Air Chathams se ha convertido en una compañía aérea de culto.
Es la única en el mundo que opera con aeronaves consideradas como auténticas reliquias de la aviación comercial.
A más de 800 km al Este de Nueva Zelanda, atravesando el Océano Pacífico, se encuentran las islas Chatham, un verdadero paraíso terrenal que todavía no ha experimentado los efectos devastadores del turismo de masas.
Con tan solo 600 residentes habituales, el archipiélago cuenta con su propia compañía aérea, Air Chathams, en la cual parece que no ha pasado el tiempo, dado que sus pasajeros todavía pueden embarcar en los mismos aviones en los que en algún momento volaron sus abuelos.
Fundada en 1984, Air Chathams conecta las islas con las principales ciudades de Nueva Zelanda, y antes de la declaración de pandemia estaba operando por primera vez una ruta internacional hacia la isla de Norfolk, que pertenece a Australia.
Mientras que la tendencia general en el sector aéreo siempre ha sido intentar incorporar a las flotas los últimos modelos de aeronaves que iban saliendo al mercado, Air Chathams se ha esforzado para hacer exactamente lo contrario, invirtiendo importantes cantidades de dinero con el fin de mantener en activo sus aparatos «vintage».
Gracias a esto, Air Chathams ha llegado a convertirse en objeto de culto para muchos aficionados a la aviación, que han considerado trasladarse hasta este rincón del planeta para disfrutar de sensaciones imposibles de experimentar en nuestro entorno más cercano.
La flota
Air Chathams cuenta con un ATR 42/72, y con seis Saab 340, aparatos contemporáneos que utilizan infinidad de aerolíneas.
Sin embargo, la compañía también opera otras siete aeronaves que se salen de la norma habitual, consideradas como «viejas glorias» de la historia de la aviación comercial.
Convair CV-580
La aerolínea tiene 3 aviones de este modelo, con capacidad para transportar a 50 viajeros.
Con las matrículas ZK-CIE, ZK-CIB, y ZK-KFL, comenzaron su vida operativa en los años 1956, 1957 y 1953, respectivamente.
Uno de ellos está destinado en exclusiva al tránsito de pasajeros, otro combina esta función con la de transporte de mercancías, y el tercero sólo opera vuelos de carga.
Se trata de una versión más avanzada del Convair CV-340 y CV-440, que irrumpían en el mercado aéreo durante los años 50.
El Convair CV-580 está equipado con motores Allison 501 D13D/H, que le permiten alcanzar una velocidad de crucero superior a los 480 km/h, pudiendo operar con una carga útil de 7.030 kg.
En su versión de carga todavía es posible ver a este aparato en algunos aeropuertos, aunque la inmensa mayoría de los modelos fabricados fueron retirados definitivamente de servicio hace muchos años.
Lamentablemente, los efectos de la pandemia también han llegado hasta Nueva Zelanda, y Air Chathams ha anunciado que durante este 2021 se verá obligada a decir adiós a sus Convair.
Douglas DC-3
De momento, parece que el último DC-3 que mantiene en activo Air Chathams seguirá volando.
Actualmente, está dedicado a operar rutas escénicas sobre las islas Chatham, una actividad que hasta la llegada del nuevo coronavirus tenía un enorme éxito entre los visitantes foráneos.
El DC-3 ha sido uno de los modelos más icónicos de la aviación comercial, e incluso de la militar, gracias a su variante C-47 «Skytrain».
Para muchos, este aparato podría considerarse la columna vertebral sobre la cual se desarrolló el sector del transporte aéreo de pasajeros, y se calcula que actualmente existirían alrededor de un centenar de DC-3 todavía en activo.
El modelo propiedad de Air Chathams data del año 1945, y realiza vuelos de 30 minutos de duración por una tarifa de 99 dólares neozelandeses (60 euros).
Fairchild Metroliner
Se trata de un modelo que entró en servicio durante los años 70, y del que se construyeron aproximadamente 600 unidades en todas sus versiones.
Con una capacidad para transportar a 19 pasajeros en su cabina presurizada, el Metroliner puede alcanzar una velocidad de crucero de 450 km/h.
Este aparato se hizo especialmente popular en Australia, donde en el año 2008 todavía se registraban 61 unidades en activo.
Igual que en el caso de los Convair, Air Chathams dispone de tres Fairchild Metroliner, los cuales serán retirados de servicio durante los próximos meses y sus rutas operadas por Saab 340.
Tal y como apunta Duane Emeny, manager de Air Chathams, una de las características más destacadas de volar en estos aviones es la distancia que hay entre asientos, ya que todos ellos fueron construidos durante una época en la que todavía no era necesario acumular a centenares de pasajeros dentro de las cabinas.
Acostumbrados a volar a bordo de las aeronaves actuales, la experiencia de poder escuchar el encendido de los motores de un DC-3 y el trepitar de su cabina, remontan a los pasajeros a los albores del transporte aéreo.