Por primera vez en nuestra historia reciente, estamos en condiciones de confirmar una de las noticias que, sin duda, marcará un punto de inflexión en lo que respecta al devenir de nuestra especie.
Hasta hoy, la sola mención de la posibilidad de que existiese un gallego moreno entre nosotros, hacía sonreír a muchos y levantaba enormes suspicacias entre el resto.
La figura de un ser humano natural de Galicia y con su piel bronceada por el sol del Verano, fue siempre estudiada por los amantes de lo desconocido, y tratada en numerosas ocasiones por diversos programas especializados en este tipo de temática.
Es cierto que nunca faltaron los testimonios de algunos contactados, que afirmaban haber visto de cerca la figura de un gallego moreno, pero la falta de pruebas convincentes y las fundadas sospechas de un posible fraude con intereses económicos de por medio, siempre acababa tumbando sus declaraciones.
Durante muchos años, un numeroso grupo de científicos han estado viajando hasta Galicia en los meses del Verano, siguiendo supuestas pistas que podrían llevar hasta el lugar donde se ubicaría este ser, e invirtiendo ingentes cantidades de dinero en cada proyecto de investigación.
Las redes se llenaron de vídeos en los que, de manera fugaz, podía observarse una figura humana desplazándose en campo abierto, con el torso desnudo y evidentes marcas de haber estado tomando el sol.
Muchas de esas filmaciones fueron descartadas desde un primer momento, al haberse demostrado que se trataba de burdos fakes, y muy pocas quedaron apartadas y catalogadas como posibles pruebas.
La fuerza que fue cobrando este mito acabó por cruzar nuestras fronteras, e importantes personalidades de otros países acabaron también interesándose por la posibilidad de que en Galicia existiese la figura de un ser humano moreno.
Una de estas celebridades, que finalmente fue la encargada de que esta historia llegase a prácticamente todos los rincones del planeta, fue el escritor George R.R. Martin, conocido principalmente por ser el creador de la saga televisiva titulada «Juego de Tronos».
George Martin pasó varios veranos en tierras gallegas, recopilando información y testimonios de lugareños, que afirmaban no sólo haber visto la figura de un gallego con la piel bronceada por el sol, sino incluso de haber interactuado con él.
La coincidencia en los relatos estudiados por Martin, le hizo pensar que quizás alguna de estas personas pudiesen estar contando la verdad, o al menos lo que ellos creían como su verdad.
Todos se encontraban veraneando en Galicia y circulando con su vehículo en el momento de los hechos. Al parecer, en un determinado momento, las luces de emergencia, faros y pilotos del salpicadero, comenzaban a parpadear de forma constante, apagándose también la radio repentinamente.
Con su coche parado en mitad de la carretera, sin poder ponerlo en marcha y con todos los dispositivos móviles inutilizados, pudieron observar la presencia de una figura humana que se acercaba hacia ellos caminando, de forma tranquila, y mostrando cara, brazos y pecho, total y absolutamente bronceados.
Sólo en el momento en que esta persona pasaba de largo, era cuando todo parecía volver de nuevo a funcionar, por lo que todavía en estado de shock, ponían en marcha su vehículo y escapaban del lugar lo más rápido posible.
Curiosamente, después de lo sucedido, todos quedaban obsesionados con el tema, dibujando y recreando de manera constante, a veces de forma totalmente involuntaria, figuras y formas que recordaban a La Torre de Hércules, el estadio de fútbol de Balaídos, o la catedral de Santiago, sintiendo la imperiosa necesidad de viajar hacia esos puntos concretos.
Finalmente, George Martin quiso rendir homenaje a todos los gallegos que llegó a conocer durante sus múltiples estancias en Galicia, creando la figura de «Los Caminantes Blancos», que posteriormente utilizó en la famosa saga de Juego de Tronos.
Científicos mundialmente conocidos, como Carl Sagan, también afirmaron en su día que la humanidad llegaría en algún momento a contactar con un gallego moreno, si es que no lo había hecho ya, y se estaba manteniendo en secreto.
Uno de los casos más conocidos y comentados, fue un posible avistamiento en Roswell, Nuevo México, en el año 1947.
También se sospechó, y se sigue haciendo a día de hoy, sobre la presencia de gallegos morenos en el Area 51, una base de la Fuerza Aérea Norteamericana en Nevada.
Y todo esto hasta hoy, día en el que un grupo de reporteros que se encontraban cubriendo otra información que no guardaba ningún tipo de relación con el tema, fueron testigos en primera persona de los hechos, los cuales quedaron debidamente registrados para su futuro estudio.
Como pasa siempre en estos casos, no faltan los escépticos que, a la vista de las imágenes presentadas, afirman que la persona en cuestión no es gallega, o que su moreno es de spray, y no natural.
Los que nos consideramos expertos en el tema, por otro lado, sí hemos distinguido elementos que nos permiten asegurar que este ser humano, de piel bronceada, es gallego. No sólo nos hemos fijado en su acento, sino en la presencia de una «rebequita» sobre su brazo, un hecho sólo atribuible a todo buen gallego que se precie.
Quizás en el día de hoy hemos dado un gran paso para la humanidad, tal y como dijo en su día otro ilustre gallego, Neil Armstrongciño, y esta fecha será estudiada por todas las futuras generaciones, incluso por encima del descubrimiento de América, o la llegada a la Luna.
p.s.: y esto es lo que pasa cuando, el único día que se deja uno reservado para poder ir a la playa, amanece totalmente nublado. Manda carallo !!!