Una nueva tasa de 8.90 libras es el origen del problema.
Mientras que los diarios nacionales británicos han procedido a aclarar lo sucedido, medios de comunicación extranjeros continúan publicando noticias falsas al respecto.
Hace dos semanas, el aeropuerto londinense de Heathrow comenzó a aplicar una nueva tasa a todos los billetes para vuelos que despeguen desde sus pistas, por un importe de 8.90 libras (10 euros aproximadamente).
Esta inédita carga se suma a la larga lista de impuestos que el consumidor tiene que asumir en el caso de volar desde el aeropuerto más importante del Reino Unido, séptimo en el ranking mundial por volumen de pasajeros al año.
Obviamente, la noticia saltó rápidamente a la prensa escrita, causando un enorme descontento entre la opinión pública.
Dado que el aeropuerto de Heathrow es una infraestructura que está en manos privadas y no estatales, algo que desde la ciudadanía no se ve con buenos ojos considerando la importancia vital que tiene dentro de la red de comunicaciones del país, algunos aprovecharon la situación para atacar directamente a sus propietarios.
De hecho, existe una campaña orquestada desde hace bastante tiempo por diversos líderes políticos británicos, que exige integrar a Heathrow dentro de una estructura de aeropuertos supervisados directamente por el Estado, o a través de alguna empresa pública, como ocurre en España con Aena.
Para ello, lo que se ha hecho es dirigir las críticas directamente hacia sus tres propietarios más destacados, que son la empresa española Ferrovial, socio mayoritario con un 25% de las acciones, el Estado de Qatar, con el 20%, y el Fondo de Depósitos e Inversiones de Quebec, que cuenta con el 12.62% del total de acciones.
Desde algunos medios se comenzó cuestionando cómo era posible que una de las empresas más destacadas en el sector de las infraestructuras, como es Ferrovial, el Estado multimillonario de Qatar, y un fondo de depósitos que dispone de importantes recursos económicos, acaben imponiendo más gastos a los usuarios de Heathrow, justo en el peor momento histórico para el transporte aéreo de pasajeros.
No sólo esto, sino que incluso se llegó a afirmar que varias compañías aéreas, entre las que se encontraba British Airways, habían considerado interponer una reclamación judicial contra Heathrow, al entender que la nueva medida perjudicaba la esperada recuperación en el número de viajeros.
Rápidamente, esta noticia comenzó a convertirse en un auténtico bulo, lo que hoy se conoce como «Fake News», saliendo de territorio británico y aterrizando en las redacciones de numerosos medios que ni siquiera se molestaron en confirmar la misma, limitándose a reproducir mediante un «copia y pega» las quejas que inundan actualmente las redes sociales.
La situación ha llegado hasta tal punto, que desde el aeropuerto se ha tenido que emitir una nota de prensa aclarando lo sucedido, la cual ha sido confirmada por buena parte de los medios de comunicación británicos, pero obviada por el resto.
Lo cierto es que la nueva tasa no es una imposición del aeropuerto, sino una petición expresa realizada por las compañías aéreas que operan desde el.
Heathrow proporciona una serie de servicios a las aerolíneas, como son el sistema de facturación de maletas, los espacios reservados para sus empleados (parkings, oficinas, etc…), así como los mostradores desde los que se hacen los check in para los pasajeros, entre muchos otros.
Como contraprestación económica, las compañías abonan una cantidad anual al aeropuerto, que varía según el número de pasajeros y billetes vendidos.
El pasado año, debido a la crisis provocada por la pandemia y a las restricciones sanitarias impuestas desde el ejecutivo británico, dicha cantidad no fue suficiente para afrontar este tipo de gastos.
Esta situación obligaba a las aerolíneas a tener que desembolsar más dinero para cubrir el importe que faltaba, el cual está monitorizado por la Autoridad Civil de Aviación británica para garantizar que Heathrow no obtiene beneficio económico alguno de esta tasa.
Visto que la recuperación en el número de usuarios es probable que todavía se demore durante más tiempo, las aerolíneas solicitaron directamente a Heathrow que el aeropuerto repercutiera sobre los billetes un importe que cubriese los gastos que faltaban por abonar.
En la página 6 del documento que incluimos a continuación, se hace mención a la nueva tasa (referida como Airport Cost Recovery Charge) de la siguiente manera:
«Este cargo ha sido introducido a petición de las aerolíneas, como método alternativo para recuperar costes derivados de sus operaciones…»
Queda claramente especificado que se trata de un acuerdo impulsado por las compañías aéreas, y que en un principio se mantendrá hasta el próximo 31 de Diciembre.
Pincha aquí para consultar dicho documento.
Así como en su momento criticamos duramente la intención de los propietarios de Heathrow de cobrar por acceder en coche al aeropuerto, no nos parece justo que en este caso se intente retorcer la realidad para intentar hacer ver algo que no existe.
Las compañías aéreas atraviesan por el peor momento de su historia, y su economía está hoy en día muy seriamente tocada, pero los gastos que generan al operar desde un aeropuerto deben de ser abonados igualmente.
La decisión de repercutir el problema hacia el consumidor es más que discutible, pero en todo caso no se puede culpar de ello al aeropuerto, cuando la iniciativa es evidente que no partió del mismo.
El enorme peligro de las Fake News no deriva sólo de aquel que las crea, sino también de todos los que las reproducen sin haber confirmado que la información que se está trasladando al lector es la correcta.
En este caso concreto, al aeropuerto de Heathrow le ha tocado hacer el papel de malo de la película, acaparando la ira de unos pasajeros que cada día tienen que ver cómo es necesario gastar más dinero para poder hacer uso del transporte aéreo.