En muy pocas ubicaciones de nuestra geografía, por no decir en ninguna, podrás encontrar un lugar con un potencial turístico tan sumamente alto y al mismo tiempo tan sumamente abandonado por todas las instituciones, como en la ciudad de A Coruña.
La dejadez empieza a ser tan espectacularmente escandalosa, que la capital de la provincia ha pasado en tan solo 4 años a formar parte de las ciudades más sucias de España, de acuerdo a los resultados publicados en el pasado mes de Abril por la OCU.
Pero no sólo las calles se han llenado de basura, pintadas y excrementos, sino también de muchos coches y lo que es peor: atascos.
Con menos de 250.000 habitantes, A Coruña es la ciudad que ocupa el puesto 15 en el ranking nacional por población, sin embargo, tiene el dudoso honor de posicionarse en el séptimo puesto en el que corresponde a las urbes que sufren más atascos y congestiones de toda España.
El lema de A Coruña siempre ha sido: «La ciudad donde nadie es forastero», pero pronto va a tener que modificarse a «la ciudad donde no hay forasteros», ya que las carencias organizativas están enterrando cualquier posibilidad de generar turismo.
El aeropuerto
No es ninguna novedad el apuntar que el AVE todavía no ha llegado a tierras gallegas, por lo que si piensas desplazarte en tren, ármate de paciencia.
Llegar por carretera es otra opción, pero antes deberás valorar dónde te quieres alojar, porque aparcar cualquier vehículo en el centro de la ciudad es una tarea prácticamente imposible. En el caso de dejarlo en un garaje, tendrás que tener en cuenta antes las dimensiones de tu coche, ya que las plazas de muchos parece que sólo se han diseñado para pequeños utilitarios, única y exclusivamente.
El aeropuerto de A Coruña está ubicado en la población vecina de Culleredo.
A pesar de que la vía principal de comunicación de la ciudad, la autopista AP-9, transcurre a escasos 300 metros del reciento aeroportuario, en 25 años nadie ha querido/podido/sabido enlazar ambas infraestructuras, por lo que para entrar a la ciudad deberás atravesar una pequeña carretera que transcurre por el pueblo de Vilaboa, y que acumula el grueso del tráfico no sólo local, sino también el que va y viene del aeropuerto.
Esto significa que, con suerte y poco tráfico, un taxi desde el aeropuerto a la ciudad te puede salir por unos 15/20 euros.
En cuanto a transporte público, hay un autobús que realiza el servicio entre Alvedro y A Coruña, con un coste de 1,50 euros, pero durante semana sólo opera cada media hora, aumentado el tramo horario a una hora durante los fines de semana.
Además, no es tipo shuttle, sino un servicio regular con bastantes paradas intermedias, por lo que no cuentes con menos de 40 minutos para completar tu trayecto, y a mayores lo que tardes en llegar desde la parada hasta el alojamiento escogido.
La entrada
El recibimiento a la ciudad por carretera comienza una vez se atraviesa el vetusto Puente del Pasaje, sobre la ría de O Burgo.
Esta construcción, de más de 40 años de antigüedad, hace mucho tiempo que quedó obsoleta e incapaz de canalizar el aumento de tráfico que se ha ido experimentando desde los años 70.
Como además es el único medio que conecta A Coruña con las playas más cercanas de las localidades vecinas, durante la época estival suele permanecer colapsado casi de manera permanente.
Una vez superado este primer escollo, lo primero que puede apreciar el visitante foráneo es un asentamiento chabolista ilegal en las ruinas de lo que una vez fue la planta de una empresa conservera.
Este problema, que se ha enquistado a lo largo de los años, es otro de los que no se quiere/puede/sabe resolver por parte de ningún gobierno de los que han pasado por el consistorio coruñés.
La ciudad
Nadie puede discutir la belleza intrínseca de A Coruña, una urbe totalmente abierta al mar.
Sin embargo, no todo se puede quedar en la típica estampa de las fachadas de las viviendas que se encuentran en La Marina, una de las fotografías más típicas de A Coruña.
La parte central y alrededores del ayuntamiento, se conoce como «la ciudad vieja», como en tantos otros puntos de la geografía del país.
En el caso de A Coruña, conserva auténticos tesoros medievales, como la Colegiata de Santa María del Campo, del siglo XIII.
Sin embargo, si tienes algún «apretón» y muy poca educación y vergüenza, debes de saber que no hay mayor problema en que hagas tus necesidades donde sea, hay vía libre para ello.
Todas las mañanas, principalmente después de los fines de semanas, las calles que cualquier otra ciudad conservaría con orgullo, dándoles la importancia histórica que les corresponde, amanecen «regadas» por orines, vómitos y demás excrementos.
Además, hay otra suciedad que perdura más en el tiempo que esta, que son las pintadas que aparecen constantemente sobre cualquier pared de cualquier edificio. A Coruña tiene un gravísimo problema en este sentido que, a falta de soluciones por parte de las autoridades, los vecinos han decidido empezar a resolver por sus propios medios, de momento, sin ningún éxito.
El principal emblema de la ciudad, la famosa Torre de Hércules, el faro en activo más antiguo del mundo y Patrimonio de la Humanidad, es otro buen ejemplo de la falta de previsión y organización turística de Coruña.
El ya de por si pequeño aparcamiento que se encuentra en las faldas del parque escultórico de La Torre de Hércules, permanece todo el Verano ocupado por decenas de autocaravanas, que encuentran la mejor ubicación de toda la ciudad de manera gratuita.
Así como en cualquier otro sitio se prohíbe el estacionamiento de este tipo de vehículos en los puntos turísticos más sensibles de las ciudades, en A Coruña puedes traerte tu casa sobre ruedas y pasar el Verano a escasos metros de La Torre de Hércules.
¿Alguien se imagina una concentración de autocaravanas alrededor de Westminster, el Louvre, o el mismo Empire State? pues aquí sí puedes no sólo imaginártela, sino también verla durante todo el Verano.
También es posible ver los restos de la «genial» idea de construir una línea de tranvía por el litoral de A Coruña.
Una vez que se confirmó, y reconfirmó, que el proyecto era un auténtico desastre por falta de público y usuarios, actualmente sólo quedan los incómodos raíles sobre la calzada, y una colección de bonitos postes con grabados de gran calidad artística, que están desapareciendo «misteriosamente» como caramelos en la puerta de un colegio.
Actividades
A Coruña ha registrado la celebración que se realiza en la noche de San Juan, como «Fiesta de Interés Turístico Nacional».
Los problemas principales que existen son dos: en primer lugar, su éxito o fracaso depende de la meteorología que se dé en dicha fecha, al realizarse sobre la playa y al aire libre.
En segundo lugar, lo que hace no muchos años era un ritual que se festejaba de manera tradicional por todas las familias, ha derivado en un macro-botellón que deja nada más, ni nada menos, que 61 toneladas de basura sobre la arena, por lo que la utilización de los arenales en las 24/48 horas siguientes, puede deparar interesantes «sorpresas» a los bañistas que se acerquen, sobre todo, a Riazor y Orzán.
Además de esto, si ya has pasado un Verano en A Coruña, hace 5 años, 10 años, 15 años, o incluso más, ya has visto todo lo que había que ver, porque en ese período de tiempo no se ha implementado ninguna novedad con la finalidad de atraer un mínimo de turismo.
Año tras año, Verano tras Verano, como en la película «Atrapado en el Tiempo», podrás ver la franquicia de la «feria medieval», un negocio que circula por múltiples puntos de España en la época estival, tan carente de originalidad, como de rigor histórico.
Por supuesto, las milenarias ferias del libro, del cómic y de artesanía, que adornan el centro de Coruña desde hace décadas.
No hace mucho tiempo, sí había un evento que reunía a muchos miles de aficionados: el trofeo de fútbol Teresa Herrera.
Con el equipo local situado entre los mejores del país, durante 3 días se jugaban varias eliminatorias entre combinados de primera línea, nacionales e internacionales.
Actualmente, y con el poco tirón que ya tiene, se ha reducido a un único partido, que juega el propio Deportivo de A Coruña con cualquier otro equipo que no tenga nada mejor que hacer en esas fechas, lo cual se refleja en la mínima asistencia de público al estadio de Riazor.
En la ciudad también se celebran distintos eventos en el Coliseum, el recinto más grande de A Coruña después del estadio de Riazor, y que permanece cerrado a cal y canto el 85% de los días del año.
Nunca se la podido/sabido darle una continuidad, por lo que se abre repentinamente para albergar algún concierto esporádico, una corrida de toros, o una representación del Circo del Sol, o similares.
Cruceros
El puerto de la ciudad se está convirtiendo en destino de atraque de numerosos cruceros.
Lo triste de este dato, es que el poco tiempo que pasan sus pasajeros sobre tierra, no lo hacen precisamente en la ciudad de A Coruña, sino en Santiago de Compostela.
Dado que la mayoría apenas paran unas pocas horas en la ciudad, ante la falta de cualquier otra opción, muchos optan por trasladarse en los buses que los recogen a su bajada del barco para trasladarlos a la capital de Galicia, con el fin de visitar Santiago.
Los pocos que deciden quedarse en A Coruña, observarán que durante fines de semana y festivos, gran parte de las tiendas del centro permanecen cerradas, por lo que los euros, dólares y libras que llevan en sus carteras, regresan intactos a sus camarotes por la noche.
Es totalmente inaudito que no se haya implementado ningún servicio de atención para acaparar a este cada vez mayor volumen de visitantes que llegan vía barco a la ciudad, de los que se beneficia mucho más otra urbe a 60 km de distancia, que ni siquiera tiene puerto de mar.
Y de esta manera encaramos otro año más el Verano desde A Coruña, esperando con ansiedad las ingentes cantidades de visitantes foráneos que vienen a descubrir las novedades de esta temporada, que curiosamente coinciden con las de los últimos 25 años anteriores.
Eso sí, aquellos que decidan hacer el viaje, no tendrán que preocuparse por colas ni masificaciones, ya que eso de momento no existe.