Finalmente no pudo ser. Tuvimos esperanzas hasta el último momento para que la situación se resolviese de la mejor manera posible, pero el comisionado de la Unión Europea encargado de valorar la posible repercusión en el mercado de la compra de Niki por Lufthansa, con el fin de que quedase integrada dentro de su filial Eurowings, decició no dar su visto bueno a la operación.

Tanto AirBerlin como Niki eran dos heridos de muerte que se apoyaban entre ellos para poder seguir caminando, aún a sabiendas de que el fin estaba cerca. Niki dependía de AirBerlin, y esta de Etihad. Cuando la compañía árabe consideró dejar de apoyar económicamente a la alemana, se produjo una reacción en cadena que llevó a la insolvencia de AirBerlin y con ella a la de Niki y la de LGW, otra aerolínea regional alemana.

Esto significa la pérdida de empleo para alrededor de 1.000 trabajadores de Niki, que dejan a su vez a muchos otros miles de pasajeros totalmente en la estacada, exactamente igual a lo ocurrido con los últimos cierres de AirBerlin y Monarch.

Si bien se ha iniciado un procedimiento para intentar repatriar a todos los pasajeros alemanes que tendrían que volver a casa en los próximos días, cientos de miles se las tendrán que arreglar por su cuenta para poder llegar a sus destinos, la inmensa mayoría pagando nuevos billetes en otras aerolíneas.

Niki es la última compañía aérea europea de cierto nombre que cae, pero tal y como venimos repitiendo en Turama desde hace mucho tiempo, no va a ser la última. Desgraciadamente, este tipo de cierres se van a seguir repitiendo durante el 2018, y alguno de ellos afectará especialmente a nuestro país.

Sin sentido

La decisión tomada por el organismo competente de la Unión Europea no evita la situación, casi de monopolio, que ya está ejerciendo Lufthansa en gran parte de las rutas que compartía tanto con AirBerlin como con Niki.

De hecho, Lufthansa estaba dispuesta a ceder los slots que ocupaba en distintos aeropuertos la aerolínea austríaca a varias de sus competidoras, lo cual tampoco fue suficiente para ganarse el favor de aquellos que tenían en su mano la decisión final sobre este asunto.

Con los últimos cierres de aerolíneas en Alemania, tanto Lufthansa como su filial Eurowings se encuentran en una posición de evidente superioridad, que llega al punto, tal y como comentábamos recientemente en este artículo (Lufthansa: 5 estrellas y muchas dudas), de tener que volar rutas de poco más de una hora utilizando un Boeing Jumbo 747, para poder dar cabida a la enorme cantidad de pasajeros que no encuentran otras opciones para trasladarse.

Por otro lado, Ryanair y EasyJet también se ven enormemente beneficiadas por la situación que se ha creado, sobre todo en lo que se refiere a los vuelos con destino en España, donde en cuestión de 6 meses han perdido a la mayor parte de la competencia.

De hecho, AirBerlin fue la creadora de lo que se había nombrado como el «puente aéreo» entre Alemania y las Islas Baleares, y la propia Niki ejercía una función similar en las Canarias, al igual que la inglesa Monarch.

Con la desaparición de las 3, las que todavía se mantienen en pie se encuentran en un terreno algo más cómodo, panorama que creemos no hubiese cambiado demasiado si finalmente Lufthansa se hubiese hecho con los restos de Niki.

Sospechas fundadas

Todos estos movimientos macro económicos que rodean a las compras, ventas y cierres de grandes aerolíneas siempre parecen tener detrás un lado oscuro.

En este caso, tal y como había anunciado en su día el rey de la cizaña y CEO de Ryanair, Michael O´Leary, el cese de operaciones de AirBerlin, su declaración de insolvencia, el préstamo otorgado por el gobierno alemán y la manera en la que se desarrollaron los acontecimientos, daban cierto tufillo de preparación para un bonito regalo de Navidad a Lufthansa.

Quizás con el ánimo de apaciguar la lluvia de críticas, la Unión Europea consideró que sería demasiado poner en manos de Lufthansa los restos de AirBerlin (que tendrá que compartir con EasyJet), así como los de Niki y LGW, por lo que para limpiar un poco el expediente y antes de dar la luz verde a la operación más importante que está pendiente, la que atañe a AirBerlin, quedaba bien no aprobar también la absorción de Niki, bajo el pretexto de la falta de competencia, que acabará disfrutando igualmente de todos modos.

Así, se desecha Niki y la operación de AirBerlin no «canta» tanto.

¿Pero y qué pasa con todos los pasajeros afectados?. Para contestar esta pregunta es necesario formular otra: ¿Qué pasaría si AirBerlin, Niki, Monarch, o cualquiera de las que han echado el cierre este año avisan con varios meses de antelación de sus intenciones?.

La respuesta es bastante sencilla, ya que básicamente dejarían de vender billetes de inmediato y acabarían operando los últimos meses de vida con aviones semi vacíos.

Provocando los cierres de un día para otro lo que se consigue es seguir vendiendo hasta el último minuto y que finalmente se den miles de casos de usuarios que han adquirido un billete online el día de ayer por la mañana, y por la noche la aerolínea ya no existía.

La competencia

No deja de resultar también bastante curioso que British Airways se hubiese mostrado interesada en hacerse con Niki si Lufthansa no podía cerrar la operación, y que se echase atrás en el último momento, confirmando de repente que ya no estaba interesada.

Además, otras aerolíneas comoThomas Cook, TUIfly o Condor también estaban sonando para quedarse con alguna parte de la compañía austríaca, desapareciendo del medio todas ellas en un abrir y cerrar de ojos.

¿De verdad alguien se puede creer que los 84 aviones de Niki se van a quedar en tierra durante mucho tiempo?.

Todas estas aerolíneas finalmente llegaron a la misma conclusión, que no es otra que esperar primero a la declaración de insolvencia y cese de operaciones antes de hincarle el diente a Niki.

De esta manera, no tienen porqué hacerse cargo de ningún tipo de cuenta pendiente ni deudas que haya podido contraer la austríaca, y es más fácil y menos problemático acceder a los restos.

Es entendible que, quizás, EasyJet no se haya pronunciado al respecto ya que acaba de hacerse con una buena parte de AirBerlin, por lo que tendría algo más complicada la inversión, pero Ryanair estuvo persiguiendo primero algún botín en Alitalia, luego también en AirBerlin, pero nunca se supo nada de sus intenciones hacia Niki. ¿Van tan mal las cosas en la aerolínea irlandesa, o es que todo forma parte de una puesta en escena muy ensayada?. ¿Quizás no está interesada en aumentar su flota con Airbus y romper la monotonía del Boeing 737?.

Que nadie se equivoque, y esto hay que decirlo muy claro: una vez más, se ha vuelto a jugar con cientos de miles de pasajeros, olvidándose completamente de sus intereses y de los derechos que estos adquieren cuando compran un billete de avión.

Una vez más, la aviación comercial ha dado una imagen de pirata, con parche en el ojo y loro en el hombro, dejando a clientes de una compañía aérea tirados sin mayor explicación que la comunicación del cese de operaciones.

Y lo peor de todo es que esto es lo que vamos a seguir teniendo a lo largo del año próximo. Los cierres se van a seguir repitiendo y aquellos que estén ahora leyendo este artículo y no se vean reflejados en el porque no tenían ninguna relación comercial pendiente con Niki, mañana quizás la tengan con la siguiente que baje la persiana.

Algo hay que hacer, esto no es normal. Si las autoridades siguen sin hacer absolutamente nada para evitar que estos hechos se repitan de forma cíclica, en algún momento todos nos vamos a ver afectados, directa o indirectamente.

¿Cuál será la próxima? a lo peor está mucho más cerca de lo que creemos.

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