El presidente de la región italiana de Emilia-Romaña, Stefano Bonaccini, acaba de anunciar que a partir de hoy mismo todos los viajeros que provengan desde territorio español tendrán que someterse a un test PCR.
En caso de arrojar un resultado positivo a esta prueba, deberán mantener una cuarentena obligatoria de 14 días.
En un principio, esta medida se implementará con carácter urgente en la región de Emilia-Romaña, situada en el extremo noreste del país, pero se ha adelantado que con toda probabilidad acabará extendiéndose a la mayoría de los aeropuertos italianos, en el caso de que el número de contagios siga creciendo en España.
Este tipo de restricciones también se aplicarán a todos aquellos visitantes foráneos que provengan de Grecia y Malta.
El subsecretario de Sanidad, Pierpaolo Sileri, aboga por una respuesta consensuada al problema por parte de la Unión Europea.
Sileri considera que en todos los aeropuertos se debería solicitar un test PCR a los viajeros que provengan de zonas con un alto número de contagios. Aún en el caso de que estos arrojasen un resultado negativo al test, tendrían que guardar cuarentena durante 5 días antes de someterse a una segunda prueba PCR. Sólo en el caso de obtener dos resultados negativos, podrían desplazarse libremente por el país.
La decisión tomada por Italia es una última puñalada al sector turístico español, que ha visto cómo menos Portugal, Luxemburgo, Polonia, Rumanía y Suecia, el resto de naciones que conforman la Unión Europea han recomendado no viajar a nuestro país, o a alguna zona determinada del mismo.
España también se ha quedado sola en su inexplicable decisión de no adoptar ningún tipo de medida sanitaria de control en los aeropuertos, con la excepción de una supuesta toma de temperatura corporal.
En un principio, las autoridades españolas habían defendido esta postura argumentando que se estaba haciendo lo mismo que en la práctica totalidad de países de la zona Schengen, algo que ha cambiado radicalmente durante los dos últimos meses.
A pesar de la modificación de criterios de la inmensa mayoría de naciones de nuestro entorno, y del aumento desmesurado de nuevos casos que nuestro país comunica a diario, en España no se ha planteado todavía el reforzar los controles sanitarios de los aeropuertos.
Esta noticia también coincide con la decisión de Alemania de incluir a Madrid y País Vasco en la lista de destinos vetados por el gobierno germano (en la que ya figuraban Cataluña, Aragón y Navarra), así como la notificación recibida desde Dinamarca confirmando el ingreso de España en su «lista roja» de países no recomendamos para viajar.
Por contra, España sigue manteniendo abiertas sus fronteras a todos los ciudadanos que provengan de países de la Unión Europea, los cuales sólo deben cubrir un formulario y someterse a un control de temperatura corporal, el cual y debido a las largas colas que llegan a formarse en los aeropuertos, en muchas ocasiones no llega ni a realizarse.