Todavía nos estábamos devanando los sesos para intentar averiguar lo que había sucedido en el vuelo IB6585 del pasado día 17 de Mayo, entre Madrid y Bogotá, cuando el mismo avión que provocó esta incidencia, volvía a fallar ayer mismo.
Curiosamente, sobre el episodio de hace 5 días sólo se ha informado de un «fallo técnico», sin dar muchas más explicaciones, pero a la vista de las maniobras seguidas por la tripulación, no acabamos de entender cuáles fueron los motivos para regresar a Madrid cuando el aparato ya se encontraba sobrevolando el océano Atlántico.
Respecto a lo sucedido ayer, sí se ha especificado que se trató de un «problema en los flaps», al menos de manera extraoficial, y desconocemos si se realizará algún tipo de investigación a mayores, después de dos incidentes consecutivos en los que se tuvo que cancelar el vuelo cuando este ya se encontraba fuera de la península.
Esta es es la ruta seguida por el Airbus A340 de Iberia el pasado 17 de Mayo.
Y esta es la ruta que siguió el mismo avión en el día de ayer.
3 incidencias en seis meses
Hablamos concretamente del avión modelo Airbus A340-642, matrícula EC-IZY. Iberia tiene otros 16 aparatos de este mismo tipo.
El EC-IZY se incorporó a la flota de Iberia en Noviembre del 2004, por lo que tiene una edad operativa de 14.7 años.
La primera incidencia corresponde al 1 de Diciembre del 2018, cuando al tomar tierra en el aeropuerto de Ezeiza, en la capital argentina, reventaba uno de los neumáticos del tren principal derecho, dañando la puerta de cierre de dicho lado.
El aparato tuvo que permanecer en Buenos Aires cerca de 48 horas, en espera de recibir los repuestos necesarios para poder realizar el tramo de regreso a Madrid.
El pasado día 17 de este mismo mes, y después de despegar de Madrid para dirigirse a Bogotá, en Colombia, la tripulación decidía cancelar el vuelo y regresar de nuevo a la capital española.
Lo que más nos llama la atención de este suceso, es que al parecer el aparato realizó un descenso de emergencia, bajando desde el FL350 (aproximadamente 10.900 metros de altura), hasta el FL100 (3.050 metros de altura).
Este tipo de maniobras se suelen realizar cuando se detecta fuego en alguno de los motores, por ejemplo, problemas con la presurización de la aeronave, o incluso en casos de congelación de alguna de las sondas que suministran los datos de temperatura, velocidad, o ángulo de ataque al ordenador de abordo.
A día de hoy, no nos consta que se trate de algún caso de este tipo, por lo que agradeceríamos que la aerolínea nos explicase lo sucedido, ya que un aparato como el Airbus A340, cuatrimotor de grandes dimensiones, llama excesivamente la atención cuando sobrevuela la península a tan baja altitud.
Como decíamos anteriormente, todavía nos encontramos en el punto de intentar averiguar lo ocurrido el pasado día 17, ya que nos extraña que tratándose de un supuesto «fallo técnico», la resolución tomada por la tripulación haya sido descender rápidamente, en vez de mantener la mayor altura posible como medida de seguridad.
Y en este punto, hoy conocemos que este mismo avión tenía que regresar también a Madrid cuando se dirigía el día de ayer a Sao Paulo, en Brasil, al sufrir supuestamente un problema en los flaps.
Desconocemos exactamente lo ocurrido, pero entendemos que se le debió de atribuir la suficiente gravedad como para retornar al aeropuerto de origen, cuando ya se había alcanzado la altitud de crucero después de abandonar la península y encontrarse sobre el océano Atlántico.
Un mal 2018
El A340 fue un excelente avión, y decimos «fue» porque dejó de fabricarse hace ya 8 años, razón por la cual no se ha beneficiado de nuevas actualizaciones que lo habrían puesto a la par con los modelos actuales más avanzados.
El modelo que opera Iberia, el A340-600, es el más grande la familia A340, y en Europa lo vuelan la propia Iberia, Lufthansa y Virgin Atlantic.
Sin embargo, el más vendido fue el A340-300, una versión algo más pequeña, que en el viejo continente utilizan, entre otras, Air France, British Airways, SAS, TAP, Swiss, Turkish, etc.
El año pasado Iberia sufría otros 3 incidentes con este modelo, además del ya relatado de Diciembre en Buenos Aires, dos de ellos en el aeropuerto de Ciudad de México con apenas 20 días de diferencia, el 9 y 28 de Febrero.
El cuarto incidente ocurría en Quito el 11 de Agosto, cuando el avión con matrícula EC-LEU se disponía a aterrizar en la capital de Ecuador y acababa realizando una toma tan dura que la rueda número 10 se descomponía casi por completo, dejando un reguero de líquido hidráulico sobre el asfalto.
La tripulación se vio obligada a frustrar el aterrizaje, para llegar a completarlo 30 minutos después.
Ese mismo aparato ya había sufrido un extraño incidente en Noviembre del 2013, cuando en mitad del océano Atlántico recibió fallos de lectura en la velocidad de la aeronave, así como avisos de entrada en pérdida. Afortunadamente, la tripulación pudo resolver la incidencia in situ sin mayores consecuencias.
Todos recordamos que en el año 2007 Iberia perdía otro A340 también en Quito, esta vez en el antiguo aeropuerto de la ciudad, en circunstancias muy similares, recibiendo un aluvión de quejas por parte de la Dirección General de Aviación Civil de Ecuador relativas a la maniobra de aterrizaje que se había hecho.
Modelos más nuevos
Algunos podrían pensar que la edad de estos aparatos, que tienen un expediente intachable en todo el mundo y nunca han causado un siniestro con víctimas mortales, sería la causa más probable de estas incidencias, lo cual es absolutamente falso.
Por desgracia, como ya hemos visto en los últimos meses, los últimos accidentes más graves se han producido en modelos prácticamente nuevos, con apenas unos pocos meses de vida operativa, como en el caso de los dos siniestros de Lion Air y Ethiopian con el nuevo Boeing 737MAX.
El pasado año Iberia también veía como su primer A350, después de muy poco tiempo de entrar a formar parte de la flota de la aerolínea, sufría dos incidentes casi consecutivos que le obligaban a cancelar el vuelo y regresar al aeropuerto de origen.
De hecho, en Julio del 2017 ocurría un hecho similar con otro A330, que había llegado nuevo a Iberia en el mes de Marzo. Sin haber cumplido los 5 primeros meses de vida operativa, también sufría otro problema con uno de sus motores, siendo obligado a realizar un aterrizaje no programado en Salt Lake City, EEUU.
Los fallos mecánicos ocurren, y además ocurren en todas las aerolíneas del Planeta, y en la inmensa mayoría de los casos no se puede culpar a las compañías aéreas por ellos.
Nosotros no nos fijamos tanto en los hechos en si, que pueden ser discutibles hasta cierto punto, sino más bien en la manera en la que las aerolíneas responden ante estas incidencias, y en el trato y servicio que dispensan a sus pasajeros cuando acontecen.
De hecho, seguimos pensando que no es mejor o peor aerolínea la que sufre más o menos incidencias mecánicas (nos referimos exclusivamente a compañías europeas y de los EEUU), sino aquella que resuelve con mayor diligencia este tipo de situaciones, asegurándose de que las mismas no supongan todavía un problema logístico más grave para sus clientes.
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