Nos produce cierta sensación de alivio, y también bastante satisfacción, cuando un profesional del sector aéreo realiza declaraciones en público que apoyan la filosofía que Turama lleva predicando en el desierto desde hace bastante tiempo.
Esta vez, hablamos de Ed Bastian, CEO y máximo responsable de la compañía aérea norteamericana Delta Airlines, sin lugar a dudas una de las más grandes e importantes del planeta, que cuenta con una flota de casi 900 aparatos.
La entrevista se realizó durante la celebración de la 34 edición de la Conferencia «Bernstein Annual Strategic Decissions», en Chicago (EEUU).
Durante el transcurso de la charla, se le preguntó al Sr. Bastian sobre la guerra existente en la actualidad entre las compañías aéreas lowcost de largo recorrido, como Norwegian o WOW, y el resto, conocidas como «tradicionales» o «full service».
La respuesta de Bastian, que suponemos es un seguidor empedernido de Turama (…), no dejó ningún lugar a dudas: «Este tipo de aerolíneas no suponen ningún tipo de riesgo en términos de competencia. No creo que los precios del combustible, por ejemplo, sean sostenibles en el tiempo para una compañía de este tipo».
Tras semejante afirmación, la cual corroboramos al 100%, Bastian añadía lo siguiente: «Los precios del combustible han subido un 50% en el último año. Este hecho está causando un enorme impacto en su modelo de negocio, y se trata de un factor que las compañías tradicionales podemos afrontar y revertir, invirtiendo donde es necesario».
De hecho, la gran noticia en el sector aéreo de los últimos días ha sido el incremento de precios anunciado por Air Europa, los cuales han obligado a muchas agencias de viajes, entre las cuales no nos encontramos, a comunicar a sus clientes un sobrecosto en los paquetes turísticos que habían reservado, de unos 50 euros por cabeza.
Esto significa tener que abonar a mayores 100 euros, en el caso de tratarse de una pareja, pero si hablamos de familias con niños, esta cantidad adicional puede convertirse en una auténtica barbaridad y obligar a la cancelación del viaje.
Hoy también hemos sabido que se han apuntado a la subida de tarifas Norwegian y Air France, la compañía bandera francesa, que está pasando por el peor momento de su historia.
Tampoco se descarta que en los próximos días siga el goteo de aerolíneas que se sumen a esta iniciativa, por lo que los bolsillos de muchos viajeros pueden empezar a temblar en breve.
Ahora la pregunta sería porqué el Sr. Bastian está tan seguro de que el negocio lowcost de largo recorrido es una vía que no lleva a ninguna parte, que es exactamente lo que hemos transmitido desde Turama en innumerables ocasiones.
La explicación desarrollada por Bastian está basada precisamente en el tipo de cliente que utiliza los servicios de aerolíneas «tradicionales» y de las «lowcost».
Bastian afirma que, por ejemplo, Delta Airlines puede aumentar los precios de sus asientos más caros, los situados en las clases preferentes, que suelen llegar a costar más de 5.000 euros. Este hecho, que en una aerolínea lowcost no es viable, al trabajar casi en exclusiva con tarifas Economy o Premium Economy, no es un obstáculo para la mayoría de pasajeros que suelen reservar este tipo de billetes.
De hecho, «jugar» con los precios de los billetes más caros es una práctica totalmente habitual en este tipo de compañías, y que muchas veces resulta en la obtención de un importante beneficio, donde otras pierden dinero.
El CEO de Delta Airlines reconoce que las «lowcost», a su vez, juegan a su favor con las cantidades que pagan a sus empleados y proveedores, normalmente por debajo de la media, pero el precio del combustible es un factor común a todas ellas, por lo que no hay manera de esquivarlo.
El incremento del precio del combustible ha llevado a Norwegian contra las cuerdas, después de enlazar dos años sin poder obtener beneficios y con la carga que supone haber efectuado la compra de aviones más grande que se recuerda en la historia de la aviación civil.
A pesar de este gigantesco desarrollo de su flota, continua cancelando rutas. Las últimas ha sido las que operaba desde Estocolmo a Newark y Las Vegas. Norwegian ha manifestado que la subida de impuestos que tiene que afrontar, aprobada el mes pasado por el gobierno sueco, es otro factor añadido que se suma al incremento del precio de combustible, lo que en su conjunto está causando que con las tarifas que ofrece en la actualidad no pueda generar un beneficio suficiente.
Según Bastian, el único punto clave de las aerolíneas «lowcost» es el precio de sus billetes. Si estos se incrementan, sus pasajeros simplemente dejan de volar, o buscan rutas más cortas y económicas.
Además, Bastian achacó la proliferación de aerolíneas de bajo coste y largo recorrido al período en el que los barriles de petróleo tocaron fondo, con su precio histórico más bajo. Según el CEO de Delta Airlines, se trató de un período de grandes beneficios para las compañías aéreas, en el que estas mantuvieron un comportamiento totalmente «irracional», del cual nacieron engendros como la española Level, o la francesa Joon.
En la misma entrevista se hizo mención a Willie Walsh, máximo responsable del grupo IAG, que engloba a Iberia, British Airways, Vueling y Aer Lingus, cuando se recordó el nacimiento de Level. Sin llegar a decirlo de manera clara y rotunda, Bastian insinuó que si Walsh no se hubiese sacado de la manga a Level y hubiese dejado a Norwegian campar a sus anchas, la compañía noruega habría acabado sucumbiendo igualmente más tarde o más temprano, y se hubiese ahorrado todo el trabajo de fundar una nueva marca.
Por esta razón, Bastian afirmó que Delta no se ha propuesto en ningún momento abrir una lowcost para el largo recorrido, ya que insiste en que es un negocio que no va a llevar a ningún lado.
En este momento IAG se encuentra a la caza y captura de Norwegian, por la que ya prácticamente nadie pone la mano en el fuego, algo que curiosamente había declarado el CEO de Ryanair, Michael O´Leary, hace mucho tiempo, lo cual sirvió para que todos nos riésemos y lo tachásemos de loco.
Sin embargo, en este momento de crisis por la subida del precio de los combustibles, Ryanair tampoco puede sonreír demasiado. La irlandesa se ve obligada a subir precios, pero como esto sería su ruina, se las tiene que ingeniar para sacarse de la manga nuevas tasas, como las que en breve aplicará una vez más sobre el equipaje de sus clientes.
Air Europa ya ha dado el «hachazo» a sus mayoristas y touroperadoras, con la subida de precios comentada, y Norwegian también ha tenido que incrementar notablemente las tarifas de sus billetes, lo que es presumible que le reste muchos clientes.
WOW air busca igualmente la manera de no tocar sus tarifas, pero implementa nuevos medios de conseguir ingresos, como la venta de Wifi a bordo, o el consabido aumento del cargo por la facturación de maletas.
Al final, sólo el tiempo dictará sentencia, pero parece claro que cuando basas toda tu oferta en el precio y no puedes mantener este bajo por otros factores externos, el castillo de naipes se te puede venir abajo.