Boeing logró vender en Marzo 185 unidades de su modelo 737 MAX.
A pesar de los últimos problemas eléctricos aparecidos durante este mes de Abril, el MAX comienza a arrasar en ventas y garantiza la continuidad de la familia 737.
Después de los dos accidentes mortales protagonizados por este modelo de avión, muchos nos preguntamos si Boeing habría cavado su propia tumba con la salida del MAX.
Un largo y humillante proceso de investigación para Boeing, puso al fabricante norteamericano contra la espada y la pared, dejando al descubierto fallos clamorosos en el proceso de desarrollo y fabricación del 737 MAX.
La última incidencia sobre el MAX era comunicada por Boeing el pasado día 7 de este mismo mes, confirmando que se había detectado un fallo en el sistema eléctrico de reserva que afectaba a unos 106 aparatos, la mayoría de ellos propiedad de aerolíneas de los EEUU.
Esta noticia echó por tierra los planes establecidos por las compañías aéreas para el regreso a las operaciones del 737 MAX, tras casi dos años sin poder utilizar esta aeronave.
Lo cierto es que este tipo de incidencias no son precisamente infrecuentes en el sector, pero todo lo que sucede alrededor del 737 MAX se magnifica de tal manera que a las pocas horas del comunicado emitido por Boeing, la noticia ya estaba en la primera página de muchos diarios.
El día 9 de Abril, Southwest retiraba de servicio para inspección a 30 de sus 58 MAX activos.
American Airlines hacía lo propio con 17 de los 41 aparatos de este modelo que tenía volando, United a 16 de 30, y Alaska Airlines a los 4 que estaba operando hasta ese momento.
Sin embargo, el mayor jarro de agua fría llegaba posteriormente, el día 22 de Abril, fecha en la que se confirmó que el panel de breakers P6 también podría verse involucrado. Un problema que, al parecer, finalmente se superó sin mayores consecuencias.
Estas incidencias afectaron muy especialmente a Alaska Airlines, que entre el 10 y el 23 de Abril mantuvo sus cuatro Boeing 737 MAX9 en tierra.
De hecho, la lowcost con sede en Seattle fue la última aerolínea en los EEUU en reincorporar a este modelo en su flota.
Mientras que American Airlines volvía a operar con el 737 MAX el día 1 de Diciembre de 2020, y lograba reactivar prácticamente toda su flota de MAX tan solo un mes después, Southwest Airlines, el mayor cliente para este aparato de Boeing, esperó hasta el 8 de Enero, United Airlines hasta el 5 de Enero, y finalmente Alaska Airlines hasta el día 24 del mismo mes.
Sin conocer, de momento, las unidades comercializadas durante Abril, lo cierto es que el pasado mes de Marzo Boeing lograba vender un total de 185 MAX.
De hecho, los 196 aviones que comprometió en Marzo eran todos pertenecientes a la familia 737, ya que los otros 11 corresponden al modelo P-8 Poseidon, aeronave militar desarrollada a partir del 737-800.
No sólo eso, de los 282 pedidos registrados por Boeing en el primer trimestre del año, 224 corresponden al modelo MAX.
De nuevo, Southwest se hacía con un total de 100 unidades, Alaska Airlines con 32, y United Airlines con otras 25.
Pero no todo fue jauja para Boeing durante el mes pasado, ya que al mismo tiempo que daba salida a un número importante de aparatos, recibía un total de 122 cancelaciones.
Uno de sus clientes más destacados, la aerolínea turca Turkish Airlines, decidía cancelar su pedido de 50 Boeing 737 MAX, aunque eso sí, dejando activa una opción de compra para 40 unidades del mismo modelo, la cual es probable que llegue a hacer efectiva en algún momento.
A pesar de toda la controversia que sigue suscitando este aparato, parece que las compañías aéreas confían plenamente en el, y las cifras de ventas confirman este extremo.
Al final, tal y como predijo el máximo responsable de Ryanair, Michael O´Leary, «el Boeing 737 MAX es el avión que va a revolucionar definitivamente el sector aéreo, un auténtico innovador».