Airbus da la campanada en el primer trimestre del año

El constructor europeo declara 362 millones de euros de beneficio neto.

En el mismo periodo del año pasado, sin embargo, ya había perdido un total de -481 millones de euros.

Airbus ha conseguido no sólo salir del pozo sin fondo en el que se había convertido el 2019, sino que además comienza a contabilizar importantes ingresos.

El resultado de explotación correspondiente al primer trimestre de 2021 alcanzó los 694 millones de euros, casi el triple de la cantidad obtenida en 2020.

Para el CEO de Airbus, Guillaurme Faury, «estos datos reflejan nuestra eficacia en la entrega de pedidos, el éxito de la estrategia de contención del gasto, y en general el plan de reestructuración implementado por Airbus».

Además, Faury ha querido resaltar los excelentes resultados en las secciones de helicópteros y defensa.

A pesar de esta noticia, los ingresos totales del grupo cayeron un -2%, situándose a día de hoy en la cantidad de 10.460 millones de euros.

El flujo de caja durante los tres primeros meses de 2020 se calculaba en negativo, llegando hasta los -8.501 millones de euros. En contraposición, durante el primer trimestre de 2021 Airbus consiguió revertir la situación y abandonar los números rojos, sumando 1.164 millones de euros.

Para conseguir estos datos, Airbus ha tenido que recortar su plantilla y deshacerse de más de 3.500 empleados, una cifra que muy probablemente seguirá aumentando durante los próximos meses, ya que el fabricante europeo ha anunciado un total de 16.000 despidos.

Por otro lado, las cancelaciones de pedidos han superado con creces las ventas durante los últimos 3 meses, lo que ha dejado a Airbus con un resultado negativo de -61 aeronaves en cartera.

En cuanto a las entregas, salieron de sus factorías 105 aparatos de la familia A320neo, 10 correspondientes a la serie A350, 9 modelos A220, y tan solo un A330.

Así como Boeing está obteniendo unos magníficos (e inesperados) resultados con su serie 737 MAX, Airbus se prepara para aumentar la producción de su artículo más popular hasta la fecha: la familia A320neo.

De Faury ha confirmado que Airbus está manteniendo conversaciones con todos sus asociados y proveedores, con el fin de estudiar la cifra de A320neo que pueden ser entregados cada mes, aunque ha dejado claro que todo dependerá finalmente de la evolución que experimente el sector y la situación sanitaria mundial.

Según sus propias palabras: «de momento estamos teniendo mucho viento de cara. Las expectativas de IATA siguen siendo negativas y si bien es cierto que en los EEUU está aumentando el número de pedidos, yo no llamaría a eso una recuperación, además, la situación del turismo en Europa es, de lejos, la peor del mundo, lo cual es muy preocupante. Por otro lado, todo lo que está sucediendo en la India de momento no nos está afectando, pero puede ser que lo haga en el futuro».

Estas palabras del máximo responsable de Airbus son muy poco alentadoras para los trabajadores de la planta ubicada en Puerto Real, Cádiz.

Esta sección española de la compañía estaba especialmente involucrada en la fabricación de partes del A380, pero con la retirada de este modelo su futuro se queda en una posición muy complicada.

Hasta ahora, lo único que se sabe es que el fabricante de aviones sigue negociando con el gobierno español, pero desde diversas fuentes internacionales se está dando por hecho que Airbus centrará su producción en Francia y Alemania.

Faury ha comentado que se intentará dar suficiente carga de trabajo a «otros países», pero especificando que todo dependerá del factor competitividad:

«Estamos trabajando muy de cerca con diversos gobiernos en lo que se refiere a investigación y tecnología. Desde mi punto de vista, creo que hay un escenario muy claro en el que podría encajar España».

Airbus ha solicitado acelerar los procesos de negociación al máximo, «para poder alcanzar una situación de claridad cuanto antes».

Mientras tanto, hoy mismo los trabajadores de Airbus San Pablo (Sevilla) se manifestaban en señal de apoyo a sus compañeros de Cádiz, reclamando tanto al gobierno central como al autonómico inversiones para poder mantener un sector aeronáutico competitivo.