A día de hoy, hay más de 150 resorts turísticos funcionando en las Islas Maldivas.
Muchos se encuentran a una considerable distancia del aeropuerto de la capital, Malé, por lo que para acceder a ellos es necesario utilizar los servicios de hidroaviones, vuelos domésticos regulares, barcas rápidas, o una combinación de al menos dos de ellos.
Este es el motivo por el cual en las Maldivas se ubica la compañía aérea con la flota más grande de hidroaviones de todo el mundo: Trans Maldivian Airways.
La aerolínea, propiedad del grupo Carlyle, cuenta nada más ni nada menos que con 54 aeronaves, esencialmente correspondientes al modelo DHC-6-300 Twin Otter.
Estos aviones son los encargados de llevar a los turistas hacia sus hoteles, además de operar vuelos chárter, privados y diversas rutas interinsulares.
La contratación de sus servicios funciona de una manera diferente que en el resto de compañías aéreas «tradicionales», ya que en la práctica totalidad de los casos los billetes están incluidos dentro del paquete que conforma el viaje.
Esto es así con el fin de ahorrar dinero a los viajeros, que de otra manera tendrían que encargarse ellos mismos de gestionar los traslados de ida y vuelta desde el Aeropuerto de Velana, desembolsando cantidades que pueden superar muy fácilmente los 400 dólares por pasajero.
Sus horarios también son sumamente flexibles, y en gran medida el cumplimiento de los mismos depende de las condiciones meteorológicas del momento, ya que estos aparatos operan siempre bajo las condiciones de vuelo visual y a una altura inferior a los 2.000 metros sobre el nivel del mar.
En ningún caso los verás volando antes del amanecer o después del atardecer, ya que las especiales características de amerizaje y despegue en el océano requieren disponer de la luz del día.
Su limitado espacio interior también obliga a los pasajeros a embarcar con una maleta que no exceda de los 25 kg, el peso máximo establecido por la aerolínea para poder transportar el equipaje.
La tripulación está formada por el piloto, copiloto, y un asistente perteneciente a la compañía que ocupa el último de los 15 asientos con los que cuenta este modelo.
Su función consiste en garantizar que todos los pasajeros cumplen las normas de seguridad establecidas y viajan de la manera más cómoda posible.
Otra de las características más reconocidas de los pilotos de Trans Maldivian Airways es su típico uniforme de trabajo, compuesto por pantalones cortos que facilitan el poder bajar del hidroavión a la playa y moverse por los pantalanes dispuestos por cada resort para el amarre del aparato.
Llama especialmente la atención que muchos de ellos no utilizan calzado, o en todo caso unas simples sandalias de playa, motivo por el cual se les ha asignado el apodo internacional de «barefoot pilots» (pilotos descalzos).
Probablemente influenciados por los guiones de algunas películas, hay viajeros que prefieren evitar el embarcarse en los hidroaviones que operan entre las múltiples islas que conforman las Maldivas, por temor a tener que enfrentarse a tormentas o temporales.
Es importante destacar que en el caso de una previsión meteorológica adversa, la propia aerolínea gestiona con cada resort el envío de barcas rápidas para la recogida y traslado de los pasajeros.
La experiencia del vuelo en estos aviones y en un entorno tan sumamente idílico, es más que recomendable para cualquiera, sobre todo en las últimas salidas de la tarde, cuando el sol comienza a caer por el horizonte.
Sus alas altas no sólo proporcionan una enorme estabilidad en vuelo, sino que además permiten admirar el paisaje sin ningún obstáculo por medio.
No hay lugar a dudas, hablamos del placer que proporciona volar en el paraíso.