Las dos compañías pertenecientes al grupo IAG, han obtenido financiación por un importe total de 1.010 millones de euros, destinados a contrarrestar los efectos de la crisis actual en el sector aéreo.
Concretamente, Iberia recibirá un total de 750 millones de euros, mientras que la bajo coste percibirá otros 260 millones.
Según declaraciones recibidas desde IAG «el acuerdo se ubica dentro del marco legal establecido por el gobierno español para mitigar el impacto económico de la Covid-19».
Las entidades financieras involucradas en este acuerdo, pedirán al ICO (Intituto de Crédito Oficial) que otorgue garantías para ambos préstamos, y el financiamiento está condicionado a que estas garantías se encuentren disponibles.
Se ha propuesto un plazo de amortización de 5 años, aunque cualquiera de las dos aerolíneas podría proceder a su total reembolso antes de la la fecha límite estipulada.
En este momento, no se conocen muchos más detalles de la operación, la cual deja en el aire un buen número de incógnitas.
Una de las que más nos preocupa está relacionada con el futuro incierto de Air Europa. A día de hoy, desconocemos si la aerolínea se encuentra negociando su propio plan de rescate con el gobierno español.
Recordemos que el año pasado se había firmado un compromiso de compra de Air Europa, por parte del propio grupo IAG, por un importe total de 1.000 millones de euros.
Dadas las circunstancias actuales, dudamos enormemente de que esta operación se mantenga, al menos en los mismos términos estipulados en su día.
Esto dejaría en una posición incierta a la aerolínea del grupo Globalia, la cual se vería obligada a rebajar de manera muy significativa sus pretensiones económicas.
IAG también podría desistir de la compra, abonando en ese caso a Air Europa la cantidad de 40 millones de euros.
En lo que llevamos de crisis, ya hemos visto dos compromisos de adquisición cancelados en el último momento.
En el primero de ellos, el grupo PGL, propietario de la aerolínea polaca LOT, renunciaba al compromiso de compra que había adquirido sobre la ex subsidiaria de Thomas Cook, la alemana Condor.
En el segundo caso, y también dentro del sector aéreo aunque esta vez referido a los constructores de aeronaves, Boeing paralizaba el proceso de compra de Embraer, lo que ha ocasionado un enorme enfado por parte de los brasileños, que han llevado la situación a los juzgados.
En lo que se refiere al plan de rescate aprobado para Iberia y Vueling, todo apunta a que desde el ejecutivo español no se ha requerido una participación en el accionariado de ambas compañías, tal y como se está exigiendo en los EEUU a todas las que accedan a ayudas estatales.
El caso más cercano lo tenemos en Alemania, que sigue pendiente de aprobar ayudas por importe de 9.000 millones de euros a Lufthansa.
Para dar el correspondiente visto bueno, el gobierno alemán exige a la aerolínea dos puestos en el Consejo de Administración, el 25% del total de acciones y un interés en los préstamos del 9%.
La aerolínea no está dispuesta a aceptar una intervención del Estado en sus decisiones futuras, razón por la cual las negociaciones se han complicado enormemente.
Es muy probable que ambas partes lleguen a un acuerdo de términos medios, sobre todo ante el temor de que Lufthansa pudiese llegar a declararse en quiebra.
Tampoco queremos olvidarnos de otras aerolíneas españolas, como Evelop, Plus Ultra, Volotea, Binter, Wamos, etc, que suponemos habrán solicitado por su parte ayudas para salir de esta difícil situación.
¿Habrá dinero para todas ellas?…