La subida de impuestos afecta a aerolíneas, pasajeros y hoteles.
IATA ha sido el primer organismo internacional en posicionarse en contra del plan impositivo que quiere aprobar el ejecutivo español.
«Una auténtica irresponsabilidad». De esta manera ha calificado Willie Walsh, anterior CEO del grupo aéreo IAG y actualmente Director General de IATA, la propuesta realizada por el gobierno de España, de cara a un incremento general de impuestos que afectan muy especialmente al sector aéreo y turístico.
Mientras que IATA reclamaba una bajada del -4% para todos los cargos y tasas en los 46 aeropuertos que AENA opera en España, la DGAC ha anunciando un incremento del 5.5% en un período de 5 años.
«Después de analizar la situación de AENA, las aerolíneas creemos que podría asumir una reducción del -4% en sus cargos. Sortear este problema pasando la patata caliente a los pasajeros, a través de un incremento del 5.5%, nos parece una auténtica irresponsabilidad», afirma el máximo responsable de IATA, Willie Walsh.
«Incrementar los cargos a los pasajeros puede dañar la economía española y afectar a la recuperación de empleo». Willie Walsh.
El Director General de IATA se ha mostrado muy crítico contra el plan que pretende implementar AENA: «Entre los años 2017 y 2019 AENA declaró dividendos por importe de más de 2.000 millones de euros, por lo que puede financiar muy fácilmente sus pérdidas a corto plazo sin atacar al bolsillo del consumidor».
La situación actual del sector aéreo en España ha llevado a una reducción notable de las rutas directas operadas hacia nuestro país, que en el año 2019 sumaban la cifra de 1.800, mientras que en 2020 se quedaron tan solo en 234.
La contribución del sector turístico al PIB en España se ha desplomado desde el 12% a un mínimo del 4%, mientras que alrededor de 1.100.000 puestos de trabajo están ahora mismo en una situación de máximo riesgo.
«Un incremento de los costes retrasará la recuperación turística en España, y mantendrá a millones de trabajadores en vilo. AENA debe tener en cuenta esto, y no pensar solamente en sus propios intereses a corto plazo». Willie Walsh.
Por si esto fuese poco, el gobierno de Pedro Sánchez también contempla la imposición de una nueva tasa directamente a las compañías aéreas que operen vuelos domésticos.
Esta decisión se ha justificado con el fin de que «los usuarios busquen otros medios de transporte más sostenibles».
En realidad, la nueva tasa repercutirá finalmente sobre los pasajeros, a través de una considerable subida en el precio de los billetes de avión.
Javier Gándara, presidente de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA), ha afirmado que «el impuesto que se propone tendría un efecto marginal en la reducción de las emisiones, pero devastador para el turismo, el empleo y la conectividad de nuestro país, precisamente en el peor momento».
Y para muestra de lo que está pasando ahora mismo, un botón:
Estos son los precios para volar desde Londres y Madrid a Tenerife, entre los días 12 y 19 de Julio.
Desde la capital británica, el vuelo directo tiene un coste total de 93 libras (108 euros), con la lowcost irlandesa Ryanair.
Desde la capital española, el vuelo directo tiene un coste de 198.23 euros, con la aerolínea nacional Iberia.
Sin embargo, la misma lowcost despegando desde Madrid, eleva su tarifa hasta los 164.19 euros, a pesar de ahorrarse el combustible correspondiente a más de dos horas de ruta.
Por otro lado, todos aquellos que decidan utilizar su vehículo privado para desplazarse durante este Verano, es muy probable que tengan que afrontar también las nuevas tasas aplicadas a autovías y otras carreteras, lo que encarecerá de manera significativa los desplazamientos que se hagan por vía terrestre.
Esta factor también preocupa a los hoteleros, que temen que si se gravan los desplazamientos aéreos y también los terrestre, se terminará por desincentivar la demanda.
Desde CEHAT (Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos), se ha apuntado que mientras otros países turísticamente competitivos con España llevan años bajando tasas e impuestos para atraer a los viajeros y a las aerolíneas, el ejecutivo español pretende hacer exactamente lo contrario.
CEHAT sostiene que habrá muchas maneras de intentar reactivar el sector turístico español, pero desde luego la subida generalizada de impuestos no es una de ellas.