La aeronave ha sido desarrollada por el grupo aeronáutico italiano Leonardo.
El plan presentado confirma que un prototipo podría estar volando este mismo año, de cara a su comercialización definitiva en 2023.
Aunque su nombre técnico pueda resultar un poco raro, el convertiplano es un concepto que lleva muchos años instaurado en el sector aéreo.
Se trata de una aeronave que combina los beneficios y ventajas que conlleva volar un helicóptero, con la comodidad y rapidez de un avión convencional de pasajeros.
Para conseguir esto, sus motores están ubicados sobre una base que les permite pivotar en el eje vertical, pudiendo adaptar la posición de los mismos a las distintas fases del vuelo.
En el momento del despegue, los motores se colocan totalmente verticales, para que las palas de sus hélices se encuentren paralelas al suelo, tal y como opera cualquier otro helicóptero.
Sin embargo, a medida que el aparato comienza a desplazarse, los motores descienden de manera progresiva hasta configurarse de la misma manera que en un avión turbohélice.
Gracias a este sistema, el convertiplano puede operar sin la necesidad de disponer de una infraestructura aeroportuaria, por lo que resulta especialmente versátil en diversas situaciones y circunstancias.
Además de poder funcionar a modo de taxi urbano, despegando desde prácticamente cualquier punto de una ciudad, también se ha demostrado su gran utilidad a la hora de volar misiones de rescate, o de evacuación de personas.
Este modelo presentado por Leonardo, a día de hoy se ha bautizado como el proyecto NGCTR, por sus siglas en inglés Next Generation Civil Tiltrotor (Convertiplano Civil de Nueva Generación).
El NGCTR
Leonardo ha utilizado toda su experiencia previa para poder crear este nuevo aparato.
El Convertiplano Civil de Nueva Generación es una adaptación del modelo AW609, presentado en el París show de 2007.
El concepto en el que se basa Leonardo es muy similar al del Bell Boeing V-22 Osprey, aeronave de uso militar que lleva operando con gran éxito desde finales de los años 80.
Lo que ha hecho la marca italiana es actualizar la idea e implementar una serie sustancial de mejoras en su convertiplano, con el fin de adecuarlo hacia un uso comercial para el transporte de pasajeros civiles.
El NGCTR volará a una velocidad de crucero superior a los 500 km/h y dispondrá de una autonomía de 1.850 km, prestaciones muy similares a las de varios aviones de línea regional.
Pero la principales ventajas que aporta son una reducción del -50% en emisiones de CO2 a la atmósfera, del -14% en óxido de nitrógeno, y del -30% en lo que se refiere al ruido emitido por sus dos motores, en comparación con la media de los helicópteros civiles más habituales.
Su cabina está presurizada, por lo que puede volar a gran altura, aunque su diseño está adaptado para operar sobre ciudades, ya que está supervisado por el programa Clean Sky.
Clean Sky es un consorcio creado entre la Unión Europea y la industria aeronáutica, que coordina y financia actividades de investigación y desarrollo destinadas a acelerar la fabricación de aeronaves más silenciosas y menos contaminantes.
Gracias a este programa, Leonardo ha alcanzado acuerdos con 25 entidades colaboradoras, entre las que se encuentran laboratorios y universidades, pequeñas y medianas empresas, y otras compañías relacionadas con la aeronáutica.
Es importante recordar que Leonardo es el segundo conglomerado de la industria metalmecánica de Italia, por detrás de FIAT, y ha colaborado en la fabricación del caza europeo Eurofighter, además de en múltiples proyectos relativos a aeronaves terrestres y marítimas, así como en diversos desarrollos relacionados con la tecnología espacial.
Actualmente cuenta con más de 50.000 empleados y 150 oficinas distribuidas por todo el mundo.
Hasta ahora, las ventajas de volar en este tipo de aeronaves estaban reservadas al ámbito militar, algo que va a cambiar en un periodo aproximado de dos años, en el caso de que la hoja de ruta propuesta por Leonardo se cumpla tal y como está previsto.
La flexibilidad que otorga el poder despegar de la misma manera que un helicóptero, sin la necesidad de tener que disponer de un aeropuerto, pero al mismo tiempo volando como en cualquier otro avión de pasajeros turbopropulsado, son factores muy a tener en cuenta, sobre todo en entornos cada vez más poblados y saturados, donde la circulación terrestre en muchas ocasiones se hace totalmente imposible.
La propuesta de Leonardo, avalada por el programa Clean Sky de la Unión Europea, creemos que puede convertirse en un punto de inflexión histórico dentro del sector aéreo.
Versatilidad, eficiencia y sobre todo respeto al medio ambiente, van a ser sin duda alguna condiciones indispensables en el futuro de la aviación, y por lo que parece el nuevo convertiplano podría cumplir con todas ellas.