La compañía aérea bandera de México se declaraba en quiebra a finales del pasado mes de Junio, y desde entonces lucha por reestructurarse para poder afrontar con garantías su deuda y el futuro incierto del sector aéreo.
Pero con las operaciones internacionales muy tocadas a consecuencia de las restricciones sanitarias impuestas en todo el mundo, Aeromexico ha pensado que la recuperación debe de comenzar a través del turismo doméstico.
La arriesgada apuesta de Aeromexico consiste en inaugurar dos nuevas rutas desde la ciudad de Guadalajara, un segmento de mercado compuesto por una población de más de ocho millones de habitantes.
Los destinos elegidos han sido Cancún y Los Cabos, dos de los mayores exponentes turísticos del país.
De esta manera, Aeromexico operará 7 vuelos semanales a Cancún y 5 vuelos semanales a Los Cabos, añadiendo más de 1.900 asientos a su oferta desde la ciudad de Guadalajara.
Gracias a esta decisión, la aerolínea mexicana unirá el aeropuerto internacional de Guadalajara con 9 destinos en total, de los cuales 5 son domésticos y 4 internacionales.
Estos últimos están centrados en los EEUU, con salidas a Chicago, Fresno, Los Angeles y Sacramento.
Las rutas más relevantes de Aeromexico desde Guadalajara son las que opera a Ciudad de México, con 52 salidas semanales, seguidas por las que aterrizan en Monterrey y Tijuana, ambas con 11 despegues a la semana.
Los aviones de Aeromexico van a encontrarse en Guadalajara luchando frente a frente contra los de dos de sus principales rivales del sector, Volaris y Viva Aerobus, que ya ofertaban previamente los destinos de Cancún y Los Cabos.
Con las 3 aerolíneas jugando a la vez sobre el mismo tablero, está por ver cuál de ellas se llevará el gato al agua.
En un principio, todo apunta a que los pasajeros muy probablemente acaben basando su decisión de con quién volar teniendo en cuenta única y exclusivamente el precio de los billetes.
Si esto se confirma, parece que tanto Volaris como Viva Aerobus tienen más posibilidades de éxito que Aeromexico, que necesitará esforzarse por incluir algún tipo de valor añadido a su oferta.
La política correspondiente al equipaje de mano es muy similar en las 3 compañías, así como la distancia entre asientos dentro de la cabina.
Una de las pocas diferencias más obvias es que tanto Volaris como Viva Aerobus operan esencialmente la familia de aviones Airbus A320, mientras que la flota de Aeromexico está compuesta sólo por aparatos Boeing (737 y 787).
En todo caso, no parece demasiado probable que los pasajeros opten por una aerolínea frente a otra basándose en que una vuela con Boeing 737 y las otras dos con Airbus.
Decíamos anteriormente que se trata de una apuesta arriesgada por parte de Aeromexico porque la compañía no se encuentra en estos momentos en condiciones de aguantar una guerra de precios frente a dos de las lowcost más importantes del país.
Volar a dos de los destinos turísticos por excelencia de México, operados al mismo tiempo por aerolíneas que se caracterizan principalmente por ofertar a sus pasajeros las tarifas más bajas, implica tener que ponerse a su altura, como mínimo igualando las mismas.
Si esto no es así, la única baza que podría jugar Aeromexico sería permitir una mayor flexibilidad a sus pasajeros, sea utilizando el equipaje de mano permitido a bordo como una herramienta de marketing, mejorando los horarios de salida y llegada de sus competidoras, o a través de cualquier otra concesión similar.
En todo caso, la respuesta al órdago que Aeromexico hace llegar a Volaris y a Viva Aerobus en Guadalajara, la conoceremos en un futuro muy próximo.
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