Todos los medios de comunicación se hacían eco el día de hoy de la declaración de insolvencia presentada por AirBerlin. Algunos otros llevamos muchos meses avisando que la guerra planteada entre aerolíneas iba a empezar a cobrarse sus primeras víctimas muy pronto, y AirBerlin sobresalía entre todas para hincar la rodilla antes que ninguna.
El viajero se ha convertido en una fuente de ingresos para muchos sectores, entre los que está el aéreo, y lo más importante es mantenerlo engañado e intentar siempre no contarle la verdad de lo que está pasando. Es más fácil pintarle un bonito cuadro de viajes de ensueño, que avisarle de determinados riesgos y/o problemas a los que va a tener que enfrentarse.
Por eso, todos estos medios de comunicación generales, que venden miles de diarios todos los días y reciben la visita de un grandísimo número de internautas, no habían hecho mención hasta hoy a la catastrófica senda de pérdidas económicas que AirBerlin llevaba en los últimos ejercicios, y que también ha arrastrado a otras aerolíneas a una situación de muy difícil solución.
Cuando una empresa está perdiendo cerca de 3 millones de euros diarios y figura entre las que más cancelaciones y retrasos crea en todo el continente, quizás es que ha llegado el momento de retirarle la posible confianza depositada.
Lamentablemente, esto es sólo el principio y a AirBerlin van a sucederle un gran número de compañías aéreas que ya no pueden mantener el mano a mano necesario para poder operar sus rutas, ofertar precios bajos y poder asumir los gastos generales derivados de su actividad.
A pesar de que el gobierno alemán acaba de aprobar un crédito urgente, por importe de 150 millones de euros, para que la segunda aerolínea del país no tenga que cerrar sus puertas de un día para otro, nos parece que esto va a ser insuficiente para mantener a flote a AirBerlin, considerando que su máximo accionista hasta ahora, Etihad, ya le había administrado una inyección económica en el mes de Abril por importe de 250 millones de euros, la cual se ha comprobado que no ha servido de mucho.
¿Por qué?
El porqué de esta situación radica en la estrategia comercial que han desarrollado todas las aerolíneas en el presente más inmediato. El viajero ya no quiere saber nada que no sea exclusivamente la comercialización de precios bajos para poder volar. El resto es totalmente accesorio.
Esto ha llevado a todas las compañías a bajar las tarifas de sus billetes a mínimos que no van a ser capaces de mantener durante mucho tiempo, sólo a la espera de que sea la competencia la que vaya cayendo antes.
El pasajero se siente beneficiado por todo este maremagnum de cierres, quiebras e insolvencias, pero no sabe que finalmente él será el único que acabará pagando todos los platos rotos de la situación.
El panorama
Antes de que acabe este año 2017 todavía vamos a ver más circunstancias como la que nos ocupa. En base al estado actual de cada compañía aérea, nos atrevemos a aventurar lo que puede devenir en el futuro más cercano.
Iberia
Después de mucho tiempo dando bandazos arriba y abajo, está generando beneficios.
Lo que debería suponer una gran noticia para todos sus pasajeros y trabajadores sólo esconde el próximo ERE que será aprobado antes de fin de año, y que se va a llevar por delante un buen número de puestos de trabajo.
No hemos recibido noticias en relación a ampliación y/o modernización de flota, nuevas rutas o cualquier otra novedad interesante, ya que ahora mismo la marca Level acapara toda la atención posible.
Poco a poco, Iberia está perdiendo protagonismo a favor de su «compañera» de bajo coste por lo que, de no cambiar la tendencia, mucho nos tememos que se avecinan negros nubarrones sobre los de las «colas rojas».
AirEuropa
En un año de récords a nivel turístico, de incremento de pasajeros, de beneficios y crecimiento de casi todas las compañías, AirEuropa se desinfla como un globo pinchado.
Lo tiene todo para poder figurar entre las aerolíneas referencia no sólo del país, sino también del continente, pero una pésima dirección estratégica y el trato a latigazos a sus trabajadores la relegan a los puestos de cola.
Cuenta con una flota de casi 50 aeronaves, con una edad media más que aceptable, un grupo humano compuesto por profesionales de primera categoría y todo lo necesario para triunfar, pero sigue empeñada en enredarse en su propia tela de araña.
Conociendo la filosofía directiva de sus cabezas pensantes, no descartamos sorpresas en el peor de los sentidos.
En nuestra opinión, necesita un cambio de rumbo muy urgente y empezar a distinguirse de la competencia a base de mimar al pasajero y convertirlo en el centro de atención.
EasyJet
Se ha cansado de hacer pública su intención de contratar a miles de trabajadores, de ampliar flota y rutas, y de crecer como nadie, pero la verdad es este Verano es una de las que más incidencias está creando a consecuencia de graves retrasos y cancelaciones.
Las luchas entre la cúpula directiva y los propietarios de la compañía han provocado la dimisión de su CEO, Carolyn McCall, que abandona el sector aéreo para comenzar una nueva etapa en el televisivo.
Está ya en estos momentos aplicando un buen número de medidas destinadas a frenar las pérdidas sufridas en el primer trimestre, a pesar de haber aumentado casi en un 10% el número de pasajeros.
Con Ryanair como rival más cercano, el reto que le queda a EasyJet para seguir creciendo en positivo es realmente importante. Quizás el nuevo camino emprendido logre enderezar la situación, lo cual comprobaremos en los próximos meses.
Vueling
Los milagros existen. Después de la catástrofe del Verano del 2016 muchos creíamos que se había dado carpetazo a la aerolínea española, y que este año se certificaría el puntillazo final a la aventura de Vueling.
Para sopresa de todos, la compañía puso sobre la mesa todo lo necesario para evitar repetir el lamentable espectáculo, y este Verano ha renunciado a operar muchas rutas, e incluso a su propio crecimiento, en aras a dedicarse por completo a cubrir sus compromisos dentro de España.
Esta táctica ha funcionado y apenas se ha oído hablar de esta aerolínea, lo cual le ha servido para empezar a recuperar la confianza de todos aquellos que ya la dábamos por perdida.
Igual que decíamos anteriormente de AirEuropa, creemos que tiene todo el potencial necesario para desmarcarse de su competencia y convertirse en una referencia para pasajeros españoles y del resto de Europa, pero no nos fiamos nada del grupo IAG al que pertenece y de los planes que puedan estar guardando para Vueling.
Actualmente es la única compañía del grupo empresarial hispano británico que está generando pérdidas y necesita algo más de tiempo para poder revertir esta situación. En Turama creemos que si se deja seguir trabajado a Vueling como hasta ahora los resultados van a llegar, por lo que todo dependerá de la paciencia de los directivos de IAG.
Norwegian
Para nosotros, el gran bluff. A diferencia de la táctica emprendida por Vueling, Norwegian ha querido acapararlo todo y, evidentemente, no ha podido.
El porcentaje de crecimiento de la aerolínea ha tenido que ser corregido a la baja, y los mercados de valores le han dado la espalda momentáneamente, a la espera de comprobar cómo transcurre lo que resta de año.
Norwegian ha optado por subcontratar algunas de sus rutas con compañías aéreas de Europa del Este, ya que se ha visto sobrepasada por su propia codicia, lo que evidentemente le resta muchos puntos en el ranking de calidad y experiencia del pasajero, que se ve volando en aviones de los años 80 en vez de los novísimos modelos de la aerolínea noruega.
Sin entrar a valorar la legalidad o ilegalidad de este tipo de prácticas, las cuales realizan casi todas las compañías aéreas en momentos clave del año, lo que está claro es que no es la mejor filosofía para hacerse con su cuota de mercado, y es razonable pensar que muchos de sus pasajeros no vuelvan a contar con sus servicios en el futuro.
Tiene previsto un plan de crecimiento y expansión como nunca antes se había visto en el continente, pero dados los recientes acontecimientos, mantenemos nuestras dudas al respecto.
British Airways
No levanta cabeza. Encadena caos informáticos con huelgas de tripulantes y con una importantísima pérdida de calidad.
Cuestionada todos los días en los medios británicos, algunos empiezan a plantearse el porqué deben de seguir volando con la aerolínea bandera del país, lo cual es lo peor que puede pasarle a cualquier compañía.
Al parecer, no se descarta en el futuro más próximo una división dentro de la aerolínea para crear una filial low cost. El lío que se puede montar se prevé muy importante.
AirFrance
Una vez aprobada la salida de la nueva filial, Joon, el futuro de la empresa matriz se ve ligeramente en el aire.
Su actual subsidiaria, la compañía HOP!, ha batido el récord de cancelaciones y retrasos en lo que llevamos de Verano y es más que probable que sea guillotinada en breve.
Una vez aclarado que Joon no va a ser una aerolínea de bajo coste, sólo queda pensar que su creación se debe a motivos meramente económicos, con el fin de poder ahorrar todo lo posible en gastos de personal y precarizar al máximo las condiciones laborales de los nuevos empleados.
Sabiendo cómo se las gastan los franceses cuando quieren montar una revolución, nos mantenemos atentos a los futuros movimientos de la aerolínea gala.
Alitalia
Es la enferma terminal que mientras lleva años debatiéndose entre la vida y la muerte ve cómo el resto de las compañías aéreas «sanas» pasan a mejor vida antes que ella.
Antes de que termine este año conoceremos quién o quiénes van a ser los nuevos propietarios de la aerolínea italiana, que con una flota de más de 100 aeronaves es un bocado apetecible para muchas otras.
Entre las principales destacadas para hacerse con el preciado botín se encuentran Lufthansa, EasyJet y Ryanair. Considerando que las dos primeras se empiezan a desmarcar ya de la aventura, todo parece apuntar a que la lowcost irlandesa podría llevarse el premio.
Dado que Michael O´Leary, CEO de Ryanair, ha declarado que no hará ninguna compra si no puede disponder del 51% del accionariado, esto es, poder absoluto para hacer y deshacer a su antojo, tampoco descartamos que se declare vacío el proceso de venta y vuelva a manos gubernamentales.
Podríamos nombrar también a las antaño todo poderosas Emirates y Etihad, que están pasando por los peores momentos de su historia, así como la sudafricana South African Airways, que está a punto de echar el cierre definitivo, pero retomaremos este asunto en próximos posts.
Mientras tanto, nos mantendremos atentos para ir recogiendo todas las novedades que surjan en relación con las aerolíneas, casi a diario, con el fin de manteneros informados con la antelación necesaria.