Empezamos bien. Estamos a unas pocas semanas del inicio del Mundial de Fútbol 2018, a celebrarse en Rusia, y el aperitivo que prometía ser la final de la Champions League, en la ciudad ucraniana de Kiev, se ha convertido en un auténtico quebradero de cabeza, tanto para los aficionados que tienen previsto el desplazamiento, como para las agencias de viajes.
Y con esto no queremos hacer ningún tipo de comparación a priori entre los dos países implicados en la organización de los eventos futbolísticos que arrastran a más turistas, pero es evidente que hay algo bastante raro que pulula por detrás de las cortinas de algunos despachos de la UEFA.
La pasada temporada muchos nos preguntábamos qué había llevado al organismo futbolístico más importante del mundo a elegir a la ciudad galesa de Cardiff como sede para celebrar el partido final que determinaría qué equipo sería el campeón de Europa.
Pero es que lo de este año todavía nos sorprende mucho más, ya que ha quedado evidenciado de una manera rotunda que Kiev no posee, en ningún modo, la infraestructura necesaria para albergar semejante acontecimiento.
En este caso, no nos estamos refiriendo precisamente a la oferta de apartamentos y hoteles por precios tan sumamente exagerados que uno no sabe muy bien si reir o llorar. Entendemos perfectamente que algunos pretendan hacer su Agosto particular y aprovechar la pasión de los otros por sus colores, que los lleva a abonar miles de euros por alojamientos que en otras fechas apenas superan los 40.
Hablamos de las cancelaciones de última hora realizadas por muchos establecimientos hoteleros de Kiev a clientes que ya tenían su habitación reservada y pagada desde hace meses, con el fin de volver a poner a la venta la misma a un precio infinitamente superior.
Las disculpas utilizadas son tan peregrinas como el decir que han tenido un problema informático, o que no van a disponer de agua, cuando al mismo tiempo ya ofertan la misma habitación a la venta en distintos portales.
La misma situación provocó que en el año 2012 el mismísimo presidente de la UEFA, Michel Platini, calificara a estos empresarios de "bandidos y estafadores".
Pero el problema con el que se han encontrado ahora muchas mayoristas y touroperadoras, es que el aeropuerto de Kiev tampoco tiene capacidad para el aparcamiento de aviones de la clase E (A330, A340, 787, 747, etc), por lo que se desconoce cómo se supone que deberán desplazarse todos aquellos que ya tienen sus billetes, ya que la mayoría de los aviones que los trasladan específicamente para este partido, no van a poder pernoctar en Kiev.
Por otro lado, dicho aeropuerto puede gestionar un volumen de 2.000 pasajeros a la hora, lo cual en lo que se refiere a la llegada masiva de aficionados no debería resultar en ningún problema, siempre y cuando se planifique la misma correctamente y con los espacios de tiempo necesarios.
El mayor obstáculo estriba en la salida después del partido, ya que se espera que la gran mayoría de turistas vuelvan a sus destinos de origen en un tramo horario prácticamente similar, lo que nos hace suponer que se va a superar con creces el volumen máximo de pasajeros por hora. Si a esto le añadimos que los aviones no pueden estar esperando en el parking por la falta de espacio, sinceramente, no acabamos de verlo.
Pero sobre todo y ante todo nos preguntamos si la UEFA tuvo todo esto en cuenta antes de designar la sede para la celebración de este evento deportivo. Además de señalar e insultar a los empresarios que están estafando de manera impune a muchos turistas extranjeros, quizás el señor Platini tendría que haber estudiado un poco el terreno en el que se movía.
De hecho, no hace muchos meses tenemos un claro precedente por parte del CEO de Ryanair, Michael O´Leary, que había anunciado a bombo y platillo un importante crecimiento y expansión de la flota en Kiev, que posteriormente tuvo que anular indicando que "el país no es todavía suficientemente maduro o fiable para que invirtamos allí parte de nuestra flota".
Entonces, ¿en qué piensan los dirigentes de la UEFA?, ¿qué bases son las que se tienen en cuenta para organizar un evento deportivo que arrastra a cientos de miles de aficionados al fútbol de todo el mundo?. Quizás a todos se nos está pasando la misma respuesta por la cabeza…
Y si esa respuesta que tenemos en la cabeza al final es la real, ya podemos explicarnos el porqué el próximo país en organizar un mundial de fútbol sea Qatar.