El aeropuerto internacional de Kotoka está ubicado en la ciudad de Acra, capital de Ghana, país centroafricano que desde el comienzo de la pandemia lleva registrados 44.777 contagios y 283 pacientes fallecidos.
Se trata del principal recinto aeroportuario en Ghana, y durante el pasado 2019 llegó a recibir a algo más de 3 millones de pasajeros.
Hasta hace apenas una semana permanecía cerrado debido a las importantes medidas restrictivas adoptadas por el gobierno ghanés, las cuales comenzaron a flexibilizarse el Martes día 1 de Septiembre.
Para poder garantizar la seguridad de las operaciones durante la reapertura del aeropuerto de Kotoka, las autoridades sanitarias optaron por establecer tests PCR obligatorios para los pasajeros que aterricen en el mismo, los cuales fueron implementados de manera definitiva el pasado Viernes 4 de Septiembre.
Según acaba de informar a la prensa el responsable nacional para la salud, Dr. Bernard Okoe Boye, el mismo día en el que se pusieron en marcha los tests PCR ya se localizó a un pasajero positivo.
Posteriormente, el Sábado día 5 se localizarían otros dos, y el Domingo día 6 a otros tres más.
A pesar de estar recibiendo una cantidad insignificante de vuelos internacionales, Kotoka ya ha detectado a 6 pasajeros asintomáticos que han dado positivo en las pruebas PCR, tan solo durante el transcurso del pasado fin de semana.
Esta cifra es realmente significativa si la comparamos con los 4 casos detectados por los representantes de Sanidad Exterior que prestan sus servicios dentro del aeropuerto de Barajas desde el reinicio de las operaciones aéreas en el mismo.
España es el único país de su entorno que ha rehusado adoptar alguna de las 3 medidas sanitarias más utilizadas por el resto de naciones europeas.
Mientras que algunas, como el Reino Unido, ordenan cuarentenas obligatorias para los pasajeros que provengan desde destinos con un elevado número de contagios, otras solicitan a sus visitantes foráneos la presentación de un certificado médico que acredite que han superado un test PCR durante las últimas 72 horas previas al aterrizaje.
Sin embargo, la inmensa mayoría han preferido realizar los tests dentro de sus propios aeropuertos, en algunas ocasiones de manera gratuita y en otras cobrando la tasa correspondiente.
En el caso de Portugal, esta ha sido la medida elegida para proteger sus islas en el Atlántico.
El gobierno luso no sólo no está cobrando los tests PCR que realiza a todos los pasajeros que llegan a sus territorios de ultramar, sino que además cubre de manera gratuita la estancia en un hotel de aquellos pasajeros que arrojan un resultado positivo.
Por su parte, Francia ha desarrollado una lista de destinos considerados «de riesgo», y todos los pasajeros que aterricen en París provenientes de alguno de ellos tienen la obligación de someterse también a dichos tests.
Algo bastante parecido a lo que está haciendo Alemania, que incluso ha implementado este tipo de pruebas en estaciones de tren y de bus, así como en las fronteras terrestres al sur de Bavaria para ciudadanos que lleguen desde los Balcanes.
En el caso de Italia, también está exigiendo tests PCR a los pasajeros que entren en su territorio desde determinados países, entre los que se encuentra España.
La misma medida también se ha tomado en Bélgica, Luxemburgo, Holanda, Austria, Suiza, Grecia, Islandia, Finlandia, Suecia, Noruega, Chipre, Dinamarca, o Irlanda, destacando entre todos ellos el mastodóntico aeropuerto internacional de Estambul, en Turquía, con una capacidad para realizar 40.000 tests diarios, durante las 24 horas del día y los 7 días de la semana.
Desde la reapertura de su espacio aéreo, España optó por solicitar la cumplimentación de un formulario sanitario a todos los turistas extranjeros, una medida que comparte con prácticamente todos los países del mundo, la cual se considera complementaria a la realización de los tests PCR.
Además de esto, se realiza una toma de temperatura corporal, medida esta que obviamente no obtiene ningún tipo de resultado con los viajeros asintomáticos.
Por último, también se habla de un «control visual», una obviedad muy comentada fuera de nuestras fronteras.
A día de hoy, el importante incremento en el número de contagios en nuestro territorio, y la falta de medidas de prevención en los aeropuertos, han sembrado la desconfianza en gran parte del resto de países no sólo de Europa, sino también de todo el mundo, vetando en muchos casos la llegada de turistas españoles a sus fronteras, o recomendando a sus ciudadanos no viajar a España.
Barajas está recibiendo una media diaria superior a los 30 vuelos procedentes de países del continente americano, entre los que se encuentran destinos con un alto nivel de infectados, como EEUU, Brasil, Perú, Colombia, o México.
En teoría, las autoridades europeas habían recomendado vetar todas las llegadas desde América, con la única excepción de Uruguay, una norma que en España no se ha seguido en ningún momento.
Al final, las cifras de contagios mantienen a España como uno de los países más afectados por la crisis sanitaria provocada por el coronavirus.
En el momento de redactar este post y según los datos facilitados por el ECDC, España registra 240.6 casos acumulados durante 14 días consecutivos por cada 100.000 habitantes, la cifra más elevada de toda Europa.
Francia ocuparía el segundo puesto a cierta distancia, con 122.2 casos acumulados por cada 100.000 habitantes.
Países como el Reino Unido, que tomó sus medidas de protección exageradamente tarde, en la actualidad registra 32.3 casos acumulados, mientras que Italia, que fue la primera nación europea en sufrir el impacto de la Covid19, hoy está presentando apenas 30.3 casos acumulados.