No hay nada más cierto que el dicho que asegura que la realidad siempre supera a la ficción, y esta noticia es la prueba evidente que lo confirma.
Si mañana estrenasen en Netflix una serie sobre un delincuente que quiere pasar una pistola de un país a otro, escondida dentro del cuerpo de un pollo crudo, muchos pensaríamos que sus guionistas probablemente estaban consumiendo algún tipo de sustancias poco recomendables.
Sin embargo, esto es exactamente lo que ocurrió el pasado mes de Septiembre en el Aeropuerto Internacional de Florida, aunque la noticia fue publicada por el propio TSA estadounidense (Administración de Seguridad en el Transporte) hace apenas 6 días.
Concretamente, fue el Martes 27 de Septiembre, cuando un pasajero que volaba a Puerto Príncipe (Haití) despertó las sospechas de los oficiales encargados de la seguridad en el aeropuerto Fort Lauderdale.
El pollo (nos referimos al propietario de la maleta, no al animal crudo que iba dentro de ella) pensó que dada la cercanía con la festividad de Acción de Gracias, el hecho de que llevase un pollo (ave comestible) dentro de su equipaje, sería considerado como algo relativamente normal.
Afortunadamente, este tipo de artículos no pasan precisamente desapercibidos, y en el momento en el que el paquete fue sometido a la correspondiente revisión, se observó que en su interior contenía algún tipo de elemento ajeno a lo que se supone que debe contener un pollo crudo envasado al vacío.
Efectivamente, una vez se procedió a la apertura y revisión del pollo (del ave, no de su propietario) se localizó un arma de fuego embalada de una manera bastante primitiva, lo que parece indicar que el pollo (la persona, no el ave) no era lo que se puede considerar un genio de la delincuencia.
Los agentes procedieron a la detención de los dos pollos (el propietario de la maleta y el ave), aunque sólo el primero quedó bajo jurisdicción policial, sin que hayan trascendido más datos sobre su persona.
La TSA ha aprovechado para recordar que si es posible viajar en avión con un arma de fuego, siempre que el propietario cuente con los correspondientes permisos legales y deposite la misma en un contenedor cerrado, en la bodega, y sin munición en su interior.
Lo que a día de hoy sigue sin respuesta, es si fue antes la pistola o la gallina, o si quizás podría tratarse de una receta tradicional haitiana. En todo caso, parece que el pollo va a pasar un tiempo a la sombra, y no precisamente dentro de un gallinero….
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