A la compañía aérea Norwegian la hemos bautizado como «el gran bluff del Verano». Llegó a España con un grandísimo plan para comerse el mundo, pero parece que finalmente mordió mucho más de lo que podía masticar, y se ha atragantado.
Actualmente sigue siendo la sexta aerolínea low cost más importante, y aunque ha logrado aumentar su número de pasajeros respecto al año pasado en un 12%, se está desinflando a un ritmo sorprendente en los mercados bursátiles.
Sólo gracias a la venta de un 2,5% de capital del Bank Norwegian ha logrado que en los últimos meses se hayan podido registrar ganancias por importe de 90 millones de euros, lo que no ha podido evitar el descenso en su previsión de crecimiento para lo que queda de año.
Como ya hemos comentado en otras ocasiones, en Turama hacemos un seguimiento diario de todas las noticias, novedades e incidencias que se producen en torno a las compañías aéreas. A pesar de que parece que existe un pacto implícito desde muchos sectores para intentar mantener al turista con los ojos vendados, desde nuestra página siempre nos hemos hecho eco de las informaciones relevantes que pueden resultar de interés para aquellos cansados de que nunca se cuente «el otro lado» del mundo de los viajes.
Sin temor a equivocarnos, podríamos afirmar que Norwegian ha sido la primera compañía aérea que apostó por los vuelos low cost de largo recorrido. Junto a la islandesa WOW y la hispano inglesa LEVEL, han creado en el aeropuerto barcelonés de El Prat un hub de aerolíneas de bajo coste destinadas a aquellos pasajeros que desean cruzar el charco por la menor cantidad de dinero posible.
Sin embargo, el aterrizaje de la compañía Noruega en nuestro país no estuvo exento de polémica. La excesivamente agresiva política laboral de los vecinos del Norte le ha causado muchos problemas desde el primer día en el que empezó a operar fuera de su entorno geográfico, aunque también dentro del mismo.
El SEPLA, sindicato de pilotos españoles, ya en el año 2015 le había presentado sendas demandas ante la inspección de trabajo por las subcontratas que utilizaba para poder reclutar a sus nuevos pilotos. La utilización de una ETT como OSM Aviation y una supuesta obligación de los pilotos de tener que abonar de su bolsillo las cotizaciones correspondiente a la Seguridad Social, hizo explotar la paciencia del sindicato.
Ese mismo modus operandi le causó también graves problemas en su propio país, lo que derivó en una huelga que afectó a más de 100.000 pasajeros. El SEPLA también denunció hace dos años el intento de Norwegian de boicotear la huelga de sus pilotos escandinavos utilizando a los profesionales españoles, lo cual vulneraba el derecho de los primeros a tomar las medidas laborales que consideraron necesarias para defender sus intereses.
En cuanto a su personal de cabina, el comportamiento de la empresa no fue diferente. El sindicato USO, que defiende los intereses de los TCP de Norwegian, también formalizó reclamaciones legales aludiendo a la negativa de la compañía a ceder los espacios necesarios para poder desarrollar su labor sindical, además de distintas denuncias por despidos improcedentes en la Navidad de 2014, o incluso por el derecho a poder disponer de una nómina traducida al español.
Afortunadamente, hace tan solo un mes Norwegian firmó el primer convenio colectivo desde su llegada a nuestro país, por lo que esperamos que a partir de ahora se limiten los desmanes de la aerolínea en este aspecto.
En lo que se refiere a las incidencias de tipo técnico que nombramos en el título de este artículo, sólo recordar que en Turama revisamos todas las declaraciones que se registran referidas a accidentes, incidencias, o emergencias declaradas por todas las compañías aéreas del mundo, con el fin de mantener un seguimiento constante de los estándares de seguridad aplicados por cada una.
Esta labor, que requiere muchas horas al día de lectura y estudio de reportes llegados desde todos los países, en algunas ocasiones da sus frutos y permite establecer pautas y comportamientos repetitivos o fallos persistentes que afectan a algunas aerolíneas.
Este es el caso que detectamos en su momento con la alemana Lufhansa, que ha declarado en los últimos meses un sinfín de emergencias todas relacionadas con la presencia de olores extraños dentro de la cabina de sus aviones. Esta reiteración tan continuada de un hecho que suele producirse en muchas menos ocasiones en otras compañías con un número parecido de aeronaves en flota, nos hace sospechar de algún tipo de problema en los protocolos de mantenimiento, o si queremos pensar muy mal, de una especie de reclamación laboral encubierta de los mismos empleados que el año pasado se declararon en huelga.
Puedes leer el artículo correspondiente aquí.
En todo caso, este tipo de informaciones suelen quedar reservadas al entorno profesional y no se comparten con los usuarios futuros, en aras a evitar una mala publicidad. En Turama creemos que contar la verdad, siempre que se haga de forma ecuánime con todas las implicadas y sin favoritismos, ayuda al pasajero a comprender mejor el entorno en el que se mueve y da un valor añadido que puede utilizar, si así lo estima oportuno, para decidir con quién prefiere realizar sus desplazamientos.
Con esto, dentro de la pequeña parcela que ocupamos, pretendemos que cada compañía aérea asuma sus fallos y errores y procure siempre dar el mejor trato posible a sus pasajeros, para que estos no tengan que recurrir a nosotros para dar publicidad a sus quejas.
Los incidentes
El fallo de uno de los motores de un avión es un tipo de incidencia que suele darse casi a diario en alguna parte del mundo. La práctica totalidad de este tipo de situaciones se resuelve con un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de destino, de origen, o de algún alternativo, dependiendo de la ubicación geográfica en la que salte el problema.
Con esto queremos decir que, de cara exclusivamente al pasajero, el mayor problema que tiene que afrontar este es el importante retraso que se genera para que pueda alcanzar su destino, no temiendo en ningún momento por su integridad física.
Al igual que hicimos en su momento con EasyJet (puedes leerlo aquí), con la propia Lufthansa y con otras conocidas aerolíneas, hemos vuelto a encontrar una extraña reiteración del mismo tipo de incidencia, ya que en un período de apenas 3 meses se ha repetido hasta en 4 ocasiones, cuando en compañías de un tamaño similar es un hecho que ocurre un par de veces al año, a lo sumo.
Ahora mismo no estamos en condiciones de valorar el porqué de esta repetición, pero a partir de este instante vamos a prestar una especial atención al resto de incidentes que siga comunicando Norwegian, con el fin de intentar trazar algún elemento común que lleve a una explicación de los mismos, si es que lo hay.
20/5/2017
En esta fecha se produce el primero de esta serie de incidentes, concretamente con el avión Boeing 787-800 matrícula LN-LND, que realizaba el vuelo entre Copenhague y Bangkok.
El avión acababa de despegar de la pista 22R del aeropuerto danés cuando la tripulación del mismo detuvo el ascenso a 6000 pies de altura (2000 metros), ya que el motor derecho acababa de emitir dos explosiones consecutivas, con una pequeña llamarada y expulsión de humo.
Se tuvo que proceder al apagado de dicho motor, descargar el fuel que llevaba la aeronave y aterrizar de nuevo en Copenhague, después de 50 minutos del despegue.
11/6/2017
El avión Boeing 787-800 matrícula LN-LNH, volando desde París Charles de Gaulle a Nueva York JFK, a una altura de 38.000 pies recibe señal de aviso indicando que el motor izquierdo no está recibiendo la presión de aceite necesaria para su correcto funcionamiento, por lo que la tripulación sospecha de una fuga y decide proceder al apagado del mismo.
Se procede a descargar el fuel, tal y como procede en este tipo de incidencias, y se realiza un aterrizaje no programado en el aeropuerto irlandés de Shannon, unos 70 minutos después.
16/7/2017
El avión Boeing 787-800 matrícula LN-LNH, mismo protagonista del incidente anterior, volando desde Los Angeles hasta Estocolmo y a una altura de 39.000 pies, sufre avería en uno de sus dos motores, sin que se haya hecho público si se trataba del izquierdo, que ya había tenido problemas un mes antes, o el derecho.
La tripulación decide apagar el motor averiado y realiza un aterrizaje no programado en el aeropuerto de Keflavik, Islandia.
22/7/2017
El avión Boeing 787-800 matrícula LN-LNB, volando desde California Oakland hasta Oslo y a una altura de 37.000 pies, sufre avería por falta de presión de aceite en uno de sus motores, sin que haya trascendido cuál de ellos.
La tripulación procede al apagado del motor afectado y regresa a Oakland para realizar un aterrizaje no programado.
Como vemos, en los cuatro casos comentados el mayor perjuicio provocado a los pasajeros fue el aterrizaje no programado en un aeropuerto distinto al de destino, con el correspondiente retraso que esto supone hasta la llegada de otro avión que pueda sustituir al averiado.
Esta tendencia de Norwegian de operar algunas rutas con un solo aparato, ha causado ya diversos incidentes derivados de la lentitud en el envío de otro avión que pueda recoger a los pasajeros afectados y llevarlos a su lugar de destino.
Por otro lado, los aviones averiados tampoco pudieron acabar sus rutas, por lo que también se vieron afectados los pasajeros que esperaban a los dos lados del atlántico.
Esto ha provocado que la aerolínea Norwegian ocupe el 11º lugar en el ranking de compañías que más cancelaciones y retrasos han provocado en el último mes en Europa, con una cifra de 107 cancelaciones y 2.751 retrasos.
Los cuatro incidentes se produjeron con el mismo modelo de avión, el Boeing 787-800, de los que Norwegian dispone en una cantidad superior a la docena. Su flota más importante la compone otro modelo de Boeing, el 737-800, de los que cuenta con más de 100.
Este mismo mes de Julio, la compañía noruega se convirtió en la primera aerolínea en Europa en operar el novísimo 737 MAX, que pronto se extenderá a nivel mundial al resto de operadoras.
A pesar de la tan cacareada renovación de la flota, hay que indicar que todos estos nuevos modelos de aeronaves que empiezan a ver la luz, apenas cuentan con ventajas prácticas y reales para el usuario. La inmensa mayoría de sus innovaciones están basadas en el menor coste del mantenimiento y menor consumo de combustible, lo que los hace más rentables para sus propietarios.
La distancia entre asientos sigue siendo la misma y tan solo es resaltable el nivel inferior de presurización de la cabina, lo que en cierta medida puede resultar en un vuelo más cómodo para aquellos pasajeros más sensibles a los cambios de presión.
Norwegian ha anunciado la compra de un importante número de aparatos, tanto del modelo 737MAX, como del 787-9, afirmando que cuenta con aumentar notablemente la operación de sus rutas de corto y largo recorrido en los próximos años.
El mano a mano que está manteniendo en el aeropuerto de El Prat, donde Level también acaba de anunciar el aumento de su flota con otros 3 Airbus A330 en el próximo año, hace prever una batalla a muerte por conquistar las rutas del Atlántico, tanto a través de Norteamérica, como de Sudamérica.
Desconocemos el papel que tendrá que jugar Iberia por este mercado, claramente destronada por la nueva Level, pero con la reciente salida de Joon, filial NO lowcost de AirFrance y KLM, las rutas ya operadas por AirEuropa en la misma zona, el incremento de viajeros de WOW, y la actual supremacía en el mercado latinoamericano de la propia AirFrance, que acaba de superar a Iberia en número de asientos, Norwegian va a tener que esforzarse al máximo para no caer en la batalla.
Por último, no conviene nunca olvidar a Michael O´Leary, CEO de Ryanair, que quiere apuntarse como sea al mercado de las bajo coste transatlánticas y es muy probable que nos sorprenda próximamente con alguna estrategia comercial de las suyas. La flota en venta de Alitalia se hace muy apetitosa para el todo poderoso irlandés, que podría ver su sueño cumplido si consigue hacerse con su propiedad.