El pelotazo con Vueling que acabó en fraude y multa

En la España del 2012 y en plena crisis, las cosas no pintaban demasiado bien, pero había una persona que estaba a punto de recibir la noticia de su vida.

El día 2 de Noviembre de aquel año, Rafel Sánchez Lozano, consejero delegado de Iberia, comunicó a Sergio Turrión Barbado, responsable de Recursos Humanos de la misma aerolínea, que precisaba un informe con máxima urgencia.

Sánchez Lozano explicó a Sergio Turrión que en el consejo de administración del grupo IAG, que se iba a celebrar en 4 días, en fecha 6 de Noviembre, se trataría la posible OPA del grupo sobre la compañía Vueling.

El responsable de Iberia necesitaba conocer exactamente qué impacto tendría esta operación sobre su aerolínea, ya que un buen número de puestos podrían quedar solapados y duplicados, lo que significaría tener que despedir a muchos empleados.

Sin embargo, Sergio Turrión se encontró con una noticia en sus manos que podría valer oro, por lo que no tardó demasiado en descolgar el teléfono y comunicarse con Rafael Collada, consejero delegado de MG Valores, una gestoría de carteras de inversión.

Turrión, su esposa y sus dos hijas, eran clientes de Collada, con el que tenían un contrato de gestión discrecional de cartera.

Dada la magnitud de la noticia, no podía ser comunicada por teléfono, por lo que ambos quedaron personalmente para hablar el mismo día 6 de Noviembre por la mañana, coincidiendo con la primera jornada del consejo de administración de IAG, que se alargaría hasta el día 7 de Noviembre.

Después de comentar lo que podría ser un auténtico bombazo bursátil, ambos convinieron en la necesidad de hacerse con acciones de Vueling a la mayor brevedad posible.

De esta manera, el Martes día 7 de Noviembre, MG Valores se hacía con 38.236 acciones de Vueling, que serían destinadas a las carteras de Sergio Turrión, su esposa, sus dos hijas, y otros cuatro clientes de la gestoría.

Poco después de la compra realizada por MG Valores, IAG comunicaba a la Comisión Nacional del Mercado de Valores su intención de presentar la OPA contra Vueling, y esta decidía suspender la cotización de la compañía aérea de forma inmediata.

Al día siguiente, cuando las acciones de Vueling volvían a cotizar, ya se había producido el «milagro», y el valor de las mismas se había disparado consecuentemente.

En Marzo del 2013, cuatro meses después de la operación, las acciones de la cartera de Sergio Turrión y sus familiares fueron vendidas, con lo que se había formalizado el pelotazo del año.

Una forma fácil, sencilla y rápida de hacerse con dinero, utilizando información privilegiada que se supone no debería de haber salido del despacho.

Todo eran risas, felicitaciones y celebraciones, hasta Mayo del 2016, fecha en la que el Ministerio de Economía, que dirigía por entonces Luis de Guindos, comunicaba a MG Valores una sanción de 200.000 euros, como responsables de una infracción muy grave contra la Ley del Mercado de Valores, así como la suspensión por seis meses como miembros de la Bolsa de Madrid.

Por su parte, tanto Sergio Turrión, como Rafael Collada, fueron multados con 100.000 euros cada uno, el primero por comunicar información privilegiada sobre las acciones de Vueling, y el segundo por comprar dichas acciones siendo conocedor de esta información.

Ambos apelaron esta sanción, pero en Septiembre del 2017 el Ministerio de Economía desestimaba su recurso.

La única solución que quedaba era seguir el litigio a través de la justicia ordinaria, pero de nuevo y una vez más, en el mes de Febrero de este mismo año la Audiencia Nacional desestimaba su recurso, y les obligaba a asumir las costas judiciales del mismo.

Sergio Turrión ya había «abandonado» Iberia en el año 2015, y finalmente Rafael Collada cesaba como consejero delegado de MG Valores en Marzo de este año.

Nos encantaría saber a cuánto ascendió finalmente el pelotazo perpetrado por ambos, para conocer cuánto se embolsaron una vez descontados los 100.000 euros de la multa impuesta.

A lo mejor, quién sabe, hasta les valió la pena…