Emirates y Qantas son dos de las aerolíneas más poderosas del mundo, y aún cuando sus operativas y rutas más demandadas parecen diametralmente opuestas, comparten no sólo un código en la mayoría de ellas, sino también una filosofía similar de atención al cliente y una búsqueda constante de la excelencia en el trato al mismo.
Hace más de 15 años que ambas compañías decidieron unir fuerzas para intentar atraer a más pasajeros y poder ofertarles un servicio superior al de la numerosa competencia, y durante ese período han pasado de simplemente compartir vuelos, a formalizar una alianza integral que les ha permitido auparse en las primeras posiciones de todos los rankings.
En Marzo del 2018 se dará un nuevo paso en esta historia conjunta, justo cuando la aerolínea bandera de Australia estrene el vuelo sin paradas más largo de la historia de la aviación comercial, que operará entre Londres y Perth. En ese mes se producirán diveros movimientos que intentarán apuntalar la supremacía de ambas aerolíneas en sus terrenos respectivos.
En Turama hemos volado en ambas compañías dentro de su avión estrella, el gigantesco Airbus A380, y queremos mostraros nuestra comparativa entre las dos experiencias.
Emirates vs. Qantas
Emirates es una aerolínea realmente joven, con apenas 32 años de vida operativa. En un espacio tan corto de tiempo, en comparación con el resto de las más importantes y destacadas que están operando en la actualidad, ha logrado en varios años hacerse con múltiples galardones a la mejor compañía aérea del mundo, así como las máximas distinciones en todos los apartados posibles.
El hecho de ser en su totalidad propiedad del gobierno de Dubái, emirato que ha explotado desde la nada hasta convertirse en uno de los lugares más prósperos de todo Oriente Medio, le ha servido para utilizar el poder de los petrodólares a su favor, cuestión esta que han argumentado el resto de compañías en los EEUU para obligar a su presidente a tomar medidas ante lo que han considerado una competencia desleal.
A pesar del intento de varapalo por parte de Donald Trump, que ha acabado por reducir prácticamente a la mitad las rutas que Emirates mantenía con los EEUU y que comenzó con una ridícula prohibición a volar con ordenadores portátiles a bordo, la aerolínea ha sabido mantener su posición en el mercado internacional y sigue siendo uno de los clientes más importantes de los grandes constructores, Boeing y Airbus, a la hora de comprar nuevos aviones.
Qantas no cuenta con el mismo grado de internacionalización de Emirates, y trata de combinar su posición como aerolínea bandera de Australia con un crecimiento pequeño pero constante en las rutas hacia Oriente y Oceanía.
Siempre ha sido conocida como la compañía aérea más segura del mundo, dado que desde la llegada de la era «jet» nunca ha registrado un accidente con víctimas mortales. Además, ha sabido distinguirse como pionera a la hora de actualizar su flota, protocolos y filosofía particular de trabajo, logrando con ello permanecer desde hace décadas en los primeros puestos de todas las listas y rankings, a pesar de tener sus principales hubs en un país que resulta demasiado alejado del viejo continente.
La compañía australiana mantiene siempre una actitud muy particular, basada en un trato cercano y desenfadado con el pasajero, haciendo siempre alusión a su propio eslogan: «el espíritu de Australia».
Reserva online
El vuelo consistió en un desplazamiento entre Londres y Dubái. A la ida se hizo con la compañía Qantas y a la vuelta con Emirates.
La reserva se realizó desde la página web de Qantas, la cual es similar a la Emirates, ofertando desde esta el trayecto de regreso con la propia aerolínea árabe.
Ambas compañías mantienen un programa de fidelización para el viajero frecuente, pero no comparten ni los puntos ni las millas que se hacen en vuelos con código compartido. Sólo se añaden a la cuenta particular desde la cual se hace y abona la reserva. En nuestro caso, mantenemos nuestro estatus «plata» con Qantas, pero el hecho de volar el trayecto de vuelta con Emirates no nos computó ni una sola milla en nuestro registro con ellos, ya que la reserva y el pago se hizo desde la página web de la compañía australiana.
Haciendo una misma reserva para el trayecto de ida y vuelta desde Londres a Dubái, desde la propia página web de Qantas se remite al vuelo más económico que, curiosamente, opera Emirates. Haciendo la reserva directamente en la página web de Emirates, el trayecto tiene un precio más reducido.
Se pueden encontrar muy buenas ofertas en Qantas, pero por norma general la tarifa suele ser siempre algo inferior volando con Emirates.
De momento, en lo que respecta al apartado de reserva y precios, el punto tenemos que otorgárselo a Emirates.
Facturación
La atención es muy buena en ambas compañías y el proceso de facturación se hace de manera rápida y eficiente.
Ambas aprovechan si no hay ningún pasajero en el mostrador de primera clase y bussiness para facturar a clientes de economy, lo cual es un detalle que deberían tener en cuenta aerolíneas como Iberia, Vueling o AirEuropa. Con esto, se reduce todavía más el tiempo reservado para este trámite.
En ninguna de las dos aerolíneas tardamos más de 15/20 minutos en facturar nuestras maletas, considerando que este avión puede transportar a más de 600 pasajeros, es un espacio de tiempo excelente.
Los despachos de Emirates suelen estar en lugares más destacados que los de Qantas y presentan más publicidad corporativa y decoración de todo tipo. Sin ser este un hecho relevante a la hora de escoger entre ambas aerolíneas, es cierto que la impresión de potencial económico es muy superior en la compañía árabe.
En este apartado no podemos destacar a una sobre la otra, ya que el servicio es excelente en ambas.
Avión
Ambas compañías operan con el avión comercial más grande de la actualidad, el Airbus A380.
Mientras la compañía australiana tiene 12 aparatos de este modelo en su flota, la aerolínea árabe mantiene una cifra récord de 101 y está a la espera de recibir otros 17.
Lamentablemente, las compras del A380 se han reducido de manera drástica a nivel mundial, ya que algunas compañías indican que debido a las grandes dimensiones de este avión es difícil llenarlo en todos los vuelos. Además, se argumenta que el gasto de combustible de un 4 motores es bastante superior al de un aparato de 2, siendo el gasto de mantenimiento también mucho más costoso. Por último, tampoco se puede operar desde todos los aeropuertos, ya que necesita unos espacios de maniobra muy superiores al resto de aparatos.
En todo caso, es uno de los mejores aviones que se han construído y es un auténtico placer, además de un privilegio, poder volar dentro de este prodigio de la tecnología.
Asientos
En clase Economy los asientos de ambas son robustos y bastante cómodos. La distancia con el asiento delantero es más que suficiente para poder doblar las piernas y estirar las mismas sin dificultad, presentando ambas aerolíneas un pitch de 31 pulgadas. La anchura también es más que aceptable en las dos.
La pantalla de vídeo del asiento de Emirates es bastante más grande que la de Qantas. Dispone de un enchufe y cargador USB. El mando de control se sitúa en el frontal del asiento, mientras que en Qantas está dentro del reposabrazos.
Siendo la selección de entretenimiento muy similar, en nuestro caso nos quedamos con la ofertada por Qantas, lo cual es ir un poco contracorriente ya que Emirates ha ganado varios premios internacionales en este apartado.
La cabina y distribución es muy similar en las dos compañías, presentando la de Emirates algunos detalles más decorativos que la de Qantas, como adornos imitando a madera alrededor de las ventanillas. Hemos observado que en Qantas se juega mucho más con la intensidad de la luz a la hora de adaptarla para que los pasajeros puedan dormir, lo cual se agradece.
Si bien nos hemos sentido más cómodos dentro de la cabina de Qantas, los asientos de Emirates están un punto por encima. Además, hay que resaltar que para una clase economy es difícil encontrar una compañía aérea que oferte unas pantallas de vídeo del tamaño que tienen las de la aerolínea árabe.
Para ser totalmente justos, en este apartado debemos otorgarle el punto a Emirates.
Comidas a bordo
Tanto Qantas como Emirates incluyen en sus tarifas economy un servicio de catering a bordo bastante generoso. Si el vuelo es durante la noche, se ofrece una cena y un desayuno, y si se realiza durante el día, cambia a una comida y un aperitivo o merienda.
Si bien es cierto que Qantas presenta en su menú la posibilidad de elegir entre 3 platos principales y Emirates sólo oferta 2, lo cierto es que tanto la presentación como la calidad de la comida y el sabor de la misma es superior en la compañía árabe.
Además, Emirates proporciona cubiertos de verdad, no de plástico, lo que aumenta la sensación de estar comiendo en casa o en un restaurante, no dentro de un avión.
Hace no demasiados años, Qantas facilitaba un pequeño «kit de emergencia» a todos los pasajeros a la hora de dormir, que consistía en una pequeña bolsa con una botella de agua, algún tipo de dulce, algo salado y una chuchería. Con esto se evitaban las llamadas nocturnas a los TCP para solicitar comida o bebida cuando el resto de pasajeros dormían o descansaban. Hoy en día ya no se realiza de esta manera, sino que el pasajero tiene que desplazarse a alguno de los galleys, donde se dejan todos estos productos para que puedan ser consumidos libremente.
En Emirates, a la hora de dormir, se regala a cada pasajero un pequeño neceser de mano que contiene un antifaz, uno calcetines, unos tapones y un cepillo de dientes. No deja de ser un detalle bonito y de calidad que se agradece.
En general, la inmensa mayoría de aerolíneas «full service», también llamadas «tradicionales» para distinguirlas de las low cost, que realizan vuelos de largo recorrido proporcionan a sus pasajeros este tipo de elementos, pero Emirates le da un detalle de sofisticación al hacerlo dentro de un bonito neceser que puede ser utilizado a posteriori.
El punto se va de nuevo para Emirates.
Servicio a bordo
Ambas aerolíneas luchan por ofrecer a sus clientes el mejor servicio a bordo y se esfuerzan por dar un trato lo más individual posible.
Todos los trámites que se realizan desde el momento que se embarca en el avión son supervisados por sus tripulaciones, que intentan mantener siempre una sonrisa y el trato más agradable posible.
Poniéndonos un poco exquisitos de más, podríamos decir que se puede detectar un ligero forzamiento del gesto en los tripulantes de Emirates, y algo más de naturalidad en los de Qantas. Nosotros nos sentimos más cómodos con el estilo de la compañía australiana, pero hay que reconocer que la apariencia y el servicio de Emirates puede ser considerado superior.
Tanto el proceso de embarque de los pasajeros, como el reparto de comidas y atención a bordo es bueno en ambas aerolíneas. En Emirates existe un despliegue mayor de calidad y gasto que en Qantas, fácilmente visible en los uniformes y otros pequeños detalles como la manera de acercarse y conversar con el cliente, la cual es evidente que ha sido entrenada a través de un protocolo que siguen todos sus empleados.
Podríamos decir que en Qantas el trato es más desenfadado, quizás más natural, pero esto es algo que puede atribuirse a los distintos gustos del pasajero y cómo prefiere ser tratado.
En nuestro caso, no tuvimos mucha suerte con el primer reparto de comida en el vuelo de Emirates, el cual se dilató hasta las dos horas y treinta y cinco minutos, cronometrados a reloj. Sin entender muy bien lo que pasó, ya que la experiencia previa con esta aerolínea fue buena en este sentido, creemos que podría ser atribuible a una falta de experiencia por parte de la tripulación, que quizás se encontraba realizando sus primeros vuelos, ya que las confusiones a la hora de entregar las comidas solicitadas fueron constantes.
No podemos tener esto en cuenta a la hora de valorar ambas experiencias, ya que entendemos se trata de un caso muy puntual, y hay que reconocer que Emirates se destaca en el mundo entero por ser una de las compañías que mejor tratan a sus pasajeros, por lo que hay que otorgarles también este punto.
Conclusión
En Turama tenemos una gran experiencia en vuelos con Qantas, ya que es una aerolínea con la que llevábamos trabajando desde hace muchos años, sobre todo en sus añorados Boeing 747. Nos gusta su estilo natural y muy particular, y no podemos recordar haber tenido ninguna incidencia remarcable en ninguna ocasión.
Siempre hemos intentado alejarnos de la pomba y el boato de algunas compañías aéreas, sobre todo las grandes carriers del Golfo, pero es necesario reconocer y recalcar que el esfuerzo que realizan por conseguir que el vuelo se convierta en una excelente experiencia para el viajero es muy digno de mención.
Algunos criticarán un excesivo maquillaje de sus azafatas, o una elección basada en su físico o apariencia. Nosotros no entramos en ese asunto porque creemos que básicamente es una señal de identidad de la compañía, exactamente igual que hacen otras empresas dedicadas a distintos sectores. Así como en Qatar es notorio y conocido el trato despectivo y en ocasiones humillante hacia su personal de cabina femenino, nos consta de primera mano que en Emirates no se produce (al menos de manera tan exagerada).
Seguimos manteniendo nuestra opinión sobre Qantas y probablemente la seguiremos eligiendo en el futuro, pero después de volar con Emirates es muy fácil entener el porqué está constantemente acaparando todos los premios y reconocimientos internacionales como la mejor, o una de las mejores, compañías aéreas del mundo.
Todo esto es muy subjetivo, y algunos tendrán opiniones muy diferentes a las aquí expuestas, pero a nosotros nos ha quedado claro el porqué estamos ante una de las aerolíneas con mejor reputación del planeta, y otra que se distingue por un servicio, atención y relación calidad/precio difícilmente comparable.