Israel: la otra cara de la moneda

Probablemente estemos hablando de una de las zonas más «calientes» del planeta, donde los períodos de paz duradera se pueden contar con los dedos de una mano, pero que al mismo tiempo sigue funcionando de cara al turista como un destino interesante al cual viajar.

Cuando ya hacía algún tiempo desde que Israel no entraba a formar parte de las noticias de los telediarios, el reciente anuncio de la administración Trump de trasladar su embajada a la ciudad de Jerusalén, ha prendido de nuevo la mecha en uno de los polvorines más acostumbrados a los enfrentamientos infinitos e indefinidos.

Si bien dicha noticia creemos que tendrá unas aplicaciones prácticas que se dilatarán enormemente en el tiempo, dada la complejidad que existe para construir e implementar un edificio que funcione como embajada, y más aún en un país como Israel, lo cierto es que la situación ha vuelto a levantar de nuevo los fantasmas de ataques y atentados, cobrándose en tal solo unos días varias vidas.

Israel es el único destino de la aerolínea Iberia en Oriente Medio, una apuesta sorprendente sobre la que muchos todavía tenemos ciertas dudas, y no precisamente por el potencial turístico de Israel, sobre el cual estamos total y absolutamente convencidos, sino más bien por una inestabilidad constante que provoca precisamente el desinterés del viajero que no desea buscarse ni encontrar problemas mientras está de vacaciones.

Situación actual

Tanto el Foreign Office británico, como el Ministerio de Asuntos Exteriores español, coinciden en apuntar la necesidad de mantener un alto nivel de precaución en caso de visitar el área.

Se destacan, principalmente, 3 zonas especialmente conflictivias, a las cuales se recomienda no acercarse de ninguna manera:

  • Frontera de Israel con Gaza.
  • Frontera de Israel con Siria y Líbano.
  • Frontera de Israel con Egipto.

En estos 3 puntos la probabilidad de atentado, o cualquier otro tipo de ataque, es verdaderamente alta, por lo que ambos bureaus coinciden en desaconsejar de manera taxativa la visita, recomendando mantenerse a una distancia mínima de 40 km de cualquiera de ellos.

Por otro lado, se hace especial hincapié en la recomendación de no utilizar el transporte público, el cual ha sido en el pasado una vía para perpetrar diversos ataques. 

En cuanto a Jerusalén, la zona de la puerta de Los Leones, Puerta de Damasco y explanada de las mezquitas es especialmente sensible. En general, se recomienda evitar las aglomeraciones de gente en la ciudad vieja de Jerusalén, por ser uno de los objetivos principales de los terroristas.

Debemos también recordar que si bien la inmensa mayoría de turistas que se desplazan a Israel no encuentran ningún tipo de problema a su entrada al país, no deja de ser infrecuente que en algunos casos muy particulares las autoridades opten por interrogar al viajero, sobre todo si se sospecha que ha participado en cualquier tipo de acto en contra del país. Esto incluiría la revisión total del equipaje y enfrentarse a una serie de preguntas de carácter personal que de no ser contestadas adecuadamente significarían el regreso inmediato al país de origen.

Hay que señalar también que el visado israelí en el pasaporte puede dificultar la entrada a otros países árabes. Si bien se puede solicitar, tal y como se hace en otros destinos que comparten la misma problemática, que el mismo se imprima en una hoja aparte, esto queda siempre a instancias de la decisión que tome el agente de aduanas.

En todo caso, parece que deberemos esperar el devenir de los acontecimientos ya que, con la excusa de la reciente decisión tomada por el presidente de los EEUU, la violencia podría volver a instalarse en la zona.

El lado bueno

Probablemente hay muchos viajeros que no lo saben, pero Tel Aviv comparte el mismo lema que hizo famosa a Nueva York: «La ciudad que nunca duerme».

La vida nocturna en esta ciudad es intensa, a la par con la oferta de locales para todos los gustos y un enorme abanico de restaurantes de reconocido prestigio. En algún entorno podría ser incluso comparable con la mismísima Ibiza, con la diferencia de que en Israel, como media, se suelen disfrutar unos 300 días de sol al año.

Están especiamente concurridos, y a veces son algo complicados de localizar, los clubes underground de Rothschild Boulevard, los cuales son la principal competencia de los bares que se sitúan en Neve Tzedek, otra de las zonas con mayor moviento nocturno.

Para los más bohemios, se recomienda visitar el barrio de Florentin.

El Imperial Craft Cocktail Bar fue votado como el mejor bar de Africa y Medio Oeste en el año 2014, y actualmente se encuentra entre los 20 mejores de todo el mundo.

Restaurantes como North Abraxas, o The Salon, en el cual los cocineros preparan sus platos en una cocina abierta delante de los clientes, cuentan también con un importante prestigio a nivel internacional y es necesaria la reserva previa si se pretende comer o cenar en ellos.

Para los amantes del dulce, sin duda, la visita está en Carmel Market, donde es posible degustar caramelos de prácticamente todas partes del mundo.

Las playas

Por si alguien se le había olvidado, Israel cuenta con más de 200 km de costa, en los que se esconden playas dignas de competir con las mundialmente más conocidas por el público en general.

La propia Tel Aviv cuenta con una playa de 10 km, con cierto aire californiano por la gran presencia de surfers, donde abundan las cafeterías, restaurantes y locales chill out.

Igual que en el estado norteamericano, toda la zona es recorrida por cientos de runners, ciclistas y paseantes, muchos de estos con sus mascotas, y cesan toda actividad física al atardecer para admirar la puesta de sol desde la terraza de alguno de los muchos bares de moda que hay en las cercanías.

A los amantes de lugares más tranquilos y menos transitados les recomendaríamos Alma beach, al Sur de la ciudad. Justo en el punto opuesto, al Norte, se esconden las increíbles arenas del distrito de Herzliya o Michmoret.

La alternativa para aquellos que quieran huir de los turistas que se reúnen a lo largo del Mar Muerto, está en la Galilea Occidental, la región más montañosa del país, la cual se conoce como la «Toscana del Medio Este».

Se trata del paisaje más verde del que se puede disfrutar en toda el área, y además cuenta con el valor añadido que le dan los castillos que en su día ocupaban los Cruzados, como el de la fortaleza de Montfort. Justo en esta zona se alquilan bicicletas para realizar diversas rutas desde las que se pueden admirar unas increíbles vistas.

Otra atracción de la zona es la formación rocosa conocida como Rosh HaNikra, por la que penetra el mar y a la que se accede en el que se califica como el teleférico con mayor desnivel del mundo.

Conclusión

Israel es un destino turístico que tiene más cosas que ofrecer al viajero que una historia y herencia que se remonta a los 5.000 años de antigüedad, por si esto no fuera ya en sí motivo más que suficiente para una visita.

Además de sus 230 museos, una media superior a la de cualquier otro país, cuenta con atractivos suficientes para convencer al viajero más exigente, con una oferta a la altura de otros lugares mucho más populares y manifiestamente mucho más caros.

Lamentablemente, la situación es inestable en algunos puntos del país, aunque este problema actualmente es extrapolable a prácticamente cualquier parte del planeta.

La historia y todos los acontecimientos que han ocurrido a día de hoy, han enseñado a los israelitas a seguir con su vida cotidiana, a pesar de que esta pueda estar salpicada en ocasiones de altercados de distinta índole y gravedad.

Esperaremos a ver cómo evoluciona la crisis actual, pero no por ello dejaremos de recomendar a Israel como destino turístico a la altura de cualquier otro.

 

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