Quizás nunca te has parado a pensar qué tienen en común el considerado como uno de los mejores científicos de la historia, Albert Einstein, con guitarristas de rock como Jimi Hendrix, futbolistas como Messi o Maradona, tenistas como Rafa Nadal, músicos como Paul McCartney, o artistas como Da Vinci.
La respuesta es que todos forman parte de un grupo formado por aproximadamente el 10% de la población mundial, que se desempeñan en sus funciones profesionales con la parte izquierda del cuerpo.
Celebran su día internacional cada 13 de Agosto y les gusta ser reconocidos como zurdos (Lefthander, en inglés).
Aunque hay una enorme retahíla de estudios científicos que pretenden explicar el porqué existen personas diestras y zurdas, lo cierto es que a día de hoy todos ellos siguen considerándose meras hipótesis.
Uno de los más reconocidos, afirma que esta distinción comienza durante el proceso de desarrollo del feto y dentro de la médula espinal del mismo, culminando en lo que conocemos como zurdo homogéneo, o zurdo parcial.
En el primer caso, la persona tiene una lateralidad completa en la extremidades izquierdas del cuerpo, que se corresponde también con otros órganos como el oído, el ojo, o incluso la fosa nasal del mismo lado.
Sin embargo, el zurdo parcial puede escribir o dibujar con la mano derecha, mientras que su pierna dominante sería la izquierda, o viceversa.
En todo caso y atendiendo a la inmensa mayoría de personas diestras sobre zurdas, lo que es evidente es que estas últimas viven en un mundo al que necesitan adaptarse, lo cual acaba provocando un buen número de incomodidades y también alguna que otra ventaja.
Si nos centramos exclusivamente en la aviación comercial, encontraremos que el piloto ideal no debería ser ni zurdo ni diestro, sino más bien ambidiestro, es decir, que pueda desempeñarse igual de bien e indistintamente con la mano derecha, o con la izquierda.
Y esto, si cabe, equivaldría a rizar el rizo al máximo posible, considerando que el número real de ambidiestros en todo el planeta apenas alcanza al 1% de la población mundial.
La única manera de alcanzar este objetivo es a base de entrenamientos constantes, que a la postre permitirán desarrollar el mismo nivel de habilidad, o muy similar, en ambas manos.
Aunque, obviamente, no se trata del mismo caso, podría compararse con el de un conductor que necesita manejar su vehículo tanto en países en los que se conduce por la derecha, la gran mayoría, como en los que lo hacen por la izquierda.
Mientras que los pedales y el funcionamiento general del automóvil se mantienen de manera idéntica en ambos casos, un conductor acostumbrado a cambiar las marchas con la mano derecha, necesita un tiempo prudencial de adaptación antes de lograr el mismo nivel de comodidad con la izquierda.
En el caso de la aviación comercial, las cabinas de las aeronaves más habituales constan de dos asientos ubicados en ambos laterales, tres paneles frontales y dos consolas centrales (inferior y superior) comunes para ambos.
El Comandante (CP) se sienta generalmente en la butaca izquierda, mientras que el Primer Oficial (FO), lo hace en la derecha.
Entre ambos se ubican las palancas de gases, que son las que determinan la potencia que deberán administrar los motores.
Durante las distintas fases del vuelo, el piloto al mando (PIC) en cada momento deberá manejar los controles del aparato con una de sus manos y las palancas de gases con la otra, al mismo tiempo que con los pies se encarga de activar el timón de dirección.
En las aeronaves del modelo Airbus, el piloto que se sienta en la butaca derecha maneja los controles de dirección con la mano derecha a través de un sidestick, y las palancas de gases con la izquierda, mientras el ubicado en el asiento contrario lo hace exactamente al revés.
En un principio, podría parecer más razonable que los pilotos ocupasen sus puestos en la cabina dependiendo de las preferencias que tengan a la hora de pilotar con una u otra mano, pero la cantidad de horas acumuladas en los entrenamientos, tanto en simuladores como en vuelo real, finalmente permiten que puedan manejarse indistintamente con ambas.
De hecho, en un estudio publicado por la Universidad Vaughn de Nueva York, se afirma que a diferencia de lo que ocurre fuera del sector, en la aviación comercial el número de pilotos zurdos crece hasta prácticamente el 40% del total.
Este porcentaje es muy similar al correspondiente a pilotos de helicóptero y pilotos de combate zurdos, lo que confirmaría que un buen entrenamiento permite valerse de ambas mano durante el vuelo, sin experimentar mayor problema a la hora de manejar los controles del aparato.
Es más, de acuerdo con información facilitada por la NASA, 1 de cada 4 astronautas adscritos al programa de misiones espaciales Apollo era zurdo, y en ningún caso se valoró esta característica a la hora de escoger a los candidatos.
Así que ya lo sabes, el ser diestro o zurdo no supone ningún inconveniente ni ninguna ventaja a la hora de pilotar un avión, ya que aprenderás a valerte de ambas manos durante el periodo de entrenamientos e instrucción.
Por último, nos quedaría señalar que un significativo número de científicos sostienen que los zurdos desarrollan una mayor inteligencia espacial, al estimular el lado derecho del cerebro, lo que les podría otorgar cierta ventaja a la hora de pensar en 3 dimensiones, algo muy necesario para volar un avión.