En el Verano de 1990 se lanzaba una campaña de publicidad para prevenir los incendios forestales. Con banda sonora de Joan Manuel Serrat, niños y bomberos paseaban cantando por los montes de España «todos contra el fuego». Hoy, 27 años después, todavía está vigente la canción, sólo que habría que sustituir la palabra «fuego» por «Iberia».
Y es que los Juegos de Tronos que se están celebrando a 10.000 metros de altura para conseguir la supremacía y reinar en el espacio aéreo, superan con creces a los de los Stark contra los Lannister. En el escaso plazo de tiempo de un mes se han producido más movientos estrátegicos, alianzas y enfrentamientos, que en varios años juntos, lo cual no debería de sorprender a nadie si se tiene en cuenta la importancia del botín a disputar.
La casa de Iberia
En el año 1996, con Xabier de Irala a la cabeza, Iberia mantenía una clara supremacía sobre sus rivales y competidores. Todavía no habían saltado al campo de batalla las lowcost y viajar en avión resultaba prohibitivo para una gran mayoría. Con la llegada de Fernando Conte en 2003 los beneficios seguían aumentando, llegando a registrarse en el 2005 la impresionante cifra de 395,79 millones de euros a favor de la aerolínea española. Lamentablemente, la pérfida Albión puso sus ojos sobre el suculento pastel que se cocinaba en la península ibérica, y al más propio estilo Hooligan, se dispuso para acometer la tarea de conquista y derribo del enemigo sureño.
En el año 2009, con Antonio Vázquez a la cabeza y Rafael Sánchez Lozano ejerciendo como lugarteniente de campo, se empezó a tejer la red que haría caer a Iberia en las manos de British Airways. Sánchez Lozano, conocido por su relación profesional con Caja Madrid y el presunto delincuente de Miguel Blesa, comenzó a trasladar a todos los empleados de la compañía la necesidad y bondades de aliarse con la aerolínea inglesa. Sus argucias culminaron regalando la casa de Iberia a la casa de British Airways.
Desde este momento, y con el enemigo vendido y arrodillado, se empieza una purga a través del incumplimiento de pactos y convenios, que deriva en una espiral de pérdidas para la compañía que sólo 3 años después estaba dilapidando todos sus beneficios a costa de abonar las pensiones a los trabajadores de la aerolínea inglesa. Con casi un millón de euros de déficit diario, empieza una cuesta abajo que culminaría el año 2012 con la presentación del mayor ERE conocido y que significaba el despido de un tercio del total de la plantilla.
Con el trabajo bien hecho, Rafael Sánchez Lozano es premiado con 2 millones de euros y deja detrás suyo una situación de muy difícil solución.
Aún con todo esto encima, Iberia es capaz de seguir aportando mayores beneficios al grupo IAG, en el que se encuentra ahora mismo, que la propia British Airways, vendiendo esta el triple de billetes, y se convirtió en el año 2016 en la aerolínea más puntual de todo el mundo, lo que sigue diciendo mucho de los empleados y profesionales que prestan sus servicios en ella.
La casa del Norte: Norwegian
Los famosos vikingos noruegos eran conocidos por recorrer grandes distancias con el fin de conquistar terrenos desconocidos. Siguiendo su ejemplo, la casa de Norwegian pone sus ojos sobre el aeropuerto de El Prat, en Barcelona, el cual había sido descuidado por la propia Iberia y permanece en manos de Vueling, otra de las casas menores en disputa. Desde este punto propone lanzar su ambicioso plan de conquistar el nuevo continente a través de vuelos lowcost de largo recorrido.
Norwegian no es precisamente conocida por su puntualidad, ni por respetar los derechos sindicales de sus trabajadores, pero se propone saltar a la palestra por trasladar a sus pasajeros al nuevo mundo, a cambio de unos billetes supuestamente de bajo coste. Esta batalla por el aeropueto catalán obliga a responder al resto de casas, si no quieren perder la gran batalla por la supremacía aérea.
Norwegian cuenta con su flota de dragones Boeing 787 «Dreamliner», los cuales afirman ser superiores a los Airbus A330-200 en comodidad para el pasajero y prestaciones. Ambos pájaros se verán las caras sobre el océano Atlántico este Verano, y ahí se comprobará quién es el más fuerte.
La casa de las islas del Hierro: Air Europa
Su gobernante, Hidalgo y caballero, había dado por perdido su terreno sobre la península, pero se mantenía fuerte y decidido en lo referente a sus vuelos transoceánicos. De la noche a la mañana y con la irrupción de la casa del norte, Norwegian, y el octavo pasajero, Level, ve peligrar todo su negocio allende los mares y decide mover ficha de la manera menos esperada: atacar el corazón de Iberia en Madrid, a través de una alianza con la casa irlandesa de Ryanair.
El objetivo es que el gran ejército de dragones irlandeses, Boeing 737-800, capten pasajeros en toda Europa y los trasladen hasta la capital española, con el fin de embarcar en las aeronaves de Hidalgo, y con ello alimentar ambas casas. Los precios de los billetes, de momento, no son precisamente lowcost, pero atentos a las novedades porque prometen ser suculentas.
La casa irlandesa: Ryanair
El ejército irlandés de O´Leary Lannister reina en el campo de batalla, pero al igual que el desodorante AXE, sólo en las distancias cortas. El gran mesías del lowcost observa desesperado como la reina Isabel está a punto de separarse del resto de Europa, sus competidores empiezan a comer de su comida, y el largo recorrido se impone sobre cualquier otra cosa.
Acostumbrado a moverse en terreno fangoso, manda a sus delegados a España para pactar con el resto de casas en disputa, y asegurarse con ello su trozo de pastel. Su plan es ambicioso: atacar a Iberia y a Level, el octavo pasajero, desde sus fuertes más importantes en Madrid y Barcelona.
Para la batalla por la capital decide aliarse con la casa de Hidalgo, Air Europa, y para disputar la conquista de Barcelona pacta con Norwegian, a quien apoyará exactamente de la misma manera. De esta forma, Ryanair prestará su ejército en ambas posiciones estratégicas, aumentando el volumen de pasajeros y empezando a vender, por primera vez en su historia, vuelos de largo recorrido desde ambas capitales.
Level, el octavo pasajero
La casa de Iberia, sorprendida por el movimiento de la casa Noruega en el aeropuerto de Barcelona, se ve obligada a contestar de manera rápida y contundente, y después de una noche de orgías estratégicas con IAG, da a luz, de manera agresiva y sangrienta, a su nueva marca Level. Será esta la encargada de salir al Atlántico y luchar en nombre de todo el grupo.
Level, a pesar de no haber empezado la batalla, parece bastante buena idea, y aunque tiene previstas pérdidas para los próximos años, se verá reforzada en breve con más aparatos y destinos en Europa. Concretamente, se está preparando también para la conquista de Italia, para lo que tendrá que luchar muy duramente con Vueling, la casa del retraso, que sólo está a la espera de certificar la defunción de Alitalia, herida de muerte en innumerables batallas en los últimos 10 años.
Por otro lado, Level empieza a acechar a su propia madre, la reina Iberia, a la cual relega en protagonismo y destinos, dejando a esta en una situación difícil de pronosticar, si tenemos en cuenta además la presencia de Iberia Express, el hijo bastardo, y la propia Vueling, operando en territorio nacional.
La Batalla
La gran batalla comienza este Verano con la salida de los primeros dragones de Level y Norwegian. Probablemente ya nadie se acuerde de la casa islandesa, WOW Airlines, que se encontraba trabajando cómodamente sobre el océano y, de repente, va a ver cómo se involucra en una lucha a muerte por el continente americano. Con la salida de los primeros vuelos, diseñados a toda prisa y con muchísimos flecos sueltos, y la lamentable situación de el aeropuerto de Barcelona, que sufre importantísimas esperas derivadas de los nuevos controles de pasaportes, el panorama que se puede vaticinar no resulta demasiado halagüeño.
Actualmente se está recomendando acudir con 3 horas de antelación para evitar problemas, lo que ya ha dado lugar a incidentes bastante graves entre usuarios y fuerzas de seguridad. A esto hay que unir también nuevas incidencias, como el mal estado en el que se encuentran las vías de rodaje de El Prat, y que ya provocaron un incidente con una aeronave de Vueling que se hundió en la pista.
El Futuro
La gran pregunta sería saber si los vuelos lowcost al otro lado del Atlántico son rentables. La respuesta es bien sencilla: no lo son. Desde Level ya se ha asumido que no se reportará ningún beneficio en un plazo mínimo de dos años. Norwegian sabe también que la apuesta realizada es arriesgada y, de ganar, el pelotazo es importante, pero de perder su existencia se complicaría bastante.
Ahora mismo todas se pueden permitir la aventura, dado el bajo precio del petróleo y que no se espera una subida inmediata, pero pronto comprobaremos que después de unos cuantos años de pérdidas, muchas aerolíneas se van a tener que replantear sus estrategias.
Para empezar, los asientos con precios lowcost se irán reduciendo considerablemente y cada vez será más difícil conseguir un billete de bajo coste real. Poco a poco las tarifas irán aumentando y los servicios disminuyendo. Es la única manera de subsistir en este complicado y peligroso mercado.
La todo poderosa Ryanair ya ha visto un importante porcentaje de pérdidas en la venta directa de sus billetes, que de alguna manera han quedado compensadas con el aumento de beneficios en la venta de servicios extra a bordo. Sin duda, esta va a ser la tendencia a seguir en los próximos años: ir aumentando progresivamente los precios de las tarifas básicas y obligar de manera indirecta al pasajero a consumir y pagar por extras dentro del avión. A esto debemos de unirle la total liberación del mercado en este sector, que incluye la negociación de convenios a la baja y reducción de plantillas y salarios.
En este momento no importan las pérdidas, si con ellas se consigue eliminar al enemigo más débil, aquel que no es capaz de aguntar el tirón. Level forma parte de un grupo fuerte, con Iberia haciendo el papel de su principal escudero, pero Norwegian está más implantada y preparada para la batalla. ¿Qué pasará? …
Desde Turama esperamos y deseamos que estos Juegos de Tronos por la supremacía aérea sobre el océano, no se conviertan en los Juegos del Hambre para alguna de las compañías implicadas.