La noticia ha saltado durante el día de hoy, de manera lastimosa, en gran parte de medios de comunicación extranjeros y algunos nacionales: «España propone un boicot contra la aerolínea Ryanair». Esta media también incluiría la retirada de los «slots» que la irlandesa tiene en múltiples aeropuertos españoles, con el fin de entregar los mismos a otras compañías más afines a la causa.
La realidad es bien distinta. España, como tal, no ha solicitado hacer ningún boicot a nadie, faltaría más. Han sido los señores de ASETRA (Asociación Española de Usuarios, Empresarios y Profesionales del Transporte Aéreo) quienes han tenido la pésima idea de intentar soliviantar a las masas con su ocurrencia cuasi mafiosa.
La causa
Según los señores de esta asociación, que no representan ni mucho menos a España, ni por supuesto a todos los españoles, ni siquiera a todos los profesionales del transporte aéreo de este país, la compañía irlandesa Ryanair está aplicando «condiciones abusivas» en su nueva política de equipajes a bordo, utilizando para ello su posición privilegiada en el sector.
No somos precisamente en Turama sospechosos de comulgar con la filosofía empresarial de esta compañía aéra, a la que hemos criticado muy duramente durante todo el año pasado. Al contrario, si de algo se nos ha acusado es de ser excesivamente duros con ella, y con muchas otras. De hecho, nuestros artículos no suelen tener cabida en otros foros que no sean los propios de Turama, precisamente porque no hacemos apología del corporativismo y decimos muchas cosas que no a todo el mundo le gusta oir.
Ahora bien, una cosa es plantear una información veraz desde un punto de vista crítico como el nuestro, y otra es tomar por tontos a los millones de pasajeros que tiene Ryanair, y aprovechar una tarima pública para proponer medidas propias de cualquier régimen autoritario de tercera división.
Quizás, los señores de ASETRA todavía no se han enterado que Ryanair es una empresa privada, con fuertes subvenciones por parte de muchos municipios, eso sí, pero que puede y tiene todo el derecho del mundo a aplicar las tarifas que le parezcan más oportunas, aunque en muchas ocasiones estas nos resulten desproporcionadas.
A lo mejor tampoco se han enterado que siendo España un país libre, sus ciudadanos mayores de edad se bastan ellos solitos para decidir con quién quieren volar y con quién no, y no necesitan que nadie los invite a boicotear una empresa, cosa que está muy fea por razones que a continuación explicaremos.
La crítica
A Ryanair se la puede (y debe) criticar por múltiples causas, principalmente por todas las referidas a las condiciones de trabajo de sus empleados. Tal y como hemos expresado en múltiples ocasiones, no nos parece ni medio lógico que algunos pilotos tengan que abrir sociedades en paraísos fiscales para poder facturar a la aerolínea desde ellos, ni que sus TCP tengan que estar más preocupados por llegar a vender los perfumes que se les exigen y no tanto por las responsabilidades propias de su profesión.
Tampoco nos pareció nunca de recibo la negativa de Ryanair a aceptar cualquier tipo de sindicato de trabajadores, o las cancelaciones masivas, o las «mentirijillas» que se inventa de vez en cuando para intentar justificar posturas totalmente injustificables.
Ahora, nosotros comentamos con dureza este tipo de asuntos, pero sus clientes y pasajeros son los que deciden si quieren utilizar sus servicios, y nadie tiene derecho a criticarlos por ello.
De hecho, ha quedado claro que a pesar de ser el año pasado uno de los peores en cuanto a incidencias en la compañía, sus usuarios han decidido perdonar las mismas, a cambio de poder seguir volando con las tarifas más bajas del mercado.
¿Quién es ASETRA, o Turama, o nadie, para decidir quién hace las cosas a su gusto y en qué aerolínea debe de volar la gente?. ¿Acaso los pasajeros de Ryanair, que llenan sus aviones en cada vuelo, lo hacen porque tienen una pistola apuntando a sus cabezas?.
Hipocresía
Lo más gracioso de este asunto es que ASETRA reclama también la retirada de los «slots» de Ryanair, con el fin de entregar los mismos «a compañías que favorezcan en sus políticas el transporte de pasajeros a los ciudadanos españoles, sin menoscabar la integridad económica de sus clientes por la posición dominante que ocupa actualmente en el mercado».
Pero vamos a ver, si algo se le puede reconocer a Ryanair es precisamente la democratización del transporte aéreo. Gracias a sus tarifas, millones de españoles han podido viajar y volar a destinos que si no fuese por la aerolínea irlandesa estarían totalmente fuera de sus presupuestos.
Señores de ASETRA, ¿entonces nos pueden decir claramente para quién piden los slots de Ryanair?. Quizás se los damos mejor a Iberia, que hasta hace muy poco tiempo te cobraba un billete de avión desde «provincias» a Madrid por más de 300 euros. ¿No era eso menoscabar la integridad económica de sus clientes?, ¿pidieron ustedes entonces un boicot contra Iberia?.
Y en cuanto a la «posición dominante que ocupa actualmente en el mercado», será porque se la ha ganado gracias a sus millones de clientes. No creemos que el señor O´Leary haya ido con una metralleta obligando a los otros grupos aéreos a tener unas tarifas superiores a Ryanair.
Da la impresión de que tomamos por tontos a los pasajeros de Ryanair. Será por las razones que ellos quieran, pero independientemente de que nos guste más o menos esta aerolínea, si es la lowcost más importante de Europa y una de las más importantes del mundo, será por algo.
También nos gustaría decir desde Turama que así como hemos sido de los pocos, por no decir de los únicos, en criticar la política de separar deliberadamente a los miembros de una misma reserva para obligarlos a comprar sus asientos con antelación, cosa que sí nos parece un auténtico escándalo aberrante, la nueva filosofía empresarial de equipajes a bordo la encontramos especialmente acertada.
Y decimos esto porque todos los pasajeros de Ryanair se han ganado la misma, a través del abuso sistemático de la antigua política que tenía antaño la compañía de permitir dos bultos dentro de la cabina.
En vuelos con una ocupación cercana al 97%, esto es, prácticamente llenos, no existe espacio físico suficiente para que todos los pasajeros guarden dos bultos en el avión, razón por la cual el caos que se creaba antes del despegue era de órdago y acababa igualmente con muchas maletas bajadas a la bodega, aún con las feroces críticas de algunos, pese a hacerse de manera gratuita.
Ryanair se cansó de su propio buenismo en este asunto, y algunos de sus pasajeros de su desmesurada ambición. Ahora tendrán que abonar el correspondiente suplemento si desean viajar con su maleta de cabina, y si no es así, esta volará en la bodega del avión y le será entregada en destino, sin cargo alguno. Ryanair es así, si vuelas con ellos es lo que hay, pero luego no vale quejarse.
Además, que nadie dude que en breve el resto de aerolíneas harán lo propio. Igual que pasó con la separación deliberada de pasajeros, que ahora también aplican Iberia, Level, y muchísimas otras, el abono por el equipaje de mano del avión está a la vuelta de la esquina. Al fin y al cabo, Ryanair marca la tendencia y el resto, o al menos la gran mayoría, la siguen más pronto o más tarde.
La pregunta sería: cuando el resto de compañías aéreas propongan las mismas medidas de Ryanair, ¿pedimos también el boicot y la retirada de sus slots?.
Si no se puede competir con Ryanair en tarifas, sí se puede hacer ofertando valores añadidos a sus clientes. Si alguien pretende quitar pasajeros a la irlandesa, lo que debería de hacer es mejorar las condiciones de esta y conseguir atraer y fidelizar a su público.
Claro, es una tarea ardua y complicada, sobre todo cuando hay que tratar bien al cliente, pero es como debería de funcionar este mundo y no a base de solicitar boicots y retiradas de slots porque una empresa privada decide dar otra vuelta de tuerca a sus condiciones, que por cierto pronto serán copiadas por el resto, como siempre.
Son, única y exclusivamente, los pasajeros a quienes corresponde el derecho a decidir con quien quieren volar, y las guerras sucias las denunciaremos siempre desde Turama, aunque sean contra aerolíneas que no están precisamente entre nuestras favoritas.