Sólo un viajero experto es capaz de reconocer la diferencia entre un viaje «barato» y otro «caro». El turista ocasional resuelve el problema de una manera mucho más fácil: mira exclusivamente el precio final de los servicios que se le ofrecen y lo compara con sus expectativas y presupuesto. Si este se encuentra por encima de lo esperado, es caro,…
