Se calcula que el peso medio de los pasajeros ha subido entre un 5% y un 10%.
Todas las aerolíneas norteamericanas tienen de plazo hasta mañana para presentar a la FAA sus nuevas normativas al respecto.
En el peor momento posible, la FAA ha requerido a todas las compañías aéreas de los EEUU para que rectifiquen sus cálculos de peso en cada vuelo, lo que afecta tanto al número de pasajeros que pueden embarcar en el avión, como al de maletas transportadas en el mismo.
El motivo es que esta revisión no se hacía desde el año 2005 y según informes del CDC norteamericano, el peso medio de los pasajeros se ha incrementado desde entonces hasta en un 10%.
El cálculo correspondiente al peso de una aeronave es vital para las aerolíneas, ya que de el depende en buena medida la seguridad de las operaciones.
Todos los aparatos comerciales tienen un peso en vacío que viene determinado desde su salida de fábrica, que comprende los elementos del avión, desde su estructura hasta los motores, los asientos o las máquinas de hacer café que lleva incorporadas.
A cada pasajero se le asigna un peso medio, que debe sumarse al equipaje de mano, el que vuela facturado en la bodega, y a los litros de fuel cargados.
Por su parte, el fabricante de acuerdo con los organismos reguladores, determina el peso máximo al despegue para cada modelo.
La diferencia entre el peso en vacío y el peso máximo al despegue (MTOW) es la capacidad de carga de la aeronave, lo que afecta no sólo al número de pasajeros y maletas a bordo, sino también a la cantidad de combustible que necesita para volar.
Con la llegada del Verano y la subida de las temperaturas, este dato adquiere una especial relevancia, ya que los aviones precisan recorrer una mayor distancia para generar la sustentación que permita la maniobra de despegue.
Esto implica un mayor consumo de combustible, lo que sumado a un incremento del peso calculado para cada pasajero, puede llegar a implicar la obligatoriedad de cargar menos maletas o menos pasajeros.
El mismo fenómeno también sucede en los aeropuertos que se encuentran a gran altura.
La FAA ha determinado que si el peso medio de cada pasajero se ha incrementado durante los últimos años, los cálculos actuales de las aerolíneas se han quedado desfasados, por lo que les ha dado de plazo hasta el día 12 de Junio para que presenten otras previsiones más ajustadas a la realidad.
De hecho, el año pasado ya se hicieron diversas pruebas en varios aeropuertos del país, subiendo a una báscula a algunos pasajeros voluntarios, o simplemente preguntándoles su peso.
De este modo, American Airlines ha llegado a la conclusión de que necesita aumentar 3.6 Kg al peso medio de cada pasajero, 2.26 Kg a cada pieza de equipaje de mano, y 1.80 Kg a las maletas facturadas.
La compañía aérea presentará una revisión en la cual durante los meses de Verano a cada pasajero se le asignará un peso medio de 82.5 Kg, y durante los de Inverno de 85 Kg.
Esta diferencia se corresponde con las prendas de vestir utilizadas normalmente cuando hace más frío, como abrigos o botas, menos livianas que las que llevamos a diario en los meses de calor.
En el caso de Alaska Airlines, la aerolínea subirá el peso medio de cada pasajero en 3 Kg, el correspondiente al equipaje de mano en 0.90 Kg, y el facturado en 1.80 Kg.
Cada compañía, en base a sus propios cálculos, deberá presentar estas cifras a la FAA, la cual se encargará de revisarlas y aprobarlas, si procede.
La Administración Federal de Aviación de los EEUU ha advertido a las aerolíneas de que a partir de ahora deberán contar también con el peso de elementos tales como teléfonos móviles, y todo tipo de dispositivos portátiles con los que los pasajeros acceden al interior de la cabina.
Además, se ha incluido una advertencia en el caso de los vuelos que trasladan a jugadores profesionales de equipos de fútbol americano y otros deportes, ya que a estos pasajeros no se les puede asignar el peso medio utilizado normalmente.
Resulta evidente que estos atletas tiene una corpulencia física muy superior a la media, por lo que se ha solicitado que se ajusten también los cálculos de peso cuando suban a bordo de un avión.
La FAA intenta de este modo dar una respuesta al creciente problema de la obesidad en los EEUU, presente también en muchos otros países, que amenaza de manera muy seria la salud de los ciudadanos y aumenta notablemente el gasto sanitario derivado de las enfermedades asociadas al aumento de grasa en el cuerpo.
En el momento en que se actualicen las cifras asignadas por las aerolíneas, un Boeing 737 con 172 pasajeros a bordo pesaría 1.360 Kg más, o el equivalente a 500 galones de combustible.
Ahora mismo, debido al bajo porcentaje de ocupación general dentro de los aviones, puede que esta diferencia no resulte en cambios operacionales significativos, pero en el momento en el que se recupere la normalidad en el sector aéreo, va camino de convertirse en un factor clave para todas las compañías.