Todavía se espera que durante los próximos meses se alcancen los picos más altos de contagios por el Novel Coronavirus 2019-nCoV, por lo que nos atreveríamos a afirmar que este problema está sólo comenzando.
De hecho, desde Japón ya se ha expresado una enorme preocupación de cara a la celebración de los próximos Juegos Olímpicos, por esta razón en el país nipón se mantienen todas las medidas de seguridad y prevención en su nivel más alto.
Pero esta situación tiene dos caras, una de ida, y otra de vuelta, ya que no sólo está afectando a China la cuarentena a la que están sometidas varias ciudades, y la falta de conexiones aéreas, sino que también hay muchos países que están perdiendo grandes cantidades de dinero ante la ausencia de turistas llegados desde este país.
En concreto, los más perjudicados están resultando:
Vietnam
Cuenta con un porcentaje anual del 31.61% de turistas chinos.
Corea del Sur
El 30.61% del total de sus turistas anuales provienen de China.
Japón
Del total de turistas anuales que reciben, el 26.93% llegan desde China.
Tailandia
Un 26.12% del total de sus turistas son chinos.
Singapur
Con un 23.31% de turistas chinos.
Taiwan
El 24.30% de sus visitantes extranjeros llegan desde China.
Australia
Con un 15.49% de turistas chinos.
Nueva Zelanda
Con un porcentaje del 12.19% de turistas chinos.
El gran boom chino
El turista chino es especialmente complicado a la hora de recibir, ya que requiere de una atención exclusiva en Mandarín, o Cantonés, y exige una adaptación total a su cultura.
Esto ha provocado un sinfín de problemas en muchos países, como Tailandia, donde se tuvo que prohibir a los turistas chinos acceder a los campus de algunas universidades, ya que llegaban a entrar directamente en las clases para tomar fotos.
En Hong Kong, otro grupo de turistas chinos decidía cocinar su cena mientras esperaban su avión en la puerta de embarque, con hornillo incluido.
En las cuevas de Tai Quing Dong, cuatro turistas chinos rompían una estalactita formada durante más de un millón de años, para partirla en trozos y llevársela a casa como un souvenir.
Estos son algunos de las múltiples incidencias que ocurren cada año en diferentes países, mientras al mismo tiempo todos ellos quieren seguir aumentando el número de visitantes chinos.
La razón para esto es bien sencilla: el año pasado, China envió más de 150 millones de turistas a todo el mundo, y se espera que para el 2030 esta cifra se multiplique hasta los 400 millones.
Este último dato equivaldrá, en su momento, a un volumen aproximado de negocio de más de 365.000.000.000 de dólares.
No pongas todos los huevos en la misma cesta
El gran problema que existe es que algunos países se han descansado cuando han visto entrar por sus fronteras a millones de turistas chinos, olvidándose de promocionar su oferta en otros puntos del planeta.
Como resultado de esto, cada vez que salta alguna incidencia en el segmento chino, su economía se resiente de manera muy importante.
Este, por ejemplo, es el caso de Vietnam, que recibe al año a casi 6 millones de turistas chinos, y basa su oferta principal en este mercado y en el llegado desde Corea del Sur.
De manera casi recíproca, Corea del Sur tiene una mayoría de turistas chinos, que en 2019 superaban los 5 millones y medio, complementada principalmente por otros 3 millones llegados desde Japón.
Y siguiendo la misma línea, Japón tiene una mayoría de turistas chinos, seguidos por aquellos que recibe desde Taiwán.
En el caso de los dos principales países de Oceanía, Australia, que roza los 10 millones de visitantes extranjeros, tiene el mayor porcentaje de ellos llegados desde China, seguidos por los que aterrizan desde Nueva Zelanda.
Sin embargo, la inmensa mayoría de turistas que recibe Nueva Zelanda llegan desde Australia, seguidos casi a partes iguales por los que lo hacen desde China y desde los Estados Unidos.
En el caso de Europa, Francia es el país preferido por el turista chino, alcanzando el pasado año la cifra de más de 2 millones de visitantes procedentes de este país.
En España, durante el 2019 apenas se llegó a una cifra de 700.000 turistas chinos, en un mercado que domina con enorme claridad el visitante inglés y el alemán.
Nuestro modelo de sol y playa no es el más adecuado para este tipo de turista, que busca más los circuitos culturales, antes que pasar varios días en un mismo resort tomando el sol.
Malas noticias y buenas noticias
Las malas noticias son que, hasta la fecha, en Europa se calculan unas pérdidas económicas directas derivadas de la crisis del Coronavirus, estimadas en más de 340 millones de euros.
A día de hoy, se han producido unas 170.000 cancelaciones, sólo en Europa, que podrían multiplicarse durante los próximos meses.
Pero no sólo la industria turística de muchos países se está viendo afectada, aerolíneas como Qantas, JAL, o Cathay Pacific ya están experimentado pérdidas muy significativas a consecuencia de este problema.
Las buenas noticias son que parece que podría estar cerca algún tipo de vacuna, lo que podría acelerar todo el proceso de recuperación a un paso agigantado, en el caso de confirmarse.
Por otro lado, también se espera un boom de turistas chinos en cuanto se cierre la crisis, igual que ocurrió en el año 2003 después de la de SARS, de muy infausto recuerdo.
Además, todos los países más afectados por la ausencia de visitantes chinos, están comenzando a lanzar ofertas a turistas europeos, con el fin de cubrir de alguna manera a estos, lo cual y en nuestro caso específico, dentro de lo malo no deja de ser una buena noticia.