La compañía aérea de bajo coste no sólo está sufriendo una campaña de desprestigio absolutamente brutal, sino que además cada día empiezan a aparecer nuevos elementos que alimentan la sospecha de una guerra muy sucia en el sector aéreo europeo.
La última la hemos podido ver ayer mismo, cuando uno de sus aviones tenía que regresar al aeropuerto de Arlanda, después de recibirse una falsa amenaza de bomba. ¿Cuál es el interés final de este tipo de actos y quién puede estar detrás de los mismos?.
Pero todavía es bastante más sospechoso lo ocurrido los días previos a la Navidad del pasado año en el aeropuerto londinense de Gatwick, cuando un hecho sin precedentes y para el cual todavía no se ha encontrado ningún tipo de explicación, provocó el cierre temporal del aeródromo y enormes pérdidas económicas a muchas compañías aéreas, principalmente a Norwegian.
La supuesta presencia de drones sobre la pista de Gatwick, algo que se ha puesto en duda por las autoridades, resultó en la necesaria cancelación de cientos de vuelos, con el consiguiente perjuicio tanto para los pasajeros, como para las compañías aéreas afectadas.
De nuevo, otro sabotaje que se producía justo los días previos a la Navidad, en los que se registra un enorme repunte en la venta de billetes de avión, y en el hub principal de Norwegian en el Reino Unido. ¿Mala suerte?.
Pero si de mala suerte hablamos, el colmo de los colmos es apostar todo el desarrollo de una compañía aérea a la compra de los mejores y últimos modelos de avión, y que algunos de ellos sean entregados con un fallo de origen en sus motores.
Nadie en sus cabales podría haber imaginado que una serie de los afamados motores Rolls&Royce que monta este modelo de avión, pudiese presentar un fallo que necesitase una nueva revisión técnica, teniendo a los aparatos afectados en tierra hasta poder pasar la misma.
Las enormes pérdidas que este incidente ha provocado a Norwegian han sido un mazazo totalmente inesperado, aunque según las informaciones que han trascendido esta misma semana, parece que la aerolínea ya ha llegado a un acuerdo con Rolls&Royce para que el fabricante de motores compense económicamente todo lo sucedido.
Y hablando de informaciones, no podemos dejar pasar de nuevo a nuestros amigos de Preferente.com, el auto proclamado «líder mundial en noticias de turismo» (ríase usted de Traveller, de National Geographic,…), que sigue en sus trece para dar por quebrada a Norwegian, a través de titulares con una pizca de tergiversación.
El último lo hemos visto este mismo Lunes, cuando anunciaban a bombo y platillo en primera página el siguiente titular: «Norwegian: las tarjetas de crédito ya bloquean su dinero».
Es importante fijarse en el adverbio «ya», que le da un mayor énfasis a la noticia, pincelando una situación tan extrema que lleva a tomar medidas impensables.
Luego, tal y como suele ser el modus operandi de este diario, mundialmente conocido en su casa a la hora de comer, se explica en el cuerpo de la noticia que esta proviene del diario The Times, que a su vez recogió el testimonio de un supuesto portavoz de la aerolínea, que a su vez indicaba que en los últimos meses se habían retenido algunos pagos, pero que la situación ya estaba normalizada.
Es decir, el «ya» del que hablamos, que sirve para dar aspecto de algo que ha llegado a un punto de no retorno, resulta que hace referencia a unos supuestos hechos, supuestamente sucedidos hace meses, que supuestamente se relatan en otro diario, que a su vez supuestamente se apoya en las supuestas palabras de un supuesto portavoz de Norwegian.
No esperábamos menos de los maestros del periodismo turístico, a los que sólo les faltó indicar que la noticia fue comunicada en exclusiva por el vecino del tercero izquierda, que sabe mucho de aviones…
Pero pongámonos medianamente serios y profesionales, para variar, porque lo cierto es que Norwegian está luchando, como nunca antes se había visto dentro de sector aéreo, para mantenerse a flote.
El resultado final del total de operaciones realizadas el año pasado por la lowcost noruega le han significado unas pérdidas netas de 1.454 millones de coronas noruegas, equivalentes a unos 160 millones de euros.
Esto significa que por cada uno de sus 37 millones de pasajeros transportados durante el 2018, la aerolínea perdió más de 4 euros.
Evidentemente, estos números no son precisamente las mejores noticias, pero las medidas adoptadas por Norwegian para revertir la situación empiezan a fructificar muy poco a poco.
En primer lugar, hay que destacar la decisión de cerrar bases y eliminar las rutas menos rentables.
Este es el punto que más nos preocupa, ya que afecta a trabajadores de nuestro país que estaban prestando sus servicios para la aerolínea en las Islas Canarias y Baleares.
Por otro lado, se ha logrado el respaldo de los bancos DNB Bank, Danske Bank, y del multimillonario noruego John Fredriksen, los cuales garantizarán buena parte del capital que necesita la aerolínea para seguir operando.
Fredriksen, de 74 años, conocido por haberse sabido mover como nadie en un sector tan complicado como el naviero, no sólo está dispuesto a aportar parte de su dinero a Norwegian, sino que también quiere estar presente en el Consejo de Administración, lo cual puede ser una excelente noticia.
A esta alturas, parece evidente que el plan de expansión diseñado por Bjorn Kjos para Norwegian no sólo ha resultado en un absoluto fracaso, sino que ha metido en muy graves problemas a la aerolínea.
En el año 2012, Kjos realizaba el mayor pedido de aviones en la historia de la aviación comercial europea, una época en la que parecía que la aerolínea se iba a comer el mundo.
Hoy podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que dicha decisión tiene mucho que ver con la situación actual de la compañía, por lo que esperamos que los buenos consejos financieros que pueda aportar el magnate Fredriksen a la aerolínea, resulten en un cambio para mejor.
Además, Norwegian ha logrado dilatar la entrega de nuevas unidades de aviones que tenían prevista su llegada para este año, por lo que evita tener que afrontar el pago de los mismos en un momento en el que necesita liquidez para salir adelante.
Este año se dará la bienvenida a 5 nuevos Boeing 787 «Dreamliner», y el año próximo a otros 5, con lo que con esto quedaría cerrado el cupo de aeronaves de fuselaje ancho para cubrir las rutas de largo alcance.
También se ha confirmado hoy mismo que la compañía ha llegado ya a acuerdos para proceder al leasing de otros 18 aparatos que ahora mismo no necesita, lo cual también la descargaría del gasto correspondiente a su mantenimiento y podría seguir beneficiándose económicamente de los mismos sin llegar a renunciar a su propiedad.
Aunque no se ha querido dar el nombre, se apunta a una empresa asiática como próximo receptora del resto de aeronaves que Norwegian quiere ceder temporalmente, como parte del programa que comenzaba el año pasado para recortar gastos.
Tal y como ha expresado Bjorn Kjos, durante el 2019 se sacrificará el crecimiento y la expansión para poder centrarse única y exclusivamente en la rentabilidad.
El máximo responsable de Norwegian está reconociendo con estas palabras que el objetivo ya no es seguir acumulando aviones, rutas y más destinos, sino hacer rentables todos los que pueda operar.
Y nosotros ahora queremos hacer una reflexión en alto: hay dos importantes bancos que han apostado por seguir sufragando a Norwegian, además de distintos inversores, entre los que se encuentra el empresario de mayor éxito de Noruega.
A la vista del patrimonio económico del que disfruta el magnate Fredriksen, nos atrevemos a decir que es una persona que sabe lo que hace, por lo que tanto las dos entidades financieras, como él mismo, tienen que haber visto la viabilidad suficiente a Norwegian como para jugarse su propio dinero en ella.
No se puede negar que la situación es difícil, pero así como en el caso de Air Berlin, o de Primera Airlines, recientemente desaparecidas, nadie aceptó seguir haciéndose cargo de sus pérdidas, Norwegian parece que todavía es capaz de convencer a inversores importantes, lo cual para nosotros es una muy buena señal.
Por último, y sólo a título meramente anecdótico, nos gustaría hacer una mención a la reciente retirada del grupo IAG, que llevaba casi un año intentando hacerse con Norwegian y parece que finalmente ha desistido en sus planes.
Muchos se acordarán que esto mismo pasó cuando el grupo inglés intentó hacerse con una parte de Air Berlin, incluso cuando Iberia se propuso comprar los aviones de la también quebrada Niki.
Curiosamente, el grupo IAG desaparece siempre justo en el momento en el que Lufthansa pone sus ojos sobre el mismo objetivo, y ayer mismo se le preguntó a Bjorn Kjos si era cierto que la compañía alemana también le había propuesto algún tipo de acuerdo.
Kjos contestó con evasivas, indicando que sí era cierto que «aerolíneas muy importantes» habían contactado con él, sin querer dar nombres ni confirmar ninguna en concreto.
Considerando que Lufthansa es, hoy por hoy, la compañía aérea tradicional más importante de Europa, viendo la nueva espantada del grupo IAG, y observando la enorme tranquilidad del máximo responsable de Norwegian en unos momentos tan difíciles, puede que quizás salten noticias en los próximos meses.
En todo caso, y a pesar de los datos económicos que acabamos de comentar, Norwegian sigue creciendo en pasajeros, que al final es lo principal y básico que necesita una compañía aérea para seguir volando.
Habrá quienes vean el lado más brillante, y otros el lado más oscuro, pero a la vista de todos los movimientos y pasos que está dando la aerolínea, desde Turama y a diferencia con lo que están haciendo otros, creemos que Norwegian está todavía muy viva.