El Skiplagging se puso de moda mucho antes de que estallase la pandemia por Covid.
Es bastante probable que en algún momento hayas escuchado el término Skiplagging, o incluso leído numerosos artículos sobre los supuestos beneficios económicos de esta «táctica», destinada a ahorrar dinero cuando reservas billetes de avión.
Lo cierto es que, como está ocurriendo cada vez con mayor frecuencia, todos estos gurús viajeros que cuentan con cientos de miles de seguidores en sus redes sociales, y que se dedican a animar al resto a poner en práctica este tipo de «trucos» (mientras ellos viajan cómodamente en clase Business) sólo están contando una parte de la historia.
El motivo es bastante sencillo y obedece únicamente a que no llegues a enterarte de los perjuicios reales a los que te enfrentas, y que además acaban forzándote a gastar más dinero que si hubieses hecho la reserva correctamente desde el primer momento.
A continuación, te explicamos en qué consiste el Skiplagging y el porqué no te recomendamos utilizarlo en tus vacaciones.
Qué es el Skiplagging
Por norma general (aunque hay excepciones) los vuelos que realizan escalas suelen ser más económicos que los directos.
A nadie se le escapa que un vuelo directo entre Madrid y Nueva York, va a resultar más caro que otro que haga una escala, por ejemplo, en Frankfurt.
Siguiendo este precepto, a alguien se le ocurrió que sería una buena idea utilizar un trayecto con escalas para volar a determinados lugares, con la salvedad de que sería precisamente la ciudad de escala, y no el aeropuerto final del vuelo, el destino real al que se dirige el pasajero.
Por ejemplo, en vez de comprar un vuelo directo a Amsterdam, el skiplagging recomienda adquirir billetes para volar otra ruta que haga escala en esta ciudad.
De este modo, el pasajero se bajaría del avión en la capital holandesa y no haría uso del resto del billete, ahorrándose con ello una cantidad «significativa» de dinero.
Hasta aquí, podríamos decir que a primera vista parece el negocio perfecto, pero en la época que vivimos, en la que la opinión pública está dominada por los considerados influencers, muchos de los cuales carecen de conocimientos básicos a la hora de viajar y de los mínimos escrúpulos que debería tener alguien que da consejos a los demás, es necesario tener en cuenta otras consideraciones.
No es oro todo lo que reluce
En cuanto a la legalidad del Skiplagging, debemos decir que la práctica totalidad de compañías aéreas más relevantes, lo prohíben de manera específica y tajante en sus términos y condiciones de reserva.
Sin embargo, es necesario reconocer igualmente que en muchos de los casos que han llegado a juicio, se ha fallado a favor del pasajero.
Esto quiere decir que, aunque judicialmente no te pudiesen condenar por hacer Skiplagging, las aerolíneas se reservan el derecho de volver a admitirte como cliente, por incumplimiento de sus normas.
De nuevo, podrías recurrir legalmente esta decisión, pero entonces estaríamos hablando de cuantiosos gastos en abogados y procuradores, con el único fin de ahorrar ciertas cantidades en un billete de avión, lo cual no tiene demasiado sentido.
Por otro lado, el Skiplagging no permite facturar maletas, ya que estas llegan directamente al aeropuerto final de destino, por lo que te ves abocado a viajar en todo momento única y exclusivamente con equipaje de mano.
Al no hacer uso de un tramo del billete, la compañía aérea considera lo que se conoce como «no-show» (falta de presentación), lo que implica que si tienes contratados otros tramos, incluidos los de regreso a tu aeropuerto de origen, estos quedarían cancelados.
En caso de necesitar volver a tu domicilio, te quedaría la opción de comprar un billete sólo de regreso, sabiendo que además de poder estar vetado por la aerolínea, estas tarifas en muchas ocasiones superan el valor de un ida y vuelta.
Por razones legales y de seguridad, las aerolíneas revisan este tipo de incidencias (sería una conducta sospechosa propia de alguien que podría estar escapando de la Justicia), motivo por el cual es complicado que pases desapercibido, sobre todo si eres un habitual del Skiplagging.
Por supuesto, olvídate de la acumulación de millas, así como de cualquier otro privilegio de fidelización, que al fin y al cabo son los que terminan beneficiando económicamente a muchos viajeros.
Ahora que ya sabes a lo que realmente te estás enfrentando, depende de ti el valorar si crees que resulta rentable hacer Skiplagging.