Hace unos días, leíamos las conclusiones de un estudio basado en el Barómetro Ipsos-Europ Assitance 2019, y el Barómetro de Tendencias de Modalidades de Pago de American Express.
Según ambos, este año un total de 2 millones de españoles tendrán que utilizar algún producto de financiación para poder asumir el coste de sus vacaciones.
Otros 2 millones necesitarán aplazar los cargos correspondientes a los gastos generados durante sus días de asueto, lo que al final se traduce en que más del 17% de todos los españoles que saldrán de vacaciones durante el 2019, necesitarán ayuda para poder afrontar los pagos que se deriven de estas.
Lo peor de esto es que, del primer grupo que harán uso de los distintos productos de financiación que se comercializan en estos momentos, unas 350.000 familias finalmente no podrán asumir los costes de sus préstamos.
Las cuatro modalidades más utilizadas por los españoles para poder abonar las facturas de las vacaciones anuales son:
1.- Prestamos Personales. Utilizados por prácticamente la mitad de todos los que necesitan financiación.
2.- Financiación propia con las agencias de viaje. La segunda modalidad más utilizada.
3.- Tarjetas de crédito. El 25% de los que necesitan financiación echan mano de ellas.
4.- Préstamos privados entre familiares y amigos. Utilizados por el 9% restante.
Quitando las tristemente famosas tarjetas «revolving», que han llevado a la ruina a muchos ciudadanos y cuya utilización se desaconseja desde la mayoría de organismos públicos y privados, con el resto de sistemas de financiación se calcula un sobrecoste final para cada pasajero de 50 euros, lo que al final consigue una recaudación total a mayores para las entidades financieras de una cifra superior a los 98 millones de euros.
Los habitantes de las Comunidades Autónomas de Andalucía, Cataluña, Madrid y Valencia, son los que más se endeudan a la hora de planificar sus vacaciones. En el lado contrario, los riojanos apenas necesitan recurrir a otros sistemas de pago para abonar los gastos en sus días de descanso.
Por qué pasa esto
Para poder explicarte el porqué de esta situación, vamos a echar mano de un símil.
Imagina que durante todo el año, desde muchos frentes distintos, te quieren convencer para que te compres un Ferrari.
El mensaje, más o menos, viene siendo siempre el mismo, y hace alusión a que tu vida será mejor si tienes un Ferrari, tu familia vivirá más feliz, y todos os sentiréis más realizados.
A partir del momento en el que ya estás valorando comprarte un Ferrari, hay dos grupos que van a tirar de ti:
A) El de aquellos que intentarán convencerte de que con un poco de esfuerzo por tu parte, la ayuda de los bancos y otros tipos de financiación, y ajustando un poco tus gastos fijos mensuales, si quieres puedes hacerte con un Ferrari.
B) El de aquellos que, al contrario, prometen que comprando un Seat Panda de segunda mano, podrás tener las mismas sensaciones que tiene el propietario de un Ferrari, y además pagando muchísimo menos dinero.
Traducido al sector turístico, el Ferrari sería un buen viaje de vacaciones, y los dos grupos a los que hacemos referencia son los de los típicos influencers, youtubers, cuñados y demás entendidos, que hacen furor con sus trucos lowcost para viajar más barato, y por otro lado, el de aquellos que hacen lo propio pero exactamente al contrario: comentando y valorando los desplazamientos en los aviones y hoteles más caros del mercado.
Si te fijas, los que menos éxito popular tienen, son aquellos que viajan a sitios donde pueden pagar las facturas y pasan unos días disfrutando razonablemente de sus destinos.
Tus errores
Cuando leemos los comentarios de muchos chats y grupos de viajeros lowcost, nos echamos las manos a la cabeza.
En ocasiones, parecen más auténticas guías para homeless y vagabundos, que foros de viaje medianamente serios.
Hemos visto consejos que rozan la legalidad, otros que son total y absolutamente ilegales, y otros que acaban provocando bastantes más gastos que el ahorro que supuestamente tenían.
Este es el caso de dos mochileros alemanes, que se fiaron de aquellos que decían que tomarse un café en Venecia es demasiado caro, por lo que la mejor solución es llevarse una cafetera portátil y degustarlo cuándo y dónde te parezca.
Así lo hicieron, y por ello fueron multados por la policía con 950 euros, además de ser «invitados» a abandonar la ciudad.
Casos como este ocurren a diario, porque en algunas ocasiones se quiere viajar a sitios que están fuera de nuestras posibilidades económicas, y creemos que siguiendo una dieta de patatas fritas y pizza, no tendremos mayor problema.
Los millenials son los que más suelen caer en este tipo de engaños, y han llegado hasta el punto en el cual en muchas ocasiones no les importa ni el viaje, ni el destino. Tan solo quieren salir de casa, pasarlo bien y hacer muchas fotos para subir a las redes sociales.
Según artículos de diversos psicólogos y sociólogos, el hecho de haber nacido en entornos de hiper protección, los convierte en especialmente crédulos y fáciles de manipular.
Primer error: lo que la verdad esconde.
Todas las agencias de viaje hemos recibido en algún momento peticiones de vecinos, familiares, amigos, compañeros de trabajo, para que les dijésemos cuánto habían pagado por sus vacaciones personas que ellos conocían.
Cualquiera que lleve un mínimo de tiempo en este sector, sabe perfectamente que esa es una norma que NUNCA, bajo ninguna circunstancia, se puede romper.
Hay un buen número de gente que miente descaradamente cuando cuenta cuánto le han costado sus vacaciones. Son aquellos que siempre viajan más barato que tú.
En otros casos, sí dicen la verdad en cuanto al precio, pero no en cuanto a todos los problemas e incidencias que han tenido a consecuencia de su ahorro.
El primer error es fiarte de la información que te suelen dar personas muy cercanas a ti. En ocasiones, te acaban convenciendo para que compres viajes que están fuera de tus posibilidades, ya que esto lo que consigue es que ellos no se sientan tan culpables por haberlo hecho.
Pon tus barreras y olvídate de ellos.
Segundo error: el paraíso en la otra esquina.
Te equivocas completamente si crees que necesitas obligatoriamente irte muy lejos para pasarlo bien.
Podemos apostarte lo que quieras, a que tienes playas increíbles más cerca de lo que te imaginas.
En ocasiones, parece que queda mejor decir que has viajado al extranjero, que te has quedado en tu país. La cuestión es que, también en ocasiones, el que se va al extranjero tiene que dormir en un hostal famoso por algún crimen que se cometió hace años en una de sus habitaciones, y el que se queda dentro sus fronteras lo hace un hotel de 4 estrellas.
Es la pregunta de toda la vida: ¿Qué prefieres ser, cola de león, o cabeza de ratón?, lo que se podría traducir en : ¿Prefieres gastar más dinero y pasar tus días de vacaciones haciendo ejercicios de supervivencia, o invertir menos dinero y no tener que sacrificar tu comodidad?.
Y no sólo eso, como hemos visto al principio, muchos acaban pagando su viaje anual precisamente durante todo lo que resta de año.
Tercer error: Follow the leader
Aquí es donde entra la influencia que ejercen algunos personajes que tienen serias dificultades para hacer la «o» con un canuto.
Si tienes a algún seguidor de ellos delante tuya, nunca se te ocurra criticarlos, porque su palabra vale bastante más que todos los años de experiencia y viajes que puedas acumular a tus espaldas.
En cada momento determinado, y dependiendo de las cantidades que hayan podido cobrar de sus «benefactores», se desharán en halagos para determinados destinos.
Al final, te encuentras con cientos de miles de viajeros que también quieren tener su foto en El Nido (Palawan – Filipinas), bajo las palmeras luminosas de Singapur, o en Angkor.
Si te lo puedes permitir sin herir de muerte tu cuenta corriente, genial, en caso contrario, hay multitud de alternativas bastante más asequibles.
Cuarto error: La mafia no perdona
Varias de las preguntas más habituales que vemos a diarios son:
¿Vuela allí Ryanair?. ¿Se puede hacer por libre?. ¿Cuántos caben en la habitación?. ¿Cómo se puede conseguir gratis?. ¿Has mirado en Booking?.
No sabemos si «mafia» es el nombre más adecuado para hacer referencia a todo el conglomerado de buscadores, agencias, OTA´s, etc que utilizan a diario millones de viajeros potenciales.
Lo cierto es que se trata de un grupo cerrado que, ni de lejos, ofertan los mejores precios del mercado, pero a ti te dan a entender que sí.
Algún día explicaremos en detalle de dónde sacan los millones de euros que ganan anualmente estas páginas de buscadores/comparadores, que no venden absolutamente nada, y sólo se dedican a recomendarte un mayorista por sus tarifas de hoteles, vuelos, o paquetes vacacionales.
Para resumirlo muy mucho, te diremos que se enriquecen gracias a ti, a lo que cobran por cada «click» en sus páginas, y lo que cobran ellos posteriormente al remitirte a otra página distinta.
Aunque ya lo hemos comentado en otras ocasiones, estos comparadores online hacen sus medias basándose en los precios de sus 5 «amigos de toda la vida», con los que tiene importantes contratos firmados.
Para que te hagas una idea, es como si existiese una aplicación que te permitiese ver los precios de venta de un pantalón en 5 centros comerciales distintos. El problema radica en que también hay, a mayores, otras tantas miles de tiendas que también los comercializan mucho más baratos, y las cuales nunca conocerás si no sales de la influencia de la «mafia».
Lo hemos demostrado prácticamente varias veces: en muchas ocasiones, Ryanair no es la mejor aerolínea, ni la más barata, para volar a un destino determinado, Booking no vende los hoteles más baratos, o los chollos de última hora son en realidad trampas mortales para atrapar incautos.
Conclusión
Al final, todo es cuestión de prioridades.
Conocemos a gente que come y cena sopa de sobre durante muchos días, para después poder viajar en Verano. Otros, no quieren gastar ni un solo euro de más en su billete de avión, pero luego le regalan dinero a raudales a su aerolínea por la compra de cervezas, o chupitos de alcohol.
Pero hay que decir algo muy importante: si te endeudas hasta el punto de no poder asumir el coste de tus vacaciones, o hacerlo con muchas dificultades, estás haciendo las cosas muy mal.
A pesar de lo que puedas creer, a la inmensa mayoría de agencias de viaje medianamente decentes, no nos interesa que te arruines con tus compras.
No sólo es posible, es que es totalmente viable adaptar el presupuesto que tengas a un viaje que puedas asumir, sin tener que hipotecarte por lo que reste de año.
Seguramente no necesitas un Ferrari, pero te puedes permitir algo mejor que un Seat Panda de segunda mano.
Olvídate de los consejos de «cuñados» y similares, de los precios que te dicen que pagan los demás, de las «ideas de bombero» para ahorrar dinero, de un buen porcentaje de la información que puedas ver en internet.
Estudia hasta dónde puedes llegar, y haz un viaje con un nivel de confort adecuado, en todos los sentidos y acepciones de esta palabra.
No vale la pena dejarte lo que no tienes en 10 días, si tienes en cuenta que luego hay que vivir otros 355 más.