Hace ya muchos años que las compañías aéreas descubrieron que el auténtico negocio no estaba en la venta de billetes, sino más bien en los servicios adicionales que se ofertaban a sus pasajeros. De esta manera nacieron los cobros extra para poder facturar una maleta en la bodega, para escoger un asiento determinado dentro de la cabina, para tener preferencia…
