De viaje a Corea del Norte

Si alguna vez estás realmente aburrido te proponemos una actividad que seguro te va a arrancar lágrimas de risa. Se trata de teclear en el buscador de tu ordenador el nombre de la capital de Corea del Norte, Pyongyang o Pyonyang, y acudir al servicio de mapas de Google. Una vez te encuentres situado sobre la ciudad verás resaltados los monumentos más representativos de la misma, y sólo tienes que ir pinchando de uno en uno y leyendo los comentarios que usuarios de todo el mundo han ido dejando a lo largo del tiempo.

Desgraciadamente, la realidad en Corea del Norte no es tan divertida. Muchos grupos y asociaciones claman contra aquellos que deciden visitar este país, aludiendo a que se trata sólo de un gran campo de concentración que no debería de existir. 

No vamos a debatir en este artículo la ética de viajar a este lugar, que se podría extrapolar a otros tantos con parecidas circunstancias, ya que creemos que el viajero no es político y su única intención es, o debería de ser siempre, descubrir y conocer.

El turismo no es una gran industria en Corea del Norte. Apenas 6.000 extranjeros al año se deciden a viajar hasta el país, en recorridos organizados que suelen tener una duración media de apenas una semana. No es posible hacer las reservas por uno mismo, ya que todo el trayecto tiene que estar contratado con alguna agencia reconocida por el régimen norcoreano, que será la encargada de «escoltar» durante todo el viaje a los visitantes extranjeros.

Además, tampoco es que sea excesivamente barato. Generalmente se vuela hasta Beijing y desde allí es posible coger otro avión hasta la capital Pyongyang en Air Koryo, reconocida mundialmente por ser la peor aerolínea del planeta.

Otra posibilidad es acceder al país por tren, pero hay que tener en cuenta que el viaje desde la capital china tiene una duración de 23 horas.

El visado, documento imprescindible para pasar la frontera, suele otorgarse con bastante facilidad en un plazo medio de unas 6 semanas, salvo que se acuda en representación de algún medio periodístico. En este caso, la aprobación del visado podría retardarse enormemente.

La pregunta que muchos se hacen es qué hay realmente en Corea del Norte atractivo para un turista extranjero. La respuesta a esta cuestión es muy complicada, ya que estamos hablando de uno de los países más herméticos del planeta, donde cualquier malentendido podría acabar en una detención. Entendemos que se trata, básicamente, de intentar comprobar la realidad por uno mismo; ver cómo se vive día a día, cómo funciona un régimen absolutista totalmente cerrado al resto del mundo.

El viaje

En la mayoría de agencias que realizan este viaje se suele hacer una especie de reunión previa para explicar al grupo las normas que hay que seguir dentro de Corea del Norte.

Cada grupo de turistas está formado por alrededor de 10 viajeros de cualquier parte del mundo, y cuenta con dos guías locales que hablan en inglés, preferentemente. Además, se designa un chófer, que será el encargado de conducir el vehículo que trasladará a los visitantes por la ciudad y alrededores, y un cámara de vídeo que recogerá todo el acontecimiento desde la llegada a la salida del país, e intentará venderte la película de manera muy vehemente.

Principalmente, todo se resume en no entrar con revistas occidentales, publicaciones que puedan considerarse controvertidas, como la Biblia, o cualquier otro elemento, digital o escrito, que pueda contener información sobre el país o los Kims, considerados dioses.

Las pocas guías de viaje sobre Corea del Norte tampoco son bienvenidas, y es mejor dejarlas en casa. El móvil no funciona, salvo que se adquiera una tarjeta SIM a la llegada, aunque esto no se recomienda por temor a un posterior hackeo de los dispositivos electrónicos. Estos últimos sí están permitidos, pero pueden ser registrados y revisados en múltiples ocasiones durante todo el viaje.

Air Koryo es la compañía aérea estatal de Corea del Norte. Está reconocida como la peor valorada del mundo, y es la única que sólo tiene una estrella en el famoso ranking de SkyTrax.

Hay muchas leyendas urbanas en relación con la aerolínea, la mayoría basadas en la antiguedad de los aparatos que opera. En el año 2006 se le retiró la licencia por parte de la Unión Europa para poder operar en los cielos del viejo continente, debido a serias deficiencias sobre seguridad y mantenimiento.

Posteriormente, se volvío a habilitar la misma, pero sólo por la utilización de un nuevo Tupolev 204 que, al parecer, sí cumple con la reglamentación en vigor.

Air Koryo opera 23 destinos desde Pyongyang, entre los que destacan Beijing, Shangai y Dalian, en China, Kuala Lumpur y la ciudad de Kuwait. Su flota consta de 16 aviones, la mayoría viejos aparatos comprados a la antigua URSS.

Es fácil que durante el vuelo se produzcan momentos de condensación y se derrame líquido sobre algún viajero, o que los motores suenen de manera estruendosa. Carecen de entretenimiento a bordo y sólo se facilita una revista del régimen norcoreano para poder ojear.

La comida es muy difícil de identificar, al igual que la bebida gaseosa que se sirve con ella. En algunos casos es posible solicitar una cerveza, aunque esta no está garantizada.

El único punto en el que Air Koryo alcanzó una valoración aceptable es el que se refiere a la limpieza e higiene de su personal de cabina. Casualmente, los modales no puntuaban, porque en ese caso no recibiría ni la estrella de la que goza en la actualidad.

Afortunadamente, el viaje desde China apenas supera las dos horas, por lo que sólo hay que armarse de paciencia y mantener pensamientos positivos, sobre todo teniendo en cuenta que no han registrado accidentes mortales desde mediados de los 80.

La llegada

A la llegada al aeropuerto de Pyongyang están esperando los guías, el chófer, y el cámara de vídeo. En la primera conversación se explican una serie de normas que hay que seguir a rajatabla, salvo que quieras pasarte una temporada más larga en el país, concretamente dentro de una cárcel.

  • hay que seguir, en todo momento, las instrucciones de los guías.
  • no está permitido separarse del grupo.
  • no se pueden hacer fotografías sin solicitar antes autorización para ello.
  • no se puede dirigir a los locales sin solicitar antes autorización para ello.
  • no se pueden hacer fotografías de los Kim en los que salgan mal encuadrados, cortados, o desenfocados.
  • no se pueden hacer comentarios relativos a los desertores (norcoreanos que se fugaron del país), los campos de trabajo (campos de concentración donde se cree que hay unas 200.000 personas), o sobre cualquier miembro de la familia Kim.
  • no se puede criticar la situación del país.
  • se puede hablar de política o religión, siempre que no se intente hacer valer una postura contraria a la del régimen.

Se avisa también que la conexión a internet está limitada, de hecho es el único país del mundo desde el cual no se puede acceder a la red, y sólo dispone de 1.500 direcciones IP para una población estimada de 2.5 millones de personas.

Pyongyang

El viaje por carretera desde el aeropuerto hasta la capital es muy significativo de lo que es el país: no hay publicidad por ningún sitio, y apenas existe el tráfico. En Corea del Norte sólo el 3% de las carreteras están pavimentadas.

Lo que sí llama la atención es la cantidad de estatuas que hay del fundador del régimen, Kim Il-sung, 34.000 en total en todo el país, algunas de enormes dimensiones.

El abuelo del actual presidente, que fue quien fundó la nación, está considerado como un dios. De hecho, el calendario está hecho a partir de su fecha de nacimiento en 1912. Ese día se considera el año 1 del calendario Juche. Mientras que en resto del mundo vivimos en el año 2017, Corea del Norte lo hace en el año 106 del calendario Juche.

Un asunto que llama especialmente la atención es ver a personas fumando marihuana abiertamente en la calle. Aunque parezca increíble, en Corea del Norte es totalmente legal tanto su consumo, como su cultivo y venta.

El hotel en el que se suelen quedar la mayoría de turistas, dado que tiene agua caliente y todos los servicios (hasta una bolera y un spa), es el Yanggakdo Hotel, que tiene más de 1.000 habitaciones. Se le conoce como la prisión de Alcatraz de Corea del Norte y, al parecer, existen cámaras de vídeo y micrófonos situados a lo largo del mismo, por lo que se recomienda no hacer comentarios sobre el régimen aún en la intimidad de la habitación, ya que podrían ser escuchados (al igual que tantas otras cosas…).

No se permite salir del hotel sin la supervisión de los guías correspondientes, aunque dentro del mismo está autorizado deambular libremente.

Dentro de la ciudad se enseñan de manera exclusiva aquellos edificios o construcciones que sirven de propaganda al régimen. Llaman especialmente la atención las instalaciones del metro, limpias y bien decoradas.

Curiosamente, después de visitar el metro los guías te llevan al museo que existe relativo a cómo se construyó este transporte subterráneo. Lo que tiene más gracia es que posteriormente también es posible visitar el museo que recoge cómo se construyó el museo que recoge cómo se construyó el metro. La traca final de este chiste, aunque parezca increíble, es que existe otro tercer museo que recoge cómo se construyó este último…

Por supuesto, es obligada la visita al memorial Kumsusan, donde se encuentran los restos momificados de Kim Il-sung. Es obligatorio vestir camisa, chaqueta y corbata, y hay que mostrar el respeto más absoluto en su interior.

Este sitio se conoce como el Hall de la Inmortalidad, y se dice que Kim Il-sung sigue vivo en los corazones de todos los norcoreanos.

Otro lugar emblemático es el monumento de Mansu Hill, donde se encuentran dos enormes estatuas del padre y abuelo de Kim Jong-un. Hay que indicar que es obligatorio hacer una reverencia, por lo que es mejor no discutir y cumplir con el ritual.

En caso de negarse a realizar este acto de saludo y homenaje a los padres fundadores de la patria, el turista sería devuelto a su hotel, donde pasaría el resto de días sin poder salir al exterior, hasta ser expulsado del país.

Ojo, porque se avisa que el guía podría también enfrentarse a graves problemas, por lo que es mejor no meter en líos a nadie.

El resto de lugares de interés que se muestran el público durante los días de estancia son en su mayoría plazas, estatuas, museos y algunos edificios civiles que albergan instalaciones como piscinas o centros de recreo, donde difícilmente se ve a locales.

Destacan la torre Juche, el arco de la reunificación, el puente Sonjuk o el puente de la amistad.

Los alrededores

Corea del Norte se propone albergar a 2 millones de turistas en el año 2020, o eso es lo que pretenden sus autoridades.

Para ello, están construyendo a velocidad de vértigo diversas instalaciones que copian literalmente de otras que se encuentran funcionando en diversos países del mundo.

Recientemente, una delegación norcoreana visitó España para estudiar el funcionamiento y organización de diversos parques de atracciones, con el fin de intentar replicarlos en su país.

La estación de esquí de Masikryong es el mejor ejemplo de esta especie de adaptación internacional que se quiere hacer en Corea del Norte. Se construyó con tal rapidez que se ha quedado en la población la expresión «a velocidad de Masikryong», como término que alude a la rapidez en la que se puede hacer cualquier cosa.

Está situada en la montaña de Taehwa Peak, a 1.360 metros de altura y a unas 3 horas por carretera desde Pyongyang. Cuenta con 10 pistas y un hotel que dispone de habitaciones de primera, segunda y tercera categoría.

Lamentablemente, se ha documentado gráficamente la utilización de niños para trabajar limpiando los accesos a la estación en los días de peor tiempo, lo cual rompe todo el encanto que pudiese tener el lugar.

Otras dos localizaciones que suelen ofertarse a los turistas son la ciudad de Nampo, a orillas de mar Amarillo, y la celebérrima zona «desmilitarizada», el lugar más candente del planeta y que divide Corea del Norte, de Corea del Sur.

Hay que señalar que para visitar este sitio es necesaria la firma de un documento donde se reconoce el peligro que entraña la frontera, que incluso podría ocasionar la muerte en caso de producirse un tiroteo.

La tensión es permanente las 24 horas, durante las cuales soldados de ambos países mantienen sus miradas fijas los unos con los otros.

A día de hoy, la escalada de pruebas nucleares que está realizando el régimen norcoreano ha causado un grave maletar en la comunidad internacional, por lo que no es descartable un conflicto armado en un futuro próximo.

Por último, si quieres llevarte algún souvenir a tu casa puedes hacerte con un pin de la bandera del país, el cual es obligatorio llevar a sus ciudadanos. Por 1 € podrás hacerte con dos.

Los posters de propaganda del régimen también son otra compra habitual de los turistas, cuyo valor puede variar desde los 10 € a los 100 €. El intento de robo de uno de estos posters fue lo que llevó a la cárcel al ciudadano norteamericano Otto Warmbier, condenado a la pena de 15 años en prisión. Otto falleció recientemente después de ser liberado por Corea del Norte en un estado muy grave de salud.

Como apunte final indicar que conocemos aerolíneas con un historial muchísimo peor que Air Koryo, pero que cuentan con una valoración superior al ofertar otro tipo de servicios, por lo que no creemos que esta compañía sea realmente la peor del mundo.

 

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