QANTAS: VALORACION VUELO EN EL AIRBUS 380

Qantas es la aerolínea australiana que mantiene el honor de figurar como la más segura del mundo, ya que nunca ha tenido un accidente con víctimas mortales desde el establecimiento de la era «jet». Además, se ha caracterizado siempre por su espíritu innovador y vocación de servicio, en un país donde los desplazamientos en avión son absolutamente necesarios para poder viajar entre las ciudades más importantes.

Como reza su eslógan, Qantas refleja el «Espíritu de Australia».

Queríamos probar el Airbus A380 de esta compañía, y lo hicimos en un vuelo desde Londres hasta Melbourne, con una escala en Dubái. En el trayecto de ida tuvimos un par de incidentes que se resolvieron sin demasiado problema.

Vuelo Londres – Melbourne

Aerolínea: Qantas

Avión: Airbus A380

Tarifa: Economy

Precio billete: 967 €

Ruta: Londres – Dubái – Melbourne (y regreso)

Vuelo: QF10

Tiempo total de vuelo: 22 h 15´

La tarifa Economy incluye en su precio:

  • equipaje de mano. 1 bulto de hasta 23 kg.
  • equipaje facturado. 1 ó 2 bultos que no sobrepasen entre ambos los 46 kg.
  • servicio de comidas a bordo.
  • servicio de entretenimiento a bordo.
  • manta, almohada, calcetines de viaje y un pequeño neceser.
  • auriculares estéreo durante el vuelo.
  • posibilidad de reserva previa de asiento (24 horas antes de la salida). Si se desea hacer con anterioridad es necesario abonar suplemento.

Check In online:

Es posible realizarlo en cualquier momento desde la compra del billete. Se puede dejar reservado el asiento pagando un extra de aproximadamente 11 €. En las 24 horas previas a la salida la reserva de asiento es gratuita. El sistema informático es intuitivo y muy fácil de manejar.

Check In en aeropuerto:

El check in se realiza en la terminal 3 del aeropuerto de Heathrow. Los mostradores están abiertos unas 3 horas antes de la salida.

El lugar destinado para los vuelos de Qantas es un hall con no demasiado espacio. Aunque había reservados 4 mostradores para la tarifa Economy, sólo estaban activos 2. El proceso es bastante rápido y el personal atento. Siempre te preguntan si llevas la correspondiente Visa para entrar en Australia, y te recuerdan guardarla en un sitio seguro. En el aeropuerto de Dubái también se encargan de hacer lo mismo. No se tardó en todo el proceso, incluída la espera, más de 15 minutos.

Seguridad y control pasaportes:

Probablemente lo más engorroso. En el aeropuerto de Heathrow hay que dejar, al menos, 30 minutos reservados para todo el proceso, ya que las colas suelen ser importantes y no son precisamente rápidas. Al menos, esta vez no tuvimos que descalzarnos …

Embarque:

La puerta de embarque suele estar anunciada con más de una hora de antelación, aunque este tiempo varía bastante según los días.

El hall para el embarque es muy amplio y cómodo. A pesar de los casi 600 pasajeros que puede transportar esta mole de los aires, el proceso es bastante más rápido, cómodo y ordenado que el que tuvimos para volar en el A320 de Vueling que nos trajo hasta Londres.

Existen dos fingers distintos. Uno es para los pasajeros cuyos asientos se sitúan en el piso superior del avión, y el otro para los que viajan en el inferior. Se embarca gradualmente por números de filas y es sorprendentemente rápido.

Ayuda el hecho de que los pasajeros no formen colas espontáneas delante de la puerta de embarque, sin tener en cuenta su número de asiento.

Dentro del Avión

  • Los compartimentos superiores dentro de la cabina son exageradamente grandes y espaciosos.
  • La disposición de los asientos en la cabina Economy es de 3-4-3.
  • Las ventanillas son algo más grandes que las del resto de aviones comerciales más utilizados.

Asientos:

Los asientos son grandes, robustos y bien acolchados. Todos disponen de pantalla para el entretenimiento a bordo y un reposa cabezas que puede doblarse para aumentar la comodidad en vuelo.

La distancia entre asientos es bastante amplia y permite a una persona de 1,80 m de altura poder estirar las piernas sin problema. Además, al reclinar el asiento, la base del mismo pivota hacia delante, lo que hace que el pasajero que viaja detrás no tenga la sensación de que se le viene encima el respaldo.

A la llegada, se sitúa sobre el asiento una bolsa plástica que contiene una almohada, una manta y un pequeño neceser. En el bolsillo del asiento se encuentran las revistas de la compañía y el menú correspondiente al servicio de comidas.

Entretenimiento a bordo:

De lo mejor que hemos visto. Infinidad de películas, programas de televisión, música y juegos. Incluye los estrenos que estén en el momento en las carteleras de todo el mundo.

Los auriculares son gratuitos y se reparten durante el vuelo. En uno de los trayectos la conexión del jack fallaba y sólo se podía escuchar el sonido en mono. No se pudo cambiar de asiento porque el avión estaba totalmente lleno (o eso nos dijeron).

Se cuenta con un mando a distancia integrado en el reposabrazos, que se utiliza para manejar algunos juegos y opciones. Dispone también de un lector de tarjetas para poder comprar los servicios de pago a bordo.

Servicio de comidas:

Cada parte del trayecto cuenta con su propio servicio de comidas. Coincide siempre un tramo de noche y otro de mañana. El servicio consiste en:

  • bebida de bienvenida. Se utiliza la marca australiana Bickford.
  • Comida. Posibilidad de elegir entre 3 platos distintos. Se acompaña de bebida a elegir, pan y postre.
  • Snack en vuelo: chocolates, algún tipo de plato de influencia asiática en forma de bocadillo o roll, queso y galletas y fruta fresca.
  • Desayuno. A elegir entre 3 opciones. Típico desayuno británico completo, plato de frutas variadas o algún tipo de bollería. Se incluye un yogur tipo griego.
  • Gran diversidad de bebidas a elegir en el menú.

En el segundo vuelo:

  • bebida de bienvenida. De nuevo con la marca australiana Bickford.
  • Comida. 3 opciones, pan, postre y una barra de chocolate.
  • Snack en vuelo: fruta fresca.
  • Antes de la llegada: un plato único de pollo cocinado al estilo asiático.

La comida, sin ser deplorable, no es de lo mejor que hemos visto. Cuenta a su favor con una gran cantidad de servicios durante los vuelos, porciones más que razonables y originalidad de los platos.

En contra diríamos que hay una excesiva influencia asiática, con demasiadas especias y condimentos, lo cual no es lo más recomendable para volar.

Durante todo el vuelo y entre los galleys que separan la cabina, la tripulación deja bebidas, chocolates y pequeños snacks que pueden cogerse en cualquier momento y de manera gratuita.

Escala en Dubái:

La escala es de apenas 1 hora. Tiempo suficiente para dar una vuelta por las tiendas del aeropuerto, algunas dignas de ver, y estirar las piernas.

La mayoría de los baños disponen de un servicio de ducha, lo cual se agradece en caso de excesivo calor.

Para volver a acceder al avión hay que dirigirse al piso superior del aeropuerto y volver a pasar por el control de equipajes y pasaportes. El recorrido está bien anunciado, aunque sólo llegaría con seguir al numeroso grupo de gente que se dirige al mismo sitio…

Aunque de manera muy educada, los agentes de aduana en Dubái son bastante inquisitivos en cuanto a preguntas del tipo : «tiene usted visa para entrar en Australia» o, «quién es la persona que viaja con usted…». Hay que tomarlo con educación y sentido del humor.

El hall de espera para volver al avión en Dubái no tiene nada que ver con el de Londres. La sala es pequeña y es frecuente tener que esperar de pie.

Incidencias:

En el primer trayecto desde Londres a Dubái tuvimos dos incidencias a bordo:

Al despegar de Londres estuvimos un rato sobrevolando la ciudad sin ascender. Al parecer, saltó un aviso de fallo en alguna de las puertas del avión. El problema se solucionó en menos de 10 minutos y se siguió el vuelo normalmente.

También en el primer trayecto de Londres a Dubái, al aterrizar en esta ciudad, tuvimos que hacer un «go around», o maniobra frustrada de aterrizaje, justo cuando las ruedas del tren trasero ya habían tocado el asfalto. La razón se debió a que la aeronave que había aterrizado previamente todavía estaba abandonando la pista de manera muy lenta, y el comandante decidió que era mejor abortar el aterrizaje para evitar posibles problemas.

Esta maniobra nos permitió dos cosas: la primera fue comprobar el poder de este avión y lo bien insonorizada que está la cabina, ya que a pesar de poner de nuevo los motores en régimen de despegue y a su máxima potencia, apenas se escuchó el ruido de los mismos, a diferencia de lo que pasa haciendo la misma maniobra en otros modelos de avión en los que hemos viajado, y que es tremendamente estruendosa.

La segunda fue poder admirar la grandeza de Dubái, ya que estuvimos completando un circuito de espera antes de volver a aterrizar y nos dieron un paseo turístico inigualable.

En el resto de vuelos no tuvimos ningún tipo de incidencia.

Conclusiones

Ya habíamos viajado con Qantas en otras ocasiones, aunque siempre en un Boeing 747, y conocíamos su manera desenfadada y amable de trabajar. Esta vez tampoco nos defraudó.

El Airbus A380 es una auténtica maravilla. Los asientos son cómodos y espaciosos, las ventanillas grandes y la cabina está perfectamente insonorizada, por lo que el vuelo, por largo que sea, se hace realmente bien.

Creemos que el precio del billete (menos de 1.000 €) para uno de los trayectos más largos que se pueden hacer desde España, es muy correcto. Hay que tener en cuenta que se viaja en uno de los aviones más grandes, cómodos y seguros que existen. Se trata de 4 vuelos, dos de ellos de 14 horas (Dubái – Melbourne, Melbourne – Dubái).

El precio incluye todos los extras que se cobran en otras aerolíneas, por lo que no hay que pagar nada a mayores, salvo que quieras reservar tu asiento con mucha anterioridad. 

Todos los procesos de embarque, desembarque, esperas y demás, se hacen de manera rápida y ordenada y en ningún momento se tiene la sensación de estar empacado.

Lo mejor:

  • el orden, rapidez y comodidad para hacer todos los procesos.
  • la cantidad de servicios de comidas y bebidas.
  • el entretenimiento a bordo.
  • la separación y espacio entre asientos.
  • precio más que razonable.

Lo peor:

  • comida demasiado picante y grasienta en algunas ocasiones.
  • una de las conexiones de auriculares del sistema de entretenimiento falló durante el vuelo y no pudieron arreglarla.

 

Sin duda, se trata de un vuelo de 4 estrellas. Quizás la última estrella que resta se encuentre en el piso superior …

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