Cairns está situada al Noreste de Australia, en el estado de Queensland.
Es más famosa por su ubicación privilegiada y por servir como punto base de cara a la exploración de la gran barrera de coral, que por su belleza urbanística o monumental.
En realidad, se trata de una ciudad pequeña, de apenas 150.000 habitantes, con escaso interés turístico por si misma. Sin embargo, si tenemos en cuenta que está situada justo enfrente a la gran barrera de coral, una de las maravillas de la naturaleza que todavía se puede disfrutar, y en un entorno de islas paradisíacas y parques naturales de extraordinaria belleza, se podría considerar como un lugar clave de cara descubrir esta parte de Australia.
La representación hotelera en la zona es amplia, muy diversa y para todos los gustos, o bolsillos.
Se puede disfrutar de unos días de sol, paz y tranquilidad, en la mayoría de establecimientos que se reparten a lo largo y ancho de la costa, ya que tiempo suele ser muy caluroso y húmedo en Verano y Primavera, de Noviembre a Marzo. En estos meses abundan las trombas de agua repentinas que suelen encharcar y hacer impracticables muchas de las carreteras de acceso a los parques naturales y zonas boscosas. De cara al viajero, estas lluvias no son demasiado molestas, ya que refrescan la temperatura y el ambiente, por lo que, de vez en cuando, incluso se agradecen.
En las estaciones de Otoño e Invierno, desde Abril hasta Octubre, las temperaturas se suavizan un poco durante el día y la lluvia es prácticamente inexistente, por lo que suelen ser las preferidas para desplazarse a esta zona, con la consiguiente masificación de todos los tipos de establecimientos y empresas que realizan actividades en la misma. Es muy notable y significativo el aumento en los precios de reserva de habitaciones durante esta época del año, que coincide con la Primavera y Verano en Europa, tiempo vacacional por excelencia, pero también por el aumento del turista asiático, que suele desplazarse en grandes excursiones organizadas.
La inmensa mayoría de viajeros que se desplazan hasta aquí lo hacen con la intención de poder visitar la Gran Barrera de Coral. Para ello hay una oferta enorme de todo tipo de excursiones, adaptadas a todos los niveles de buceo: desde la persona que apenas sabe nadar, hasta el submarinista experimentado; incluso para aquel que no desea meterse en el agua.
Desde la llegada al aeropuerto, dentro de todos los establecimientos hoteleros y comerciales, y hasta en la calle, se bombardea al turista anunciando las múltiples excursiones organizadas, en los barcos más grandes y cómodos, que trasladan diariamente a cientos de viajeros ávidos por conocer esta parte única del planeta.
Estos grandes barcos suelen ser muy cómodos, rápidos, e incluso más económicos, pero el problema es que atracan en lugares fijos de la gran barrera, donde suelen bucear diariamente todos sus pasajeros y, a consecuencia de esto, el coral está muerto o es prácticamente inexistente.
Por esta razón se recomienda no dejarse llevar por las primeras impresiones, o por la reserva fácil, y mirar todas las posibilidades existentes ya que, probablemente por el mismo precio, o quizás poco más, se puede disfrutar de una excursión más individualizada, en barcos más pequeños, con muchos menos pasajeros, y descubrir zonas de coral vivo, que es lo que se espera aquí.
Además de la consabida visita a la gran barrera, es más que recomendable acercarse a alguna de las islas turísticas que existen entre Cairns y la misma. Quizás la más conocida sea Green Island, pero precisamente por esto es la menos paradisíaca de todas. Hay muchísimas posibilidades de desplazamiento a otras islas menos visitadas, que conservan mejor su belleza natural, y que ofrecen servicios hoteleros desde las 5 estrellas, hasta pequeños lodges sin televisión y poca cobertura telefónica.
Se recomiendan las islas de Wilson, Heron y Hamiltong.