Canarias tiene un problema

Quizás por la relativa proximidad con la península, o quizás por esa sensación de cercanía que muchos tenemos con las Islas Canarias, parece que no somos capaces de valorar la increíble riqueza que ponen a nuestra disposición.

Nos llama muchísimo la atención, sobre todo entre la gente más joven, que algunos estén viajando a destinos como Tailandia, Bali, Indonesia, y otros similares, cuando todavía no han pisado ni una sola vez en su vida Tenerife, Gran Canaria, Lanzarote, Fuerteventura, etc.

No se trata sólo de que pueden competir en belleza y espectacularidad con la inmensa mayoría de destinos vacacionales de playa del Planeta, es que además hay un plus añadido, que son los propios canarios.

Pero actualmente las islas tienen un grave problema, que de no resolverse de manera adecuada, podría llegar a traducirse en una crisis turística sin precedentes.

Exceso de confianza

Durante muchos años, las autoridades canarias apenas tenían que hacer una mínima inversión en publicidad, para atraer a más turistas.

De hecho, las islas son uno de esos poco destinos turísticos en nuestro país que se venden prácticamente solos. Afortunadamente, cuentan con una excelente reputación, acompañada por una climatología envidiable, y unas infraestructuras muy por encima de la media que se puede encontrar en otras ubicaciones que son consideradas «competencia».

A pesar de esto, más del 70% de los visitantes que se reciben son de origen extranjero, en algunas islas incluso llegando a porcentajes superiores al 90% y dependiendo de los meses del año en los que se miren las estadísticas.

Básicamente, el turismo peninsular podría llegar a considerarse casi anecdótico en muchos casos.

¿Y cúal es el problema? pues finalmente hemos comprobado cómo esta mayoría de ciudadanos extranjeros, principalmente alemanes e ingleses, son visitantes muy poco fidelizados, que se mueven de un sitio para otro dependiendo de la oferta, o de conceptos tan banales como el precio de la cerveza.

De esta manera, con el resurgir de destinos como Egipto, Túnez, o Turquía, que vienen de atravesar una etapa muy dura por la falta de visitantes extranjeros, principalmente debido a diversos ataques terroristas perpetrados hace unos años, las Canarias están viendo cómo empiezan a perder su hegemonía en el mercado exterior.

Además, muy poco se puede hacer para retener a turistas que lo único que pretenden es tumbarse al sol y poder disfrutar de unos días de descanso al menor precio posible, sobre todo teniendo en cuenta que en la gran mayoría de los casos están viajando con paquetes ya diseñados, en los que suelen incluir un régimen de todo incluido.

Los que no disponen de este servicio, tienden incluso a dirigirse a pubs, bares y restaurantes de su propia nacionalidad, donde pueden seguir comiendo exactamente lo mismo que en sus países, antes que entrar en negocios más locales.

Así que con esta situación sobre la mesa, los responsables de turismo de Canarias han decidido volver a reconquistar el mercado español, formado por un tipo de turista que se mueve mucho más por las islas y es bastante más susceptible de repetir estancia, principalmente por cercanía, por cuestiones culturales e idiomáticas, y por razones climáticas.

Gravísimo error

El garrafal error que se está cometiendo por parte de las autoridades responsables del turismo en las islas Canarias, es creer que necesitan invertir mucho dinero para volver a atraer al turista español.

Lo decimos una vez más, Canarias es un destino que se vende solo.

Después de muchos años, no conocemos a prácticamente nadie que haya regresado decepcionado con su estancia en las islas, y cuando se produce esa situación, es más por culpa de problemas externos a la Comunidad en si, y derivados de incidencias puntuales en establecimientos hoteleros, restaurantes, etc, es decir, problemas que podrían surgir en cualquier otro destino turístico de relevancia en el mundo.

Por parte de diversos organismos oficiales, se están haciendo grandes esfuerzos para que las agencias de viaje refuercen la idea de Canarias como destino de vacaciones para los peninsulares, como si realmente los agentes de viaje tuviésemos que convencer a nuestros clientes para que estos piensen en las islas.

Pero se está obviando el grandísimo obstáculo que realmente está impidiendo en muchas ocasiones que familias residentes en la península, acaben comprando sus vacaciones en Canarias.

Alguien nos tendría que explicar cómo es posible la siguiente situación:

Hoy mismo hemos cogido unas fechas al azar, concretamente del 8 al 14 de Julio, para realizar la comparación que aquí os presentamos.

Imaginemos a una familia que quiere volar desde el aeropuerto de Santiago de Compostela, al de Tenerife Sur.

En caso de hacer el viaje con Ryanair, este tendría un coste por pasajero de 297,23 euros. Ojo, porque estamos hablando de la aerolínea que cuenta con las tarifas más económicas de toda Europa, y nos presenta un coste de prácticamente 300 euros por pasajero, sin ninguna maleta facturada.

En caso de tratarse de una familia de 3 pasajeros, sólo en el desplazamiento aéreo estarían abonando un importe cercano a los 1.000 euros.

Pero también hemos mirado cuánto nos costaría el mismo viaje en otra lowcost, esta vez la española Vueling.

En Vueling, el mismo trayecto saldría por 416,97 euros, una auténtica barbaridad. Además, uno de los tramos incluiría escala.

En el caso de Iberia, podríamos hacer los vuelos por un total de 348,56 euros, pero con una escala a la ida, y otra a la vuelta, de casi 5 horas.

Y ahora, de nuevo miramos el coste de los mismos billetes en la aerolínea Ryanair, pero saliendo desde el aeropuerto londinense de Stansted.

Despegando desde la capital inglesa, y haciendo vuelos directos a Tenerife, el importe total a abonar sería de 201.94 libras, esto es 234.66 euros, el más barato de todas las opciones presentadas.

Nuestra pregunta, en este caso, sería para las autoridades canarias, y más concretamente para los responsables de turismo: ¿Cómo es posible que a un ciudadano inglés le salga mucho más barato volar a Canarias, que a uno español?.

Esto es un auténtico sinsentido, una barbaridad y la razón y núcleo de un problema que acabará causando una fuerte crisis en el sector turístico canario, de consecuencias totalmente imprevisibles.

¿Cómo se le puede vender a alguien que tiene que pagar más de 300, ó 400 euros, por volar a las Islas Canarias desde un aeropuerto español, cuando un ciudadano inglés hace el mismo viaje por mucho menos dinero?.

Y esto aún sin tener en cuenta que los grandes touroperadores británicos y alemanes, venden sus paquetes por precios mucho más reducidos, ya que en muchos casos además cuentan con sus propias flotas de aviones, como en el caso de Jet2.com, o Thomas Cook, y sus tarifas aéreas son enormemente más económicas.

Cambio de rumbo

Por nuestra parte, agradecemos enormemente la generosidad y todos los esfuerzos que están haciendo las autoridades canarias para poner a las islas de nuevo en el punto de mira de todo el país, algo que quizás se tendría que haber pensado hace unos cuantos años, pero creemos que el interlocutor que han elegido no es el correcto.

Por mucho que hablen con agencias, realicen webinars, conferencias, presentaciones y demás, creemos sinceramente que no somos nosotros las personas con las que se tienen que sentar a hablar.

Ya se tardó muchísimos años en corregir el flagrante error por el cual se estaba condenando a no poder salir de las islas, tanto Canarias como Baleares, así como de las ciudades de Ceuta y Melilla, a aquellos que no dispusiesen del dinero necesario para poder comprar sus billetes de avión.

Afortunadamente, hoy en día los residentes en las islas, así como en las dos ciudades autónomas, disponen de una subvención por la cual se les descuenta hasta el 75% del importe de sus billetes, gracias a lo cual tienen mucho más fácil desplazarse hacia la península.

¿Y no sería esa la solución para volver a fomentar el turismo peninsular hacia las islas?. Nos negamos a pensar que nadie haya valorado en ningún momento el aplicar también un porcentaje de reducción en el precio de los billetes de avión a todos aquellos que tengan su residencia fijada en territorio peninsular, y quieran volar hacia Canarias.

Quizás el 75% de descuento pueda parecer algo exagerado (no lo es…), pero un 50%, un 40%…un 35% de rebaja para los españoles que quieran volar a territorio español y seguir contribuyendo a mantener el sector más importante de Canarias, ¿se consideraría una barbaridad?.

¿Es tan difícil ver que una familia media no puede disponer de más de la mitad de su presupuesto para vacaciones sólo para el transporte aéreo?.

¿Cómo es posible que una aerolínea extranjera cobre más barato el desplazamiento de ciudadanos ingleses a Canarias, que las españolas?.

Es en este punto donde la autoridades tienen que poner su ojo, y no tirar el dinero en publicidad televisiva, enormemente cara y totalmente injustificada para Canarias.

Cuando es más barato para un ciudadano extranjero volar a una ciudad española, que para un ciudadano español, es que las cosas se están haciendo rematadamente mal.

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