Todavía no han pasado ni 24 horas desde el desgraciado accidente sufrido la tarde de ayer por el mítico ex jugador de los LA Lakers, Kobe Bryant, como para hacer conjeturas sobre las causas del mismo.
Sin embargo, sí existen en este momento datos objetivos que nos permiten hacernos una idea de las condiciones en las que estaba volando el helicóptero de su propiedad, antes de estrellarse cerca de Calabasas, al noroeste de Santa Mónica, Los Angeles.
La densa niebla que inundaba todo el condado, fue precisamente la razón por la que la policía de Los Angeles dejó en tierra a sus helicópteros, hasta que mejorasen las condiciones meteorológicas.
En una situación normal, la policía siempre mantiene en el aire varios aparatos en funciones de vigilancia, dado el vasto territorio que tienen que cubrir, por lo que se puede entender que para tomar una medida tan drástica, el vuelo en condiciones visuales no estaba recomendado en ese momento.
De hecho, a los 10 minutos de despegar con la estrella de la NBA a bordo, el helicóptero se vio forzado a mantener un patrón de espera de más de 15 minutos en el aire, debido a las dificultades que estaban atravesando otros aviones para aterrizar en las cercanías, teniendo que realizar maniobras de «motor y al aire» (go around).
Es necesario destacar que el piloto a los mandos del aparato propiedad de Bryant, Ara Zobayan, de 50 años de edad y origen armenio, solicitó al control el poder volar en Special VFR, un modo utilizado sólo por determinadas aeronaves, como helicópteros, que maniobran a una velocidad que les permite la observación correcta del entorno y del tráfico aéreo, con visibilidades inferiores a los 1.500 metros.
En la última conversación mantenida entre el piloto y la torre de control de Van Nuys, este afirma encontrarse a 1.400 pies de altura, esto es, a apenas 425 metros sobre el suelo, una situación especialmente peligrosa en un entorno lleno de niebla y nubes.
Para mantener el contacto visual con el suelo, es probable que el piloto decidiese seguir descendiendo, llegando a una altura tan baja que las comunicaciones por radio con el control de Socal (South California) resultaron imposibles.
Una de las causas que se barajan, es que el helicóptero se encontrase entre la niebla con la montaña contra la que se estrelló, debido precisamente a la baja altura y meteorología existente en la zona.
La otra podría atribuir lo sucedido a algún tipo de fallo mecánico.
En todo caso, este accidente resulta especialmente parecido al sufrido por el ex campeón de rallies Colin McRae, en el año 2007.
A diferencia con el siniestro ocurrido ayer, McRae pilotaba su propio helicóptero, con una licencia de piloto privado, optando por realizar un vuelo a muy baja altura en una zona rural cercana a su domicilio.
Este tipo de maniobras son especialmente complicadas incluso para pilotos muy experimentados, como en el caso de Zobayan, por lo que todavía lo son mucho más para no profesionales que carecen del entrenamiento adecuado.
En el entorno profesional correspondiente al gremio de pilotos de helicópteros que suelen realizar vuelos chárter para súper estrellas, o personas especialmente relevantes, también se comenta la dificultad que supone el tener que cancelarles el vuelo, algo que muy probablemente se tendría que haber hecho en este caso.
Durante todo el día de hoy, se han podido leer innumerables comentarios de profesionales del sector, apuntando a la presión que reciben cuando tienen que transportar a pasajeros VIP, y las consecuencias que podría tener en su carrera el denegar un vuelo, si posteriormente lo realizase otro piloto en las mismas circunstancias.
En todo caso, todavía tendremos que esperar hasta conocer exactamente lo sucedido, por lo que en este momento lo único que nos queda es lamentar la pérdida de todas las vidas humanas en el accidente de Los Angeles.
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