Se cumplen 40 años de la masacre de Ustica

Se trata del accidente aéreo ocurrido en Italia que acabó con la vida de 81 personas, el día 27 de Junio de 1980.

Estamos hablando probablemente del único siniestro de la aviación comercial moderna ocurrido en Europa Occidental, en el que todavía no es posible saber con certeza la causa que propició el derribo del DC9 de la aerolínea Itavia, y sobre el que han recaído numerosas acusaciones de traición, obstrucción a la justicia, y corrupción.

Fecha: 27/06/1980

 

Causa: Pendiente de confirmación

 

Avión: DC9-15

 

Víctimas: 81 

 

Superviviente: 0

 

Aerolínea: Itavia

Hasta 4 generales de la Fuerza Aérea Italiana fueron acusados de falsificación de documentos, perjurio, abuso de autoridad y alta traición, y un importante número de oficiales se vieron obligados a declarar en juicio debido a las numerosas faltas e incoherencias detectadas durante la investigación.

Hay dos teorías distintas que intentan explicar lo ocurrido. Una de ellas hace referencia a un atentado terrorista, y otra a un misil lanzado desde un caza militar francés.

Los hechos

El vuelo IH870 de la compañía aérea Itavia unía las ciudades de Bolonia y Palermo, y era operado con un avión modelo DC-9-15. Se trataba de una ruta doméstica que se cubría con facilidad en poco más de una hora.

El aparato tenía que haber despegado desde Bolonia a las 18:00 horas, pero una serie de incidentes en cadena acumulados en el aeropuerto Guglielmo Marconi, acabaron resultando en un retraso en la salida de casi dos horas.

A las 20:08 el DC9 despegaba con 77 pasajeros a bordo, dos pilotos y dos tripulantes de cabina.

A las 20:37 se recibía el último mensaje desde la cabina del avión de Itavia, el cual se encontraba sobrevolando el Mar Tirreno y muy próximo a la isla de Ustica, situada 120 km al sur de Nápoles.

A las 20:59 el aparato se desintegraba en el aire y caía al mar, acabando con la vida de todos sus ocupantes.

En ningún momento se notificó por parte de los pilotos algún tipo de anomalía técnica o mecánica, y los restos localizados durante los años posteriores confirmaron una explosión a bordo que habría desintegrado la aeronave al instante.

A partir de este momento comenzaron las investigaciones para aclarar lo sucedido, las cuales se encontraron con todo tipo de injerencias por parte de la Fuerza Aérea Italiana, dificultando enormemente el poder acceder a los datos necesarios para instruir la causa.

La situación de bloqueo alcanzó tal extremo, que llegó a hablarse de la existencia de un «muro de goma», que afectaba a todo aquel que intentase investigar los hechos, haciendo alusión a que sólo conseguiría rebotar una y otra vez contra el mismo muro sin poder llegar en ningún caso a atravesarlo.

Durante la investigación se dieron situaciones tan rocambolescas como oficiales dudando de su propia firma e indicando que no podían garantizar la veracidad de los documentos aportados, porque habían cambiado recientemente de caligrafía.

También se dijo que el radar militar que controlaba al aparato de Itavia era tan antiguo y estaba en tan mal estado, que las piezas de recambio se obtenían en un mercadillo de objetos robados.

Numerosas pruebas han desaparecido misteriosamente de los archivos judiciales, y testigos clave del caso han fallecido sin poder llegar a conocerse su versión de los hechos.

Teoría de la bomba

En el año 1994 se encargó una investigación independiente al Departamento de Accidentes Aéreos del Reino Unido (AAIB), que trabajaría conjuntamente con un grupo de científicos italianos.

Lo primero que se quiso recalcar fue el mínimo interés que se había puesto por parte de las autoridades para recuperar los restos del aparato siniestrado, lo que ponía en cuestión todas las diligencias que se habían tramitado durante el transcurso de los últimos 14 años.

La AAIB centró el proceso inicial de su informe instando al gobierno italiano para reanudar los trabajos necesarios con el fin de recuperar las partes del fuselaje que permanecían en el fondo del mar, indicando que sin poder inspeccionar con detenimiento las mismas era imposible llegar a una conclusión mínimamente válida.

Una vez se pudieron extraer del mar un porcentaje importante de los restos del DC9, se procedió a aplicar el mismo sistema de investigación utilizado en el siniestro del avión de la PANAM que en el año 1988 se estrellaba en la ciudad escocesa de Lockerbie, tras sufrir un atentado con bomba.

Los investigadores concluyeron su labor corroborando la versión que apuntaba a la colocación de un artefacto explosivo en el baño trasero de estribor del aparato.

Los supuestos terroristas habrían aprovechado el espacio interior del fuselaje que se encontraba justo detrás de un dispensador de papel higiénico, escondiendo el explosivo en este lugar.

Lo que no se llegó a explicar fueron las motivaciones que habrían llevado a cometer el atentado sobre un avión civil.

En relación con este punto, algunos periodistas señalaron directamente a la mafia, especulando sobre la posibilidad de que la bomba estaba programada para estallar en el aeropuerto de Palermo, pero debido al retraso sufrido antes del despegue habría detonado mientras el avión todavía se encontraba en el aire.

Es necesario recordar que durante la década de los 70 Italia sufrió multitud de atentados con bomba en todo su territorio, muchos de los cuales han quedado impunes al no haber sido posible localizar a sus autores.

Otras fuentes incluso hablan de un posible intento de golpe de estado por parte de un grupo de militares, aunque esta versión nunca llegó a ser documentada.

En todo caso, las autoridades judiciales italianas decidieron no dar por bueno el informe final emitido por la AAIB, centrándose en el supuesto que hace referencia al impacto de un misil.

Teoría del misil

A día de hoy, esta es la teoría que ha logrado reunir un mayor consenso, aunque también presenta algunos flecos pendientes de aclaración.

Sin embargo, es cierto que muchas de las pruebas aportadas certificarían la versión que hace referencia al impacto de un misil.

El día de los hechos, un avión privado sobrevolaba el espacio aéreo del sur de Italia, y a bordo del mismo se encontraba el dirigente libio Muamar El Gadafi.

Supuestamente, la OTAN habría urdido un plan para derribar el aparato en el que viajaba Gadafi, enviando a dos cazas militares franceses con órdenes para disparar sobre el mismo.

Al parecer, un caza MIG libio habría acudido al área para intentar interponerse entre la aeronave de Gadafi y los cazas franceses, provocando un disparo de misiles entre los 3 aparatos implicados.

Uno de estos misiles podría hacer acabado impactando contra el avión de Itavia, justo en el mismo lugar al que hacía referencia el informe elaborada por la AAIB.

Esta teoría pasó a primer plano después de la toma de Trípoli, tras la cual se localizaron varios documentos que hacían referencia a los hechos ocurridos sobre la isla italiana de Ustica.

Además de esto, también se confirmó que el día 18 de Julio de 1980 se localizaron los restos de un MIG21 libio en las montañas de Calabria, en cuyo interior todavía se encontraba el piloto fallecido.

De esta manera, el 7 de Julio del 2008 se presentó una reclamación formal ante el Gobierno francés, por parte del ejecutivo italiano.

Lamentablemente, a día de hoy todavía sigue siendo prácticamente imposible indagar sobre lo ocurrido, y parece que el denominado «muro de goma» sigue en pie.

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