TODAS LAS MENTIRAS DE RYANAIR

Dice el sabio refranero que «se coge antes a un mentiroso que a un cojo», y este es el caso más aplicable al CEO de Ryanair, Michael O´Leary, que nunca ha tenido el más mínimo rubor en burlarse de cualquier tipo de competencia, incluso después de la quiebra de Spanair, con un gravísimo accidente a sus espaldas.

Tampoco le importa reirse o tomar el pelo a sus propios usuarios, porque conoce perfectamente qué tipo de público tiene y qué es lo que buscan, y es consciente de que el año que viene sólo necesitará sacar una lluvia de ofertas de vuelos a 10 € para volver a tener colas de pasajeros en sus aviones, que ya ni se acordarán del asunto de las cancelaciones masivas.

Lamentablemente, o afortunadamente para alguno, lo que sí ha perdido es la mucha o poca credibilidad que podía todavía atesorar, ya que esconder de una manera tan vulgar un problema que conocen todos los que en algún modo están relacionados con el sector aéreo, es tan ridículo como inocente.

Lo único que sí ha hecho daño de verdad a O´Leary ha sido el desplome en bolsa de las acciones de su empresa, ya que Ryanair ha perdido en menos de una semana 2.100 millones de euros. Esto sumado a las indemnizaciones millonarias que le esperan para pasar factura a la vuelta de la esquina, aunque ya está evitando atender las reclamaciones correspondientes, más la desconfianza de usuarios potenciales que prefieren volar en otras aerolíneas hasta que este entuerto se resuelva.

Lo peor del asunto es que las cosas no van a ir a mejor, ni mucho menos, y aunque O´Leary ha pronosticado que en Noviembre volverá de nuevo a su rutina y normalidad, parece ser que ahora sus pilotos lo tienen en el punto de mira, y le van a hacer pagar los platos rotos derivados de una prepotencia y chulería practicadas desde hace muchos años.

Primera mentira

Lo primero que hizo O´Leary cuando saltaron los problemas que estaba teniendo Ryanair para cumplir los horarios establecidos, fue echar la culpa a su clientes.

En un acto vergonzoso, que recordaba la bronca de un padre a sus hijos más traviesos, el irlandés se quejó del abuso que hacían sus pasajeros de su magnánima política de equipajes en cabina, que hasta entonces permitía el acceso con dos bultos de mano.

Al parecer, y según su versión de los hechos, la gente se aprovechaba tanto de esta medida que luego era imposible dar cabida a todos los equipajes en los compartimentos superiores del avión, lo que retrasaba las salidas de los vuelos.

Como buen padre que se ve forzado a tomar medidas coercitivas para mejorar la educación de sus vástagos, O´Leary anunció que a partir del próximo mes sólo se podrá acceder a sus aviones con un pequeño bulto de mano, y el que quiera subir con más, que lo pague.

Evidentemente, esto no era más que otra estratagema para conseguir que sus pasajeros facturen las maletas y paguen otro extra a mayores para poder tener un acceso «preferente» de embarque.

Los días siguientes se olvidó de esta excusa porque no había manera de sostenerla por ningún sitio: O´Leary, si tus pasajeros no se organizan es tu responsabilidad que lo hagan, como operador del vuelo, no de ellos.

Segunda mentira

La segunda mentira del CEO de Ryanair fue todavía más penosa que la primera, ya que argumentó que sus aviones no podían llegar a tiempo a causa de las distintas huelgas que se vivieron en Francia, y factores climatológicos varios.

En primer lugar, que se sepa hay pocos momentos de la historia en los que no haya habido algún tipo de huelga en Francia, aunque actualmente ya no rueden las cabezas por el suelo.

En segundo lugar, los factores ambientales suelen afectar a todas las aerolíneas por igual, ya que las nubes, lluvia o viento no suelen hacer distinciones según el color de los aviones que vuelen a través de ellas.

En tercer lugar, si aerolíneas como Iberia, o incluso la propia Vueling, han logrado mantener un nivel aceptable de puntualidad, no parece lógico pensar que el Dios del Trueno le tenga una especial manía a los aviones de Ryanair.

Estos días, igual que en el caso anterior, también se olvidó de esta excusa porque era hasta sonrojante tener que oirla.

Tercera mentira

La tercera mentira de O´Leary fue olvidarse de las dos primeras y justificar su nueva medida de cancelaciones masivas aleatorias hasta el mes de Noviembre, por un supuesto error en la distribución de las vacaciones de sus pilotos.

Todos los que alguna vez han volado para Ryanair saben que esta empresa interpretaba la norma europea relativa a la contabilización de las horas de vuelo que realizan los pilotos, de una manera distinta al resto de países, lo cual siempre le dió una gran ventaja sobre la competencia.

La cuestión es que ahora esta «pillería» ha cambiado y ya le han comunicado oficialmente desde los organismos competentes que sus pilotos deben de contabilizar las horas de igual manera que hacen en el resto de países de la Unión Europea, lo que lo ha dejado en un brete.

Pero, ¿es esto nuevo?. La respuesta es un «no». La Irish Airline Pilots Association, IALPA, ya había advertido a Ryanair hace más de un año de que no podía seguir reinventándose las normas a su antojo, y que sus pilotos realizaban más horas que el resto.

Como es habitual, O´Leary no escuchó ninguno de estos avisos y ordenó seguir como siempre, filosofía empresarial por otro lado que lo ha llevado hasta la cima del éxito, hasta ahora.

El problema no son, ni han sido nunca, las vacaciones de sus pilotos, sino la libre interpretación de una normativa europea adaptada a sus necesidades y que ya no va a poder seguir utilizando, a pesar de los múltiples avisos que lleva recibiendo sobre esta materia desde hace años por muy diversas asociaciones y organismos.

Cuarta mentira

O´Leary se ha empeñado en resaltar y declarar, una y otra vez, que no ha perdido pilotos. Más bien, suele tender a insinuar que a él los pilotos le salen de las orejas y normalmente lo esperan a la puerta de su casa para mendigar trabajo.

Nada más lejos de la realidad. Hoy mismo la aerolína noruega Norwegian confirmaba por escrito, en un acto de venganza comercial, que ha contratado en lo que va de año a más de 140 pilotos de Ryanair.

Pero Norwegian no se quedó ahí, después de haber declarado O´Leary hace pocas fechas que a los noruegos les quedaban unos meses de vida, han querido tomarse su revancha y concluyen el comunicado emitido recalcando que además van a abrir una nueva base en Dublín, territorio de Ryanair, y que van a contratar a otros 40 pilotos más de la aerolínea irlandesa.

Es más, IALPA (Irish Airline Pilots Association) ha confirmado también por escrito que el año pasado Ryanair perdió a más de 700 pilotos, que acabaron buscándose la vida en otras aerolíneas.

Y todavía llegamos más lejos, O´Leary ha tenido que ofrecer un bonus de 1.200 € a todos los pilotos contratados por su compañía que renuncien a los días de descanso y ayuden a resolver el problema, cantidad que cobrarán si llegan a las 800 horas de vuelo en Octubre de 2018. Para los primeros oficiales ha ofrecido justo la mitad, 600 €.

Además, ha tenido la brillante y original idea de lanzarse a Brasil para reclutar la mayor cantidad posible de pilotos, pensando que los profesionales del país sudamericano van a dar palmas con las orejas por venir a Europa a trabajar en su aerolínea.

Quinta mentira

O´Leary ha prestado especial interés en dejar claro el buen trato que presta a sus pilotos, los cuales se muestran casi extasiados de trabajar para él.

Lamentablemente, nada más lejos de la realidad. Ayer mismo se reunieron hasta 120 pilotos de Ryanair en Dublín, en 3 localizaciones distintas, y han decidido que o cambia la política de rotaciones y carga de trabajo, o pasarán directamente a la huelga.

Este colectivo está bastante cansado de la presión que han recibido hasta ahora, siempre intentado superar a su rival, EasyJet, cuyos pilotos también se quejaron de ser el objetivo central de una fiebre por operar rutas que no se corresponde con la realidad, ni con su resistencia física.

Ryanair todavía tenía que superar a la ya mega saturada EasyJet, que ha batido todos los récords de retrasos durante este Verano, por lo que sólo queda imaginarse los turnos interminables dentro de la aerolínea irlandesa.

Los pilotos de O´Leary pasarán a declararse en huelga, o harán exactamente lo mismo que acaban de hacer sus compañeros de AirBerlin: llamar todos el mismo día para comunicar que están de baja por enfermedad.

Ahora que parece que por primera vez Ryanair da muestras de debilidad, el karma salta a la palestra dispuesto a cobrarse muchas deudas pendientes, y los pilotos saben que el momento es ahora, o nunca.

Conclusión

O mucho cambia la cosa, y no lo parece, o este problema va a seguir como mínimo hasta finales de año y principios del siguiente.

Para alguien que se rió de EasyJet cuando en el año 2010 creó un caos de retrasos y cancelaciones, tiene que ser muy duro ver cómo la compañía inglesa acaba de sacar una legión de ofertas en todas las rutas que Ryanair ha cancelado las próximas semanas.

Para el mismo que explotó en alegría cuando British Airways perdió su sistema informático a comienzos del Verano y dejó en tierra a miles de pasajeros, es especialmente doloroso ver cómo la aerolínea bandera inglesa ahora lo mira con una sonrisa de desprecio.

Igualmente tampoco pudo aguantarse los chistes el Verano pasado, cuando Vueling también se pasó de frenada y no pudo atender todas las operaciones que había programado. Hay que reconocer que, por lo menos, en este último caso la compañía española acabó recurriendo a otras aerolíneas para que operaran las rutas que ella no podía hacer, medida esta que O´Leary ni se ha planteado, prefiriendo cancelar los vuelos directamente y sin más.

La moraleja de toda esta historia es doble:

Por un lado, se confirma que la profesión de piloto comercial va a ser una de las más buscadas en el futuro próximo, y por ello se va hasta a poder elegir con quién se prefiere volar.

Por otro lado, el pasajero siempre acaba pagando todos los platos rotos.

Esta guerra de aerolíneas, aunque es verdad que también baja precios, acaba creando daños colaterales, que no son otros que los cientos de miles de pasajeros que se acaban quedando tirados en tierra sin apenas posibilidades de reorganizarse.

Ya pasó en el caso de AirBerlin, cuyos usuarios perdieron no sólo sus vuelos, sino también el importe de sus billetes que no van a ser reembolsados. Ahora le toca a los de Ryanair y próximamante quién sabe a qué otra aerolínea.

¿Demasiadas mentiras para el principal responsable de la aerolínea más importante de Europa (con el permiso de Lufthansa)? parece que no.

Como decíamos al principio de este artículo, el año que viene toca sacar nuevas e impresionantes ofertas, no digamos ya si al final Ryanair se hace con Alitalia, por lo que llegado el caso, pelillos a la mar, y hasta que se vuelva a liar otra vez. No hemos aprendido nada, ni lo haremos nunca, el mercado funciona así.

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