HUELGA, MENTIRAS Y CINTAS DE AUDIO EN RYANAIR

Llegó la Primavera de los tripulantes de cabina de Ryanair, o al menos de aquellos que tienen sus bases en Portugal, y esta vez no van de farol ni están dispuestos a dejarse mangonear por la aerolínea.

Los paros realizados el pasado 29 de Marzo y 1 de Abril, junto con el siguiente programado para mañana día 4, están haciendo mucho daño a la compañía, que empieza a sembrar serias dudas entre sus propios pasajeros, hasta ahora fieles a la política y filosofía propia de la irlandesa.

La presidenta del SNPVAC portugués (Sindicato Nacional de Tripulantes de Vuelos de la Aviación Civil), Luciana Passo, confirmaba que más del 90% de los trabajadores afectados se habían sumado a la huelga, que lleva casi 40 vuelos cancelados a día de hoy.

Quizás, el momento de mayor caos se produjo el pasado Domingo, cuando se cancelaron tres de los cinco vuelos previstos en el aeropuerto de Lisboa y cuatro de los siete programados en Faro. En Oporto, sólo tres vuelos de los ocho previstos llegaron a despegar, afectando a pasajeros que regresaban de sus vacaciones a Madrid y Barcelona, entre otros destinos.

Las colas de afectados por las cancelaciones colapsaron los despachos de Ryanair, que no podía reubicar a sus clientes en otros vuelos al no existir asientos libres. La compañía se limitó a recoger las reclamaciones presentadas y ofertar la devolución del importe abonado por el billete.

Dado que se trataba de una fecha clave de la operación retorno de Semana Santa, incluso los autobuses y trenes con destino a España apenas disponían de plazas, por lo que algunos pasajeros se las vieron y desearon para encontrar un medio alternativo para regresar a casa.

Ryanair debe cambiar

Así reza el lema de los manifestantes en Ryanair, los cuales hacen alusión a «la falta de respeto de la compañía por los derechos más elementales de los trabajadores y el uso instrumental de la legislación a conveniencia, en completa indiferencia con las principales medidas de protección social aplicables en el país de residencia».

Las reivindicaciones específicas siguen siendo las mismas desde hace mucho tiempo: paridad económica con el resto de aerolíneas, desaparición de los procesos disciplinarios y amenazas por no cumplir con los objetivos de ventas a bordo, derechos básicos de maternidad/paternidad y respeto a aquellos trabajadores que se encuentran de baja médica.

Ryanair, a día de hoy, no ha hecho excesivos comentarios al respecto, limitándose a indicar que «las condiciones de trabajo dentro de la compañía son equiparables a las de la competencia» y ha acusado directamente a los sindicatos de la aerolínea portuguesa TAP y de la inglesa EasyJet de promover estos parones.

Chantaje y cintas de audio

El diario irlandés Irish Independent publicaba el día de ayer el contenido de unas conversaciones mantenidas por el responsable de Recursos Humanos de la aerolínea irlandesa, Darrell Hughes, con una base de Ryanair en España, tratando de coaccionar a los trabajadores españoles para operar los vuelos cancelados por la huelga en Portugal.

Según la transcripción de la conversación realizada por el rotativo irlandés, Darrell Hughes manifestó claramente a los TCP españoles de que habría «consecuencias serias» si se negaban a operar los vuelos indicados durante la huelga.

Además, el Señor Hughes avisaba que Ryanair no iba a «tolerar ningún tipo de lío dentro de la compañía».

En la conversación mantenida con la base en España (la cual no se especifica por razones obvias), Darrell Hughes indicaba: «No tenéis ninguna protección legal para participar en esta huelga, porque vuestra base no está en Portugal. No existe ninguna razón legal por la cual os podáis oponer a cumplir con vuestra tarea».

Cuando se le preguntó por las repercusiones legales que podría tener el interferir en una huelga legal realizada en otro país, Hughes contestó que «la compañía correrá con todos los temas legales», aunque enfatizando que no surgirían problemas en ese sentido.

Ante la reticencia mostrada por los trabajadores en la base española, el responsable de Recursos Humanos de Ryanair volvía a la carga y decía que «eso es lo mismo que decidir un día no presentarse al trabajo sin tener ninguna causa que lo justifique».

Tratando de protegerse a efectos legales, los empleados en España solicitaron a Darrell Hughes que les hiciese llegar un email reflejando claramente las instrucciones que estaban recibiendo por parte de la compañía, a lo que este contestó: «Mirad, no tenemos tiempo para enviar emails o escribir cartas. Os estoy dando la total garantía de que cualquier acción legal que se tome contra vosotros de manera individual será atendida por la compañía, junto con los gastos para la defensa que correspondan».

Hay que reseñar que si bien Ryanair consiguió algunos tripulantes españoles para sustituir a sus compañeros portugueses en la huelga del Jueves día 29, esa situación ya no se volvió a producir en el parón del Domingo pasado.

Ironía Irlandesa

Suponemos que haciendo uso de la clásica ironía de origen celta, Ryanair declaraba que «la mayoría de las tripulaciones portuguesas trabajaron con total normalidad. Sólo un pequeño número de operaciones desde Portugal sufrieron cancelaciones o pequeños retrasos y los pasajeros afectados fueron reubicados en otros vuelos. Sentimos las molestias provocadas a los afectados por esta injustificada e innecesaria acción. Damos las gracias a las tripulaciones de Portugal por poner por delante a nuestros pasajeros e ignorar esta huelga».

Pues tal y como comentabamos al principio, quizás ha llegado la Primavera TCP a Ryanair, y muy probablemente el momento de cambiar de rumbo.

¿Se verá obligada la compañía a subir el precio de sus billetes si mejora las condiciones laborales de sus empleados?. Esta es la pregunta del millón.

Por el bien de todos, de Ryanair, de sus empleados, y de los millones de pasajeros de la aerolínea, esperamos pasar un Verano sin problemas y ver pon fin un entendimiento entre todas las partes.

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