Se multiplican las denuncias relativas a alquileres turísticos falsos.
Los estafadores suplantan la identidad de los verdaderos propietarios de los inmuebles que posteriormente anuncian en diversas webs.
El pasado mes de Junio, la Policía Nacional detenía en Tarragona a siete personas acusadas de pertenecer a diversos grupos supuestamente dedicados a las estafas online, basadas especialmente en los falsos alquileres de alojamiento turístico.
A su paso han dejado el reguero de un centenar de perjudicados, sobre todo en Andalucía, Canarias, Baleares y Galicia.
Lamentablemente, este es solamente uno de los muchos casos que están saltando a los medios de comunicación durante las últimas semanas, lo que invita a pensar en una cifra récord de estafas para lo que queda de Verano.
De hecho, desde el comienzo de la pandemia se ha detectado un incremento abrumador de este tipo de delitos, favorecidos por el descenso de las operaciones que se hacen en persona y el notable aumento de las compras online.
Por nuestra parte, en 2019 denunciamos uno de los timos que estaban haciendo furor en Airbnb (Airbnb, el timo que está arruinando cientos de vacaciones), y el año pasado hicimos lo propio con la advertencia que lanzaba IATA al descubrir miles de operaciones fraudulentas en la venta de billetes de avión (IATA advierte: el número de estafas a aerolíneas y pasajeros se dispara).
A continuación, os explicamos cómo se están llevando a cabo estas estafas a día de hoy.
Cadena de engaños
Muy probablemente habrás recibido durante el último año un buen número de correos electrónicos supuestamente enviados por bancos, empresas privadas y organismos oficiales de todo tipo.
En todos ellos, y con la excusa de devolverte dinero, notificarte una sanción, o cualquier otro motivo que te lleve a leer el mensaje, se suele solicitar que hagas click en un enlace, abras un documento adjunto, o facilites algún dato de carácter personal.
Este es el principio de una larga cadena de estafas, en las que de uno u otro modo los delincuentes utilizarán toda la información que hayan podido obtener para lograr su objetivo: engañarte con el fin de ganar dinero de forma ilegal.
En realidad, los primeros estafados son los propietarios reales de los inmuebles que posteriormente se anuncian online, de los que en muchas ocasiones son capaces de obtener hasta la copia de sus DNI.
El siguiente paso de los timadores es escanear las webs dedicadas al alquiler turístico, en las que localizan las propiedades que utilizarán para dar el golpe.
De una manera extremadamente sencilla descargan las fotos públicas que promocionan estas webs, para a continuación indagar información sobre sus propietarios y todos los datos legales que se pueden obtener abonando la correspondiente tasa.
Sólo restaría crear la página desde la cual se van a lanzar las falsas ofertas, o aprovechar otras webs más populares para dar mayor sensación de confianza.
Cuándo debes sospechar
En primer lugar, sería necesario revisar dónde o desde dónde has llegado hasta la oferta en cuestión.
Si has recibido algún correo electrónico, debes de saber que los propietarios de inmuebles turísticos no se dedican al envío masivo de newsletters, básicamente porque no deberían contar con una base de datos relativa a direcciones de e-mail.
Si el correo llega utilizando la denominación de una empresa, puedes pasar simplemente el ratón por encima del nombre del remitente, y de esta manera podrás ver su dirección completa sin llegar a abrir el mensaje.
Comprueba si, efectivamente, el mail se corresponde con el nombre real del negocio o establecimiento, ya que en ocasiones los estafadores cambian alguna letra en el mismo para poder confundir a su víctima.
Revisa también la gramática y expresiones que se pueden utilizar en el encabezado. Nadie medianamente serio promociona su negocio con faltas de ortografía, o haciendo uso de giros lingüísticos extraños.
Hay casos en los que una vez se «pesca» a la víctima dentro de una aplicación legal, los supuestos propietarios proponen negociar el precio del alquiler fuera de ella, argumentando que de este modo podrían rebajar aún más el mismo.
Si accedes a ello, estás completamente en sus manos.
Cuando trates con una empresa o agencia de viajes tienes que asegurarte de que existen diversas vías de comunicación disponibles, como el contacto telefónico (muy importante), whatsapp, mensajería, etc.
Desconfía cuando te nieguen el contacto directo y te remitan exclusivamente a conversaciones por whatsapp o mensajes escritos.
En el caso de que el nombre de la agencia no te suene, comprueba su ubicación y mira si en su Comunidad Autónoma figura como tal, ya que todas ellas disponen de un listado público de consulta.
Los inmuebles destinados al alquiler turístico, sin excepción, deben de estar registrados en la Comunidad Autónoma correspondiente. Solicita este dato cuanto antes para confirmar su alta.
Siempre, en todos los casos, es necesaria la firma de un contrato entre ambas partes, donde figurarán reflejadas las condiciones del arrendamiento, precio, fechas y demás estipulaciones.
Desgraciadamente, te adelantamos que en muchos de los casos de estafa denunciados hasta ahora, los timadores tenían perfectamente preparados todos los documentos necesarios.
Por este motivo, y sobre todo si vas a abonar una cantidad superior a los 400 euros, procura asegurarte de que estás hablando con la persona o entidad correcta. Si tienes la más mínima duda, abstente de ingresar anticipos como señal de reserva.
Finalmente, ten en cuenta que los timadores van a intentar jugar siempre con la codicia de sus víctimas.
Esto quiere decir que puede que encuentres diferentes precios para un mismo alojamiento en distintas páginas o aplicaciones, pero normalmente estas fluctuaciones no suelen ser excesivamente significativas.
Presta especial atención a los «chollos» y las «gangas», porque en ellas suelen centrarse este tipo de delitos.