De todos es conocida la aversión del presidente norteamericano a todo lo que procede del Sur de su país, y más concretamente a México, a cuyos ciudadanos ha culpado directamente como origen de la gran mayoría de males que sufren en la actualidad los estadounidenses.
No sólo ha actuado como el típico abusón de colegio, intentando amenazar y menospreciar a sus vecinos mexicanos, sino que ha optado directamente por el ataque a varias de sus fuentes más importantes de ingresos, como por ejemplo el turismo.
Aprovechando recientes acontecimientos ocurridos en toda la provincia de Quintana Roo, en la que se encuentra la población de Cancún, la administración norteamericana sacaba una extensa nota avisando a los viajeros estadounidenses de los posibles riesgos que podrían encontrarse en caso de viajar a México.
En este aviso de seguridad se especificaba que en esta zona costera del país vecino se habían producido enfrentamientos armados entre distintos grupos criminales, y también entre estos y las fuerzas del orden, lo que había causado que turistas inocentes que se encontraban en esos momentos paseando por la zona acabasen víctimas de la lluvia de balas.
Este texto, que fue publicado precisamente el día 22 de Agosto del año pasado, en pleno Verano, provocó una leve caída en el numerosísimo grupo de turistas norteamericanos que acuden cada año a Cancún, que son mayoría entre los del resto del mundo.
Puedes leer dicho comunicado en este enlace: Mexico Travel Warning.
Importante repercusión económica
Más de 10 millones de extranjeros visitan cada año este enclave privilegiado de la costa mexicana, lo que supone un tercio de todo el turismo internacional que recibe el país.
La compañía aérea más grande del planeta, American Airlines, tiene en sus rutas hacia Cancún una de sus fuentes más importantes de ingresos, al igual que la aerolínea lowcost Southwest.
Por su parte, Delta Airlines ya ha comenzado a invertir en AeroMexico, gastándose más de 600 millones de dólares y Spirit, otra de las que más opera con sus vecinos del sur, ha confirmado que sus vuelos a esta zona del Caribe se han convertido rápidamente en una de las fuentes de beneficios más considerables de la compañía.
Con este tipo de declaraciones de índole totalmente económico, las grandes empresas aéreas de los Estados Unidos estaban lanzando un mensaje claro y directo a sus gobernantes, alertando de las repercusiones negativas que podría tener para ellas, y con ello para la economía del país, un retroceso importante en sus vuelos hacia Cancún, principalmente.
Como pasa siempre en este tipo de situaciones, lo que es desgracia para algunos acaba convirtiéndose en buenas noticias para otros. Los terribles efectos que hasta hace pocas fechas dejaba a lo largo de casi todo el Caribe el huracán Irma, hizo que el porcentaje de visitantes a Cancún, Playa del Carmen, y toda la provincia de Quintana Roo y la península de Yucatán aumentasen hasta un 6,3% sobre el mismo período de tiempo del año 2016.
Finalmente, durante el pasado año toda el área logró aumentar un 8% en crecimiento turístico, uno de sus mejores regístros históricos, lo que quiere decir que la advertencia de la administración Trump apenas ha tenido consecuencias entre el público norteamericano, y si así ha sido, estas se han visto compensadas con el aluvión de cancelaciones que fue necesario realizar en todos los destinos turísticos afectados por los fenómenos meteorológicos adversos, cuyos visitantes acabaron recalando en la costa mexicana.
Aumento de la violencia
Lo que es innegable, y los números y estadísticas están ahí para confirmarlo, es el repunte de la violencia en esta zona del país mexicano.
Según los datos publicados, a Diciembre del 2017 habían perdido la vida en Cancún de forma violenta 215 personas, en unos niveles de criminalidad y crueldad nunca antes vistos.
Todas las alarmas saltaban en Enero del pasado año, cuando alrededor de 10 personas fuertemente armadas con fusiles de asalto atacaban la sede norte de la Fiscalía de Quintana Roo y el Centro de Comando conocido con el nombre de C4.
Este hecho, que se produjo a plena luz del día y provocó intensos tiroteos que acabaron con la vida de varios turistas, era una afrenta de carácter mayúsculo a la administración del Gobernador en la zona, Carlos Joaquín González, el cual optó por desarrollar un plan especial destinado especialmente a evitar situaciones como la ocurrida y, sobre todo, a blindar de todas las maneras posibles a los millones de visitantes extranjeros que deciden pasar cada año sus vacaciones en Cancún y destinos limítrofes.
Si bien es cierto que acontecimientos tan graves como el comentado no han vuelto a ocurrir, también es verdad que los asesinatos, ejecuciones, robos, atracos, secuestros y agresiones sexuales han seguido en aumento.
En nuestro país se produjo una situación de alarma similar en el año 2013, cuando seis turistas españolas fueron violadas mientras pasaban sus vacaciones en Acapulco, en la costa del país que limita con el Océano Pacífico.
Este hecho fue muy comentado en todos los medios de comunicación y aireado durante meses, con la añadidura de múltiples elementos escabrosos que poco aportaban a la noticia y que resultaron en una bajada de la demanda para viajar a esta zona de México.
Afortunadamente, tampoco se volvieron a repetir hechos tan graves, con lo que se produjo el conocido «efecto rebote», que es como se denomina al aumento repentino de visitantes en una zona que previamente ha sufrido algún tipo de catástrofe natural, inestabilidad política, ataques terroristas o hechos delictivos de esta naturaleza.
Las estadísticas hablan
La pregunta que debemos hacernos ahora todos aquellos que viajamos es si es seguro hacerlo a esta zona de México, y hasta que punto podemos estar poniendo en peligro nuestra integridad física.
Para responder de la manera más objetiva posible debemos hacerlo con las estadísticas en la mano, única forma de mantener una imparcialidad necesaria para valorar este tipo de situaciones.
Nadie nunca podrá asegurarte con un 100% de seguridad que es imposible tener un accidente si vuelas en avión, pero de acuerdo con las estadísticas actuales, el porcentaje de riesgo es mínimo. Si además de esto se considera la comparación con otros medios de transporte, el resultado final es que es más probable que sufras un accidente grave saliendo con el coche del garaje de tu casa, que haciendo un vuelo de largo recorrido sobre el océano.
De esta manera, Business Insider ha elaborado un ranking de las poblaciones más inseguras del planeta, con el resultado final de situar 43 de las 50 primeras en Latinoamérica, de las cuales 19 son en Brasil, 8 en México y 7 en Venezuela.
En esta lista se ha calculado el índice de criminalidad atendiendo al número de homicidios que se producen por cada 100.000 habitantes.
Actualmente, Caracas (Venezuela) tiene el triste mérito de ocupar la primera posición, Acapulco (México) la segunda y San Pedro Sula (Honduras) la tercera.
Curiosamente, nada dice la administración Trump sobre el hecho de que 4 ciudades norteamericanas se cuelen entre los 50 primeros puestos: Detroit en el número 36, Nueva Orleáns en el 34, Baltimore en el 26 y St. Louis en el 14.
Si a esto le sumamos tiroteos indiscriminados y aleatorios en otros puntos del país, atentados terroristas, y elevados índices de delincuencia en determinadas aéras, deberíamos llegar a la conclusión de que para un viajero no es más peligros viajar a Cancún que a muchos otros destinos norteamericanos, ya no digamos si están localizados en países centroamericanos como Honduras o El Salvador, o sudamericanos como Brasil.
Con esto queremos decir que atendiendo a las estadísticas, que es la única manera de establecer algún tipo de parámetro medianamente objetivo, Cancún no es un destino que pueda considerarse peligroso.
Obviamente, y con el fin de minimizar riesgos, es recomendable adoptar todas las medidas de auto protección posibles, pero exactamente igual que haríamos si estuviésemos visitando determinados barrios de Nueva York, Nueva Orleáns o Detroit.
Tengamos en cuenta que cuando más de 10 millones de personas se trasladan anualmente a disfrutar de este enclave del Caribe, no es por casualidad, sino más bien porque cuenta con la infraestructura, medios, y condiciones naturales necesarias para ser uno de los destinos más visitados del planeta.