Sí, has leído bien, no se trata ni de un juego de palabras, ni de una metáfora sutil para atraer tu atención; estamos hablando de la luna, nuestro satélite. Lo que hace no demasiados años podría parecer un cuento para niños, o el argumento de una película de ciencia ficción, hoy en día ya es una realidad. Desde el principio de la carrera espacial, cerca de 600 personas han tenido el privilegio de viajar al espacio, de las cuales 7 fueron civiles que compraron su propio «ticket» para poder realizar la gran excursión.

La industria turística espacial ya ha nacido, aunque todavía está en pañales, y está esperando a que sus clientes se vayan apuntando a todas las actividades que tienen organizadas, para poder convertir en habitual lo que ahora mismo sólo está reservado para millonarios. No te asustes, sabemos que las cantidades de dinero que se necesitan para convertirse en astronauta por unos días no están al alcance de casi nadie, pero sigue leyendo y quizás descubras que hay otras maneras de lograrlo, y quizás tú seas una de esas personas destinadas a formar parte de lo que acabará convirtiéndose en la mayor industria turística de la historia de la humanidad.

¿Quién organiza esto?

Rusia es el país responsable de toda la organización, así como quien aporta todos los vehículos y materiales necesarios para una experiencia de semejante calibre. Aunque los rusos perdieron, en su día, la carrera espacial con EEUU, la industria aeroespacial soviética está mundialmente reconocida como líder en su terreno, y es sumamente fiable. Además, en la actualidad, todos los avances en este campo son compartidos entre la inmensa mayoría de países, exceptuando China, por lo que ya no se guardan secretos como antaño. La información necesaria está disponible, y es la misma, tanto para Rusia, como para EEUU y la Agencia Espacial Europea, que reúne a los países más avanzados del viejo continente.

¿Quién puede viajar?

En teoría, cualquiera de las experiencias que citaremos están abiertas al público en general, aunque en la realidad los precios prohibitivos que están en vigor sólo pueden ser abonados por muy pocos. Os desvelaremos más adelante alguna manera para poder llegar al espacio sin gastar ni un solo euro.

En cuanto a lo referente a la preparación física, se han reducido enormemente los requerimientos que necesita un astronauta para poder acceder a alguna misión espacial. Se ha tenido en cuenta que se trata de viajeros, turistas de las estrellas, o como se quiera llamarlos, pero no son astronautas profesionales, por lo que no van a pilotar ninguna nave. Igual que cuando subimos a un avión no tenemos que hacer un exámen para saber cómo aterrizar un Airbus 320, para acceder a la luna hay que completar un programa físico y teórico completo, pero sólo a efectos de aclimatación y conocimiento de lo que se está haciendo, y es asequible para gran parte de la población.

¿Dónde se hace la preparación?

Para todas aquellas experiencias que requieran de una preparación previa, hay que acudir al Yuri Gagarin Cosmonaut Training Center, en Moscú. Dependiendo de la actividad a realizar, variará el número de días de entrenamiento, y con ellos la estancia en este centro.

¿Qué tipos de experiencias se están ofertando en la actualidad?

Se ha querido contar con el más amplio abanico de posibles clientes, por lo que se han creado una gran variedad de actividades con el fin de intentar contentar a casi todo el mundo.

1.- Ver despegue de cohete espacial.

Precio: no se nos ha facilitado.

Quizás la manera más fácil de despertar el interés por las estrellas. Rusia está lanzando su cohete espacial, «Soyuz-FC Booster Rocket», cuatro veces al año, en sus instalaciones de Kazajistán, bautizadas con el nombre de Baikonur. El viaje incluye el desplazamiento hasta Moscú y estancia en un hotel de 5 estrellas de la capital, traslado en jet privado hasta la base espacial, estancia en hotel de 5 estrellas cercano a la misma, tour privado, y reserva de asientos VIP, a menos de 100 metros del lugar de lanzamiento.

La segunda opción, inmensamente más asequible, es viajar por tus medios hasta Baikonur y ver el cohete desde fuera de las instalaciones. Ojo, la presencia militar y policial en la zona es sumamente grande, por razones obvias, así que no es tan fácil como «acercarse» a mirar. Hay zonas desde donde se permite ver el lanzamiento, a una distancia considerable, y es totalmente obligatorio permanecer en ellas.

La opción de Cabo Cañaveral, en los EEUU, tampoco es descartable, sobre todo por las facilidades para viajar a este lugar. Ahora mismo la actividad de lanzamientos es inferior a la rusa, pero conociendo las fechas adecuadas es muy asequible asistir al evento desde las inmediaciones. Importante llevar una escalera, o disponer de algún lugar o medio elevado para poder levantar la cabeza por encima de los miles de personas que se reúnen en los alrededores.

2.- Sentir ingravidez

Precio: aproximadamente 4.600 euros, dependiendo del lugar donde se haga.

Las opciones para realizar esta experiencia son múltiples, ya que existen en la actualidad una gran variedad de empresas que se dedican a comercializarlas en los 4 continentes. Se trata de subir abordo de un avión comercial especialmente modificado, normalmente un Boeing 727 o similar, el cual asciende a gran altura y procede a realizar descensos rápidos, lo que provoca en la cabina una sensación momentánea de ingravidez. Posteriormente se vuelve a ascender, realizando el dibujo de una parábola, para volver a realizar la misma maniobra unas 10 veces. Ojo, no es una actividad apta para estómagos débiles. Algunos pasajeros se marean después de las 2 ó 3 primeras parábolas, lo que les impide disfrutar del resto de la experiencia.

3.- Tocar el límite del espacio

Precio: 17.500 euros

Se trata de realizar un vuelo en el temido MIG-29 soviético, de aproximadamente una hora de duración. En el momento álgido se alcanzarán los 22.000 metros sobre el nivel del mar (los aviones comerciales no suelen superar los 13.000), lo que supone entrar en la estratosfera. A esta altura es posible ver la curvatura de la tierra, y el cielo sobre nuestras cabezas ya no es azul, sino de color negro. En general, salvo por el excesivo costo, se trata de una actividad asequible para muchos, pero los fantásticos pilotos rusos gustan de adornarse realizando mil piruetas, y otras maniobras que acumuluan muchas «g», por lo que, o se negocia lo contrario antes del despegue, o hay que estar preparado para el show acrobático correspondiente.

4.- Orbitar la Tierra

Precio: 47.000.000 de Euros

Viendo el precio de este viaje suponemos que tus últimas vacaciones te parecerán una ganga. El programa de la actividad es muy «sencillo»: se trata de despegar desde la base rusa de Baikonur a bordo de una Soyuz TMA-M, la cual ha demostrado ser el medio de transporte con mayores garantías para viajar al espacio, y pasar 12 días en la estación espacial internacional (sección rusa). A pesar del entrenamiento recibido, es normal que los primeros 2 ó 3 días se pierdan vomitando o intentando dormir, pero después de la correspondiente aclimatación es posible disfrutar de una de las vistas más bellas a las que puede aspirar el ser humano: ver su propio planeta desde el espacio.

Para ser exactos, hay que apuntar que la estación espacial se encuentra, aproximadamente, a una distancia de 400 km de la tierra, lo que significa que todavía está influenciada por la poderosa fuerza de gravedad de esta. De hecho, en realidad está cayendo sobre la misma, aunque al estar situada en una órbita a una velocidad de 28.000 km/h, y poder disponer de un sistema de propulsión para ajustar su trayectoria, le es posible mantenerse de manera indefinida alrededor de nuestro planeta.

Cada 90 minutos completarás una vuelta, pero lo mejor es que la trayectoria siempre es diferente, por lo que nunca te aburrirás de mirar por la ventana. Decir que el espectáculo no tiene precio ya no es del todo correcto, aunque este sea, a día de hoy, completamente disparatado. Por cierto, puedes ver dónde está exactamente la estación espacial, a tiempo real, aquí.

5.- Paseo espacial

Precio: 47.000.000 de Euros

Es una ampliación de la experiencia anterior, y el precio es similar. Además, suponenemos que quien esté dispuesto a pagar estas cifras, le dará igual un millón más o menos. La actividad consiste en añadir un paseo espacial mientras se está dentro de la estación internacional. Para ello es necesario aumentar el tiempo de entrenamiento en tierra, así que cuenta con un mes más de preparación en el centro de cosmonautas. El traje que utilizarás será un «Orlan» de fabricación rusa, con una autonomía superior a las 6 horas, y el cual es autosuficiente, es decir, no necesita ningún tipo de cable que lo conecte con la nave principal.

El entrenamiento se realiza en una piscina bajo el agua, donde se encuentra recreado el módulo espacial, ya que es el lugar donde mejor te acostumbrarás a la falta de gravedad y a realizar el mismo tipo de movimientos que harás una vez estés flotando en el negro universo. Ten en cuenta que muchos astronautas que han ido al espacio no han podido disfrutar de esta experiencia, y los que la han realizado la equiparan a sentirse como una minúscula mota de polvo en medio de un entorno infinito, así que si padeces de vértigo, mejor ahórrate el dinero.

6.- Viajar a la Luna

Precio: 141.000.000 de Euros

Ya sabemos que se sale de tu presupuesto para las próximas vacaciones, pero al menos lee el programa que han preparado para todos aquellos dispuestos a pagar su precio. Para comenzar y para ser más exactos, hay que precisar que se trata de orbitar la luna, no de aterrizar, en este caso alunizar, en ella. Es decir, no cuentes con poder pasearte al estilo de Aldrin o Armstrong, ya que eso, a día de hoy, sí que se queda fuera del alcance turístico.

El programa comienza de la misma manera que los dos anteriores: accediendo a la Estación Espacial Internacional, donde pasarás 10 días y podrás completar muchas órbitas a nuestro planeta y, si lo deseas, realizar los paseos espaciales antes descritos, además de aclimatarte para lo que va a acontecer después. Mientras completas tu estancia con el resto de astronautas, se lanzará un segundo cohete desde Rusia que llevará el módulo lunar y el módulo de propulsión. Transcurridos los 10 días en la EEI, y con la ayuda de la Soyuz TMA-M de la que hablamos antes, te acoplarás a estos últimos, lo cual te facilitará el espacio vital necesario para poder sentirte lo más cómodo posible durante los 6 días siguientes, que dura el viaje de ida y vuelta hasta la luna.

Te acercarás a una distancia máxima de nuestro satélite de 100 km, con el fin de evitar ser atraído por la gravedad lunar, y completarás la órbita correspondiente en la que podrás observar con detenimiento la cara oculta, algo que muy pocos seres humanos han podido hacer a día de hoy. Además de esto, por si fuera poco, asistirás al espectáculo indescriptible de ver salir el planeta tierra detrás de la luna, al contrario de lo que vemos cada día el resto de mortales. Una vez completada la vuelta, tomarás de nuevo velocidad y procederás a realizar el camino de regreso. ¿Suena atractivo, verdad?

Ni que decir tiene que se trata de una actividad de altísimo riesgo, ya que en caso de emergencia no hay ambulancias ni equipos de rescate que te puedan ayudar, pero el espectáculo vale la pena, no nos cabe la menor duda. Hay que decir que tendrás que pasar por campos de radiación letal, los cinturones de Van Allen, y que las posibilidades de fallos mecánicos son reales, aunque desde la tragedia del transbordador Columbia STS-107 se han minimizado mucho y no han resultado en más muertes.

Como decíamos al principio, hay posibilidades de que tú, sí tú, puedas algún día llegar a realizar este viaje sin pagar ni un solo euro. Como sabes, esta industria comenzó en el año 2001 con el primer astronauta civil que pagó su viaje al espacio, un jubilado llamado Dennis Tito. A día de hoy ya han sido 7 los que han completado la aventura, y se prevé que este número crezca de manera exponencial muy pronto. Hay grandes marcas comerciales que ya han solicitado información para poder ser las primeras en anunciarse desde el espacio, y están buscando candidatos para representarlas fuera de nuestro planeta. Aunque pudiese parecer lo contrario, no hay demasiados músicos famosos, ni deportistas, ni actores, excesivamente interesados en hacer el viaje, por lo que se ha sabido que es probable que finalmente sean meros profesionales técnicos, como cámaras, o presentadores de televisión, los que vivan la experiencia, así que no es tan descabellado pensar en ti mismo.

Por otro lado, tanto diversos países, como organizaciones empresariales, incluso muchas universidades, estarían dispuestos a becar candidatos con el fin de poder realizar algún tipo de estudio fuera del planeta. Hasta ahora había que presentar los proyectos científicos a la agencia espacial correspondiente, y esta decidía llevarlos a cabo o no, por medio de los astronautas de los que dispone en el espacio. Ahora esto ha cambiado, y con la llegada de personal civil podrán ser los propios científicos y estudiosos los que desarrollen sus proyectos, por lo que ya sabes, quizás hay una plaza reservada para ti en un futuro próximo.

Ten en cuenta que si puedes realizar estas experiencias, el temido momento de tener que ver las fotos de vacaciones de los amigos y conocidos, en tu caso se habrá convertido, por fin, en un auténtico espectáculo.

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