La inmensa mayoría de pasajeros prefieren los asientos de pasillo o ventanilla.
Según una encuesta elaborada por la aerolínea Virgin Australia, sólo 1 de cada 200 pasajeros eligen de forma voluntaria sentarse en los asientos ubicados en el medio de cada fila, dentro de las cabinas de sus aviones.
Unos resultados que, por otro lado, eran de esperar, dado que estas butacas carecen de las comodidades que se pueden atribuir a las aledañas, como son disponer de una ventanilla, o la posibilidad de utilizar el pasillo para estirar las piernas, por ejemplo.
Aunque a primera vista pueda parecer un detalle sin importancia, este problema afecta a todas las compañías aéreas durante el proceso de check in, dado que los primeros pasajeros que reservan asiento suelen obviar los situados en el medio, copando las opciones de ventanilla y pasillo.
Con el fin de animar a sus clientes a sentarse en estas «butacas malditas», Virgin Australia ha ideado un sistema que está cambiando por completo la tendencia habitual, consiguiendo que ahora estos asientos se hayan convertido en los más demandados.
El motivo es muy sencillo: un premio de 230.000 dólares australianos (unos 150.000 euros), para el ganador de un sorteo entre todos los pasajeros que hayan volado en el asiento del medio, hasta el próximo 23 de Abril.
A esto hay que sumarle un buen número de recompensas intermedias, como billetes gratis para otros vuelos, entradas para espectáculos deportivos, cenas en todo tipo de restaurantes, cruceros, y actividades lúdicas de diversa índole.
De este modo, aunque sólo un agraciado se llevará la gratificación final en metálico, muchos otros recibirán alguno de los premios indicados anteriormente.
La participación es extremadamente fácil, ya que en realidad lo único que se exige es haber volado con Virgin Australia en cualquiera de sus aviones, habiendo seleccionado un asiento situado en el medio.
Eso sí, tanto para formalizar la correspondiente inscripción, como para poder registrar el asiento y vuelo utilizado, es imprescindible ser mayor de 18 años y haberse inscrito en el programa de viajero frecuente de la aerolínea, un proceso totalmente gratuito.
Esta medida ha sido muy celebrada entre los pasajeros habituales de Virgin Australia, habiendo traspasado las fronteras del país tras ser publicada por múltiples medios de comunicación internacionales.
Después de haber atravesado por dificultades económicas muy serias durante la pandemia, Virgin Australia ha sabido volver a ganarse la popularidad que ya atesoraba antes de la llegada del Covid, gracias a su buen humor y a una política empresarial desenfadada que pone en el eje principal de la empresa al cliente.
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