Las compañías aéreas han empeorado sus previsiones para el sector, en un panorama de incertidumbre general que dificulta todavía más la operación de compra de Air Europa por parte de Iberia.
Iberia y Air Europa se han dado de plazo para formalizar la compraventa hasta el próximo mes de Mayo, lo que significa que sólo quedan 7 meses para poner punto y final a uno de los culebrones empresariales más destacados de este nefasto 2020.
En Noviembre del 2019, el grupo IAG confirmaba la firma de un acuerdo por el cual la aerolínea Iberia se haría con una de sus principales competencias: Air Europa.
El precio fijado fueron 1.000 millones de euros, una cantidad que en aquel momento parecía bastante baja, considerando el enorme repunte del sector y los récords que se registraban cada mes en los números de pasajeros.
Pero en tan solo 4 meses el mundo cambiaba radicalmente, y tras declararse de manera oficial la pandemia en la que seguimos inmersos, la aviación comercial y el turismo se desplomaban en una caída al vacío que a día de hoy todavía está muy lejos de tocar fondo.
Las aerolíneas buscan desesperadamente la manera de intentar adaptarse a algo que se ha denominado como «nueva normalidad», y para ello se han visto obligadas a prescindir de cientos de miles de trabajadores y de un importantísimo número de aeronaves.
Por estas razones, Iberia ha paralizado temporalmente la operación, ya que resulta evidente que las circunstancias no son las mismas y este tampoco es precisamente el mejor momento para añadir más cargas a la compañía.
Sin embargo, en todo este asunto se da una paradoja sorprendente y es que pase lo que pase, llegue a buen término o no la compraventa de Air Europa, la familia Hidalgo siempre gana.
En ningún otro lugar del mundo, una empresa que pide al Estado un rescate multimillonario es la que impone las condiciones a este para poder recibir el dinero.
Y esto es lo que está haciendo el grupo Globalia, propietario de Air Europa y perteneciente a la familia Hidalgo, la cual en Febrero de este mismo año se repartía 35 millones de euros en base a supuestos beneficios generados durante el ejercicio anterior.
Los Hidalgo exigen al Gobierno español la entrega inmediata de 400 millones de euros, avisando de que no van a aceptar ningún tipo de participación estatal dentro de su empresa, ni en el Consejo de Administración, rehusando además poner un solo euro de sus fortunas personales encima de la mesa.
Y esto es así por una razón muy sencilla: si el Estado accede a dejar esta cantidad a Air Europa, se utilizaría para sanear la economía de la aerolínea y ser vendida en mejores condiciones a Iberia, con lo cual los Hidalgo acaban saliendo beneficiados.
Si se llega a Mayo del 2021 y la operación todavía no se ha cerrado, IAG tiene que indemnizar a Air Europa con 40 millones de euros, con lo cual los Hidalgo acaban saliendo beneficiados.
En el caso de que todo falle, Air Europa se declararía en quiebra, siguiendo los mismos pasos de Air Berlin, Monarch, Thomas Cook, o Niki, lo cual no impediría a sus propietarios comenzar de nuevo desde cero con otra aerolínea, algo que ya ocurrió tras la desaparición de Air Madrid y el posterior nacimiento de Plus Ultra Líneas Aéreas.
Igual que en los dos casos anteriores, los Hidalgo acaban saliendo beneficiados.
Y la pregunta ahora es: ¿Accederá el Estado a dejar 400 millones de euros de dinero público a una aerolínea cuya viabilidad financiera pende de un hilo?.
O quizás esta otra: ¿Le interesa a Iberia invertir dinero en comprar una empresa para evitar la competencia, sabiendo que si no lo hace esa misma competencia muy probablemente va a desaparecer de todas formas?.
En un principio, a la operación de compra de Air Europa se le había colocado el marchamo de «estratégica», en base a 3 afirmaciones de las cuales dos son falsas.
Iberia había justificado su intención de hacerse con una de sus mayores rivales en base a que de esta manera Barajas se equiparaba a aeropuertos de la talla de Heathrow, Frankfurt, o Schiphol, lo cual es rotundamente falso.
Si algo caracteriza a Heathrow, Frankfurt, o Schiphol, es precisamente que se trata de los 3 aeropuertos con un mayor número de conexiones de todo el mundo (conjuntamente con Chicago O´Hare), gracias al importante volumen de compañías aéreas que operan desde ellos y la fuerte competencia existente.
La segunda afirmación es que la compra de Air Europa reforzaría el turismo en España, algo que carece de cualquier tipo de base lógica, ya que nuestro país recibe principalmente a visitantes extranjeros europeos, con el Reino Unido y Alemania a la cabeza, los cuales no llegan a bordo de aviones de Iberia ni de Air Europa, sino de la mano de Ryanair, EasyJet, TUI, ó Jet2, entre otras.
Y por último, la única verdad es que, efectivamente, la desaparición de Air Europa reforzaría el liderazgo de Iberia en Barajas, algo que por otro lado resulta obvio.
No nos olvidemos de que la compra tiene que recibir la correspondiente «bendición» del Tribunal de la Competencia de la Unión Europea, algo que tampoco está confirmado al 100%, y que en los casos del intento de adquisición de Aer Lingus por parte de Ryanair, o de Olympic Air por parte de Aegean, impidió formalizar ambas operaciones.
Mientras que a Ryanair se le denegó el permiso para comprar Aer Lingus hasta en 3 ocasiones, tras múltiples tiras y aflojas Aegean sí se acababa haciendo con la griega Olympic Air.
En definitiva, una situación en la que muchos miles de trabajadores se juegan su futuro, mientras que 6 personas se juegan ganar mucho dinero, algún dinero, o un poco de dinero.