólo sirve para poner a prueba los conocimientos del cliente y aprovechar para darle una vuelta por la ciudad.

En Turama hemos decidido hace tiempo renunciar a los servicios de taxi en aquellas ciudades que disponen de Uber (lo sentimos mucho, pero es así) y con ello nos hemos ahorrado muchos disgustos.

Puedes leer nuestra opinión en este artículo: «Llega Uber, la alternativa más económica para el viajero».

De todas formas, es necesario decir también que en Uber se pueden producir timos importantes, como la anulación del viaje en pleno recorrido por parte del conductor, el cual obliga a pactar un precio final con el cliente en mitad del trayecto, que suele ser bastante superior a lo que hubiese abonado en un principio.

Por ello, es necesario siempre revisar los comentarios que el resto de pasajeros hacen sobre cada conductor y la categoría que tiene este dentro de la aplicación. Si hay muchas quejas, no vale la pena subirse al coche.

Los casos más graves los hemos encontrado en países de centro y Sudamérica, donde supuestos taxistas infiltrados recogen a sus clientes con el fin de atracarlos o raptarlos.

Este tipo de situaciones no son ninguna broma, y afectan incluso en ocasiones a pasajeros locales, por lo que a la hora de visitar determinados países donde se conoce que estas prácticas han ocurrido es necesario trabajar siempre, en exclusiva, con profesionales debidamente acreditados e identificados, dejando constancia de nuestras intenciones a un tercero y evitando a aquellas personas que ofrecen este tipo de servicios de manera clandestina a precios muy inferiores a los habituales.

En último caso, y como medio de prueba a poder ser utilizado en un futuro, recomendamos siempre solicitar al taxista el correspondiente ticket o justificante de abono. Esta sencilla medida puede ser de gran utilidad en muchas ocasiones.

Los restaurantes

Sin duda, uno de los lugares donde se producen más problemas es en algunos restaurantes que se aprovechan del turista para sablearlo de una manera vergonzosa.

Antes de entrar en cualquier establecimiento de este tipo, y sobre todo en determinados países europeos, ya que este problema afecta más en el viejo continente que cuando nos desplazamos mucho más lejos, es totalmente necesario comprobar los precios de los productos que tiene en su carta.

En muchas ocasiones hay que preguntar también si los precios indicados son finales, es decir, si incluyen ya todo tipo de tasas, impuestos o servicios, o se van a cobrar otro tipo de extras no indicados.

En muchos lugares hay diferencias muy grandes entre consumir dentro del restaurante o, por ejemplo, en la terraza o exterior del mismo. Estas diferencias también pueden estar referidas a la comida que se toma directamente en la barra, o sentado en una mesa, donde a veces el precio se dispara de manera exagerada.

En algunos lugares, también se pretende cobrar el servicio a parte, sea en forma de una cantidad fija o un porcentaje sobre el total en concepto de «propina». Hay que dejar bien claro que la propina es siempre una decisión del cliente y nunca puede ser impuesta, y en el caso de que haya que pagar el servicio como un extra, el establecimiento tiene que avisarlo con anterioridad al cliente, bien verbalmente o por escrito en la propia carta, especificando qué cantidad o porcentaje será cargado.

Otra causa de disputa frecuente viene derivada del cobro de algunos entrantes o «snacks» que se sirven al cliente antes de la comida. En ocasiones este cree que se trata de un detalle o deferencia del restaurante, pero luego comprueba que se le han cargado en su cuente sin ni siquiera preguntar. En estos casos, preguntar siempre si están incluídos en el servicio y de no ser así, rechazarlos en el momento.

También recomendamos, aunque se trate de un local de cierto nivel, no perder nunca de vista la tarjeta de crédito si efectuamos el pago por este medio. Se dan multitud de incidencias derivadas de la clonación de tarjetas, que al afectado le resulta imposible localizar el origen.

Muchas veces se deja la tarjeta al camarero para que este formalice la transacción y ese espacio mínimo de tiempo es aprovechado para pasar la misma por los «clonadores», aparatos de pequeño tamaño que se quedan con los datos de las tarjetas para luego recrearlas con fines delictivos.

Igual que en el caso anterior referido a los taxistas, es totalmente indispensable solicitar siempre una factura detallada y desglosada. Si se pretende presentar algún tipo de reclamación, es la única manera de poder demostrar los cargos que se han pasado al cliente.

Las compañías de alquiler de vehículos

Dejamos en último lugar las incidencias que se producen con este tipo de empresas, y que suelen provocar muy graves consecuencias económicas para algunos viajeros.

Se ha automatizado la costumbre, cuando se alquila un coche, una moto o una autocaravana, de firmar un montón de documentos, a veces incluso de manera electrónica, sin saber realmente ni lo que se está firmando, ni el contenido de los mismos.

Esto da lugar a que en muchas ocasiones se desconozcan cláusulas que luego se utilizan en contra del cliente, como pueden ser:

  • limitación para circular en determinadas carreteras.
  • limitación de kilómetros recorridos al día.
  • prohibición de circular en determinados lugares.
  • carencia de seguros de asistencia en caso de avería o accidente.
  • franquicias a pagar por cuenta del cliente en caso de accidente.
  • depósitos que quedan en poder de la empresa en caso de accidente.

A esto hay que añadir prácticas totalmente ilegales y especialmente peligrosas que se siguen en determinados países cuando se alquila un vehículo, como la obligación de dejar «en prenda» documentos personales como el pasaporte. Esto no hay que hacerlo nunca bajo ninguna circunstancia.

Por supuesto, tenemos que hablar de la extendida estafa de reclamar daños al vehículo que no han sido producidos por el conductor. No nos cansaremos nunca de repetir la necesidad de hacer la mayor cantidad posible de fotos cuando se nos entrega el vehículo, y repetir la misma operación cuando se devuelve. Esto puede ser el único medio de defensa del que se podrá disponer en caso de necesidad.

Además, es indispensable en el caso de que se reposte el vehículo antes de su entrega, solicitar el ticket del último repostaje y sacar una fotografía del salpicadero en el que se vean los kilómetros recorridos y el nivel de combustible, ya que muchas veces se pasan cargos extra por este concepto, cuando el conductor sí ha dejado lleno el depósito.

Están lloviendo en la actualidad casos escandalosos relacionados con la actividad de alquiler de vehículos, y te recomendamos que le eches un vistazo a este artículo para ampliar esta información: «Escándalo mundial en las compañías de alquiler de vehículos».

Desgraciadamente, hay muchísimas más maneras de timar a los viajeros, pero de momento dejamos pendiente comentar las mismas en otro artículo.

Cualquiera de las que acabamos de relatar aquí pueden acontecer al viajero más experimentado, por lo que no hay que ocultarlas con el fin de evitar las risas o críticas del resto, sino todo lo contrario, hacerlas públicas precisamente para intentar evitar que se sigan produciendo.

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