Y esta afirmación no la hacemos nosotros, ya que fueron las palabras exactas utilizadas por los responsables de la aerolínea rusa Rossiya en el año 2010, cuando calificaron al Antonov AN-148 como «inaceptable», en términos de seguridad.
La única verdad es que este modelo de avión fue probado por la compañía aérea estatal rusa Aeroflot, que acabó traspasando su flota a Rossiya, en cumplimiento de las normativas estatales vigentes por entonces, que obligaban a la utilización de aviones de fabricación rusa en el sector aéreo comercial civil.
Rossiya estuvo operando tan solo 3 meses una flotilla de cinco Antonov AN-148, tiempo que utilizó para dejar constancia de los múltiples fallos e incidencias sufridas con este modelo, que finalmente haría públicas a través de declaraciones en las que se indicaba que el mismo no era capaz de aportar «un suficiente nivel de seguridad en vuelo».
Según los datos aportados por la aerolínea rusa, los cinco AN-148 volaron un total de 1.725 horas durante los 3 meses, presentando en ese período de tiempo un total de 235 incidencias, las cuales requirieron más de 2.000 horas en trabajos de reparación.
De hecho, de los cinco aparatos traspasados a Rossiya, uno apenas pudo volar 3 días en los tres meses, debido a múltiples fallos técnicos.
Según los datos publicados en su día, los Antonov AN-148 provocaban graves averías cada 344 horas, lo cual choca bastante con las estadísticas correspondientes a otros modelos occidentales mundialmente operados por la inmensa mayoría de compañías aéreas, como los Airbus, cuyas flotas registran este tipo de incidencias cada 5.355 horas de vuelo.
Rossiya hacía referencia a problemas graves con el tren de aterrizaje, sistema eléctrico y el sistema de control de vuelo, que en tan solo 3 meses había provocado 31 fallos.
Además, la aerolínea tuvo que reemplazar los dos motores de uno de los aviones, lo cual tampoco mejoró las estadísticas a las que hacían referencia.
Por último, Rossiya declaraba que la información facilitada por el constructor, IIyushin Finance, en cuanto a las horas de mantenimiento necesarias en la operación regular de este modelo no eran verídicas, ya que finalmente se necesitaron 4 veces más que las indicadas.
Finalmente, en el año 2010 Rossiya traspasaba todos sus Antonov An-148 a Saratov Airlines, la aerolínea que sufría el accidente mortal el pasado Domingo.
Todas estas declaraciones hicieron que otra compañía aérea que estaba a punto de ordenar varias unidades de este modelo para su flota, la también rusa Atlant Soyuz, abandonara la idea y se decantara finalmente por el Sukhoi SuperJet.
Esta lluvia de acusaciones hizo que el constructor aéreo estatal ruso, UAC (United Aircraft Corporation), se comprometiese a invertir 232 millones de dólares para mejorar los parámetros de seguridad del modelo AN-148, el cual acabó destinando a otra empresa subsidiaria llamada Irkut.
Apenas 6 meses después de todo esto, en Marzo del año 2011 y cuando se estaban realizando vuelos de prueba para mejorar este modelo, se produjo un accidente mortal que acabó con la vida de los 6 ocupantes del avión.
Según la información oficial que trascendió tras el siniestro, el avión estaba volando a 59 nudos (110km/h) por encima de la velocidad máxima permitida, también conocida como VNE (Never Exceed Speed), lo que provocó que se produjeran vibraciones de baja frecuencia en todos sus ejes, que acabaron por hacer que se desintegrase, literalmente, en el aire.
La investigación oficial ordenada tras el accidente confirmaba que las lecturas de velocidad en cabina no eran correctas, y que por ello los pilotos no fueron capaces de advertir que habían superado los parámetros de seguridad establecidos.
Además, las investigadores acusaban a los ocupantes del avión por no haber sabido responder correctamente a la incidencia, demostrando «una gran falta de coordinación que resultó en la toma de acciones inadecuadas».
Todo esto llama poderosamente la atención, considerando la información oficial que se ha publicado estos días tras el accidente mortal ocurrido el pasado Domingo, una vez se ha estudiado el contenido de las dos cajas negras recuperadas, en la cual también se hace referencia a lecturas incorrectas en cabina de la velocidad del avión, supuestamente provocadas por la obstrucción de los tubos pitot con partículas de hielo.
Ahora, 8 años después de surgidas las primeras incidencias y críticas relativas a la seguridad de este modelo, las autoridades rusas se están planteando prohibir sus operaciones. Es necesario recordar que Rossiya es la aerolínea encargada de transportar al presidente ruso y a todos sus ministros, por lo cual no es precisamente sospechosa de ser parte de la oposición política.
Por ello, cuando en el 2010 emitió unas declaraciones tan devastadoras sobre un modelo de avión de fabricación rusa, quizás se tendrían ya que haber tomado las medidas oportunas, que habrían evitado el fallecimiento de los 6 tripulantes del vuelo de prueba en el 2011 y los 71 ocupantes del ocurrido hace 4 días.
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