Desde hace ya bastante tiempo venimos preguntándonos a nosotros mismos, y también a nuestros seguidores, qué beneficios tendría para el consumidor la compra de Air Europa por parte de Iberia.
Las respuestas siempre suelen hacer alusión a la creación de un hub «potente y competitivo» en el aeropuerto de Barajas, algo que no responde a nuestra pregunta, pues la falta de competencia en cualquier sector nunca fue positiva para los usuarios del mismo.
Otros hablan de llevar a Iberia al nivel de las principales competidoras europeas, como Air France, KLM, o la propia Lufthansa, olvidándose de un «pequeño» detalle que parece que nadie quiere reconocer.
De cerrarse la compraventa de Air Europa por parte de Iberia (algo realmente complicado), se haría única y exclusivamente gracias al dinero de todos los españoles, ya que desde el grupo IAG se han dado instrucciones muy precisas para exigir como requisito sine qua non el saneamiento previo de Air Europa.
Para ello, el Gobierno español está dispuesto a utilizar los Fondos de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas, gestionados por el SEPI, para maquillar la situación económica actual de Air Europa, considerada no válida por parte de Iberia y también de IAG.
Además, hay una restricción muy importante que debe respetarse si se quiere hacer esto de manera legal, y es que tal y como se indica en la normativa correspondiente, la cuantía a percibir por la empresa beneficiaria será el mínimo indispensable para restaurar la viabilidad de la misma, y no podrá implicar una mejora de su patrimonio neto.
Dicho en otras palabras, el dinero que se preste debe cubrir exclusivamente los perjuicios causados durante la pandemia, y no los resultados de la gestión económica previa a la misma que ha hecho la aerolínea.
Es decir, lo que se pretende es utilizar dinero público para sanear a una empresa privada, con el fin de que posteriormente sea adquirida en mejores condiciones por otra empresa privada.
Y esto es así porque se ha considerado tanto a Iberia como a Air Europa «empresas estratégicas», algo que no se ha hecho con la compañía aérea más importante de nuestro país, que duela a quien le duela sigue siendo Ryanair.
Algunos han apuntado que otros gobiernos también han beneficiado a sus aerolíneas, pero se da la circunstancia de que esos gobiernos son también accionistas muy importantes de las mismas.
Francia y Países Bajos poseen casi un 15% de las acciones de Air France y KLM, respectivamente, y Alemania ha negociado su entrada en Lufthansa antes de prestarle dinero.
Si la intención de España era quedarse con una compañía aérea «potente y competitiva», lo que no se tenía que haber hecho en un principio con Iberia era venderla al grupo IAG justo en el momento en el que comenzaba a generar beneficios, sin que hubiese dado tiempo a poder recibir de vuelta todo el dinero público que se había invertido en la misma cuando perdía más de un millón de euros diario.
Con el esfuerzo del contribuyente se consiguió la viabilidad de Iberia, y una vez limpia de polvo y paja se entregó con un lacito de regalo a un grupo inglés, para que la disfrutase a su antojo.
Ahora se da la paradoja de que el grupo IAG es el peor valor del IBEX35, y justo en el momento en el que sus acciones se han desmoronado por completo, desde la pérfida Albión se nos vuelve a exigir que ayudemos a sanear a Air Europa para que pueda entrar a formar parte del mismo.
Por una sola vez y sin que sirva de precedente, nosotros también compartimos las dudas del máximo responsable de Ryanair, que se pregunta absorto el porqué se discrimina a la lowcost irlandesa, que es la que más operaciones realiza y pasajeros mueve en nuestro país cada año, y se opta por beneficiar los intereses de un grupo inglés.
Y qué pasa con los empleados de Air Europa
Otro asunto que llama especialmente la atención es el silencio sepulcral que guardan los empleados de Air Europa, mientras desde las altas esferas se juega con su futuro profesional.
Desde la aerolínea se les ha vendido la idea de que sólo la venta a Iberia puede ayudar a resolver su situación, algo absolutamente ridículo.
A todos se les ha metido en la cabeza que Air Europa es una aerolínea secundaria, sin peso específico, y poco viable si no pasa a formar parte del grupo IAG.
Muy al contrario, Air Europa es una compañía aérea de calidad muy superior a la media, totalmente viable aún en las condiciones actuales, pero que cuenta con la desventaja de estar en las peores manos posibles.
Mientras en British Airways se va a prescindir de un total de 12.000 trabajadores, e Iberia va a tener que hacer lo propio al menos con un tercio de su plantilla, a día de hoy no sabemos dónde están los sindicatos ni los representantes de los trabajadores de Air Europa.
Unite, el sindicato mayoritario de British Airways, ha advertido de lo que les espera a los empleados de Air Europa y de Iberia, pero mientras en el Reino Unido hace meses que se lanzó una campaña para concienciar a la ciudadanía y a los representantes políticos de la importancia de proteger los puestos de trabajo del sector, en nuestro país sólo hay un silencio absoluto sobre el tema.
Los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo mantienen a un porcentaje muy alto de empleados de Air Europa, así como de Iberia, con la esperanza de volver a su puesto de trabajo en unas condiciones mínimamente parecidas a las que tenían antes de la crisis, algo que en la mayoría de los casos no va a suceder.
Antes de que se formalice otro pelotazo «made in Spain», ahora es el momento preciso de exigir claridad y coherencia en el momento de ayudar a determinadas empresas privadas, algo que distorsiona por completo el mercado de libre competencia del que se supone disfrutamos.
Si se opta por rescatar y sanear a Air Europa, que no sea sólo con el fin de propiciar su venta y guillotinar a sus trabajadores.
España necesita una aerolínea estatal si quiere volver a recuperar en algún momento el mando de su sector turístico, el cual es manejado actualmente por compañías y touroperadores extranjeros.
¿Es muy descabellado pensar en la posibilidad de recuperar a Air Europa para cumplir dicha función?.